ENTRE JOSÈ ALFREDO Y PEDRITO FERNÁNDEZ: Carlos Navarrete, el “Charro Cantor de los Chuchos” y Héctor Bautista, “el Jefe de la Tribu de Nezayork” se perfilan para ocupar la Presidencia y la Secretaria General del Partido de la Revolución Democrática (PRD). El Instituto Nacional Electoral (INE) le dio el espaldarazo al PRD, al calificar como “ejemplar y exitosa la realización de los comicios en los que se eligieron congresistas y consejeros nacionales, estatales y municipales”. El presidente del INE, Lorenzo Córdova, garantizó que por “todos los lados que se vea” se trata de una contienda exitosa y satisfactoria e incluso pidió “circunscribir en los debidos términos” incidentes que se reportaron a lo largo de la jornada.
Con un millón 860 mil 863 votos computados, correspondientes a ocho mil 186 casillas, Nueva Izquierda, conocida tribu también llamada los Chuchos (por Jesús Ortega y Jesús Zambrano),se convirtió en la corriente perredista que obtuvo la mayoría simple en el Consejo Nacional, órgano interno que elegirá al nuevo líder nacional del perredismo.
Otra Tribu de sus aliadas, Alternativa Democrática Nacional también salió ganadora, en esta figuran: Camerino Márquez, representante del PRD ante el INE y Héctor Bautista, quien podría llegar a ser Secretario General del partido. Foro Nuevo Sol, Tribu de Silvano Aureoles y Amalia García, que también están aliados con los Chuchos resultaron triunfadores.
Por otra parte, los Derrotados fueron: la corriente Izquierda Democrática Nacional de Dolores Padierna y René Bejarano; así como Movimiento Progresista de Marcelo Ebrard que quedó literalmente en el último lugar del conteo final.
En este sentido la elección de Carlos Navarrete como Presidente Nacional el 5 de octubre próximo tiene ruta libre, porque los resultados electorales no dejan lugar a dudas sobre el proceso interno que vivió el PRD, aseguró Chucho Zambrano. De esta manera se fortalece la Izquierda Gobiernista Aliada y fiel a Enrique Peña Nieto, mientras que la Izquierda Opositora es minoría dentro del partido del sol azteca o ya de plano se mudó a Morena.
ANTI-CHUCHOS BUSCAN ALIANZA CON AMLO
Sin embargo, al interior del gobierno federal existe preocupación por la postura asumida por Los Chuchos de “no ceder ni un milímetro de espacios al Cardenismo”. Y es que Nueva Izquierda no quiere compartir el pastel con Cuauhtémoc Cárdenas, ¿por qué regalarle el partido al Ingeniero, cuyo aparato controlan ellos? Navarrete es su Gallo y aunque en los Pinos vieron con confianza a Cárdenas, la negociación no próspero y los Chuchos decidieron vetarlo para dirigir al partido. Esta situación, plantearía un escenario posible de que un núcleo importante de Cardenistas alimentaran las filas de López Obrador.
Ha trascendido, que pequeñas tribus no afines a Nueva Izquierda se encuentran negociando en privado con Morena para pactar una alianza en el 2015, que es casi obligada, ya que el nuevo partido, no puede competir en su primer contienda electoral en coalición.
El enemigo común que son los Chuchos, los ha llevado a negociar una posible coalición, cuyo centro sería el Distrito Federal, cada día más débil como bastión de la izquierda, y que el PRI junto con el PAN —también con su propia alianza— pretenden arrebatar a los perredistas. En estas pláticas han saltado nombres de algunos cadáveres políticos como Marcelo Ebrard, hoy en desgracia, y el inefable “Señor de las Ligas”, René Bejarano.
El planteamiento de Bejarano-Ebrard (la tribu de Bejarano es la segunda de mayor fuerza del PRD en el Distrito Federal, después de los Chuchos) es dejar que todas las corrientes presenten sus candidatos en cada delegación y distrito electoral local y federal, y que un mes antes de la elección del 1 de junio, se analicen quiénes son los que tienen posibilidades reales de ganar. Todos declinarían a favor de ellos para trasladar sus votos a los mejores competidores, con lo que piensan se evitaría la división de la izquierda antigobiernista y se debilite su oposición.
El más escéptico es López Obrador, cuyo argumento es la posibilidad que puedan perder todo, y por ende quedarse sin nada. Aunque Morena, según las encuestas que miden su fuerza en el DF, tiene 18 por ciento de preferencia electoral contra 22 del PRD. Obrador tiene un peso político importante. Si se concreta esta alianza, se partirían las lealtades y militancias dentro del perredismo.
Los Comandantes de los Chuchos consideran que el voto corporativo que los mantiene en el liderazgo del partido, les dará los suficientes votos en las urnas para que venzan a la oposición unida de la izquierda, que va sumando fuerzas. Obrador tiene el control político del Partido del Trabajo, mientras Marcelo Ebrard se ha convertido en el jefe metropolitano de Movimiento Ciudadano. Pero la apuesta de esta izquierda no es ganar la elección del 2015 sino ir construyendo las bases para competir en el 2018, en la Elección Presidencial.
LOS PERREDISTA TAMBIEN COMPRAN VOTOS: CON TARJETAS SORIANA
Andrés Manuel López Obrador quiso descubrir el hilo negro al hablar sobre la Elección del PRD: “Nada más les puedo decir que son lo mismo que los del PRI y los del PAN. No hay ninguna diferencia”. Y luego aseguró: “están acostumbrados al fraude electoral”. Simpática declaración de quien fue fundador, presidente y candidato presidencial del instituto político al que hoy acusa de fraudulento. Tal parece que mientras estuvo dentro del partido y disfruto las mieles del poder azteca, dichas prácticas no existían o de plano “fingió demencia”, mientras convino a sus intereses de dirigente o Candidato Presidencial.
Porque desde su fundación, el PRD selló su genoma priista de la corrupción y los peores vicios del partido tricolor. Claro está los antiguos camaradas del Peje provenían del PRI y sembraron en el seno del nuevo partido toda una cultura del clientelismo que fue creciendo y adoptando nuevas modalidades según los tiempos políticos dominantes.
Así que AMLO “toleró ò fue cómplice” de esta cultura, mientras le permitió escalar la pirámide del poder del perredismo. Es más en sus dos Candidaturas Presidenciales conto con Jefes de Campaña provenientes de la Tribu que hoy acusa de corrupta, osease de los Chuchos. Sumando a los Bejaranos y una larga fila de Capos del Clientelismo ciudadano con liderazgo en las zonas urbanas más pobres dentro del área metropolitana de la Ciudad de México como en sus alrededores (por ejemplo Iztapalapa y Nezahualcóyotl, Edomex). Tribus que lucran con la necesidad de los ciudadanos: taxis piratas, vendedores ambulantes, viejitos, madres solteras, familias de escasos recursos, desempleados, bolsas de trabajo para profesionistas que buscan empleo, becas para estudiantes de distintos niveles, etcétera. Todos ellos han sido carne de cañón electoral de las citadas corrientes perredistas que les ofrecen vivienda de interés social, becas, desayunos, servicios de salud, comedores públicos, conciertos de música, pequeñas cantidades de dinero, etcétera, a cambio de asistir a marchas, mítines, movilizaciones, etcétera, pero sobre todo les exigen “fidelidad electoral” en tiempos de campañas políticas.
Qué casualidad que el Peje no se haya dado cuenta de lo anterior durante sus casi 25 años de pertenencia al partido del sol azteca. ¿O será acaso que utilizó dicho clientelismo y prácticas corruptas del partido como plataforma para crecer y consolidarse junto con su Tribu “de los Morenos”?. No sabemos, pero lo que sí es real es que dichas prácticas estuvieron presentes en las 2 Elecciones Presidenciales en las que Obrador fungió como Candidato.
Y qué decir de lo que ahora descubren sus seguidores: que las corrientes que integran el sol azteca recurren a viejas prácticas de coacción y compra del voto, utilizando tarjetas de plástico de regalo para tiendas de autoservicio, sustracción y quema de urnas, reparto de despendas, de electrodomésticos y padrón rasurado.
Lo paradójico del caso es que después de la elección del 2012 los líderes del PRD y su Candidato Presidencial, el Peje: acusaron al PRI de comprar votos mediante la distribución de tarjetas Monex y Soriana (aunque se hicieron de la vista gorda cuando Encinas utilizó los mismos métodos durante su campaña en el Edomex). Ahora, dicen sus críticos ellos repiten lo mismo. ¿Encubrimiento, Simulación u Oportunismo?
Finalmente en este pandemónium de acusaciones Mancera rechaza ser un subordinado de Peña Nieto, “coordino”-dice él. Y ya en caída libre, Ebrard lo invita a un Debate Público sobre la Línea 12 del metro, como si la seguridad de miles de capitalinos por las deficiencias de la citada línea del metro debiera ser objeto de Discusión Asambleística. Tal Para Cual: Marcelo y Mancera hundidos en su propio Populismo con Tufo Priista.
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