Por Javier Ramírez
Manchados de sangre con robo y quema de boletas electorales, problemas de inseguridad y sin instalarse casillas en tres estados, los comicios de este 1 de julio, donde se disputarán 3 mil 400 cargos de elección popular –entre ellos Presidente de la República, diputados federales, senadores y nueve gubernaturas— podrán participar en esa “fiesta democrática” poco más de 85 millones de electores.
Consideradas las más grandes de la historia moderna, las elecciones de este primero de julio serán vigiladas por un ejército de cuatro millones de mexicanos. El Instituto Nacional Electoral (INE) rechazó que la delincuencia organizada en el país intente intervenir en la obstaculización de los comicios y negó que pueda haber fraude electoral, pues quedó en el pasado. Aunque se habla de problemas en la instalación de 500 casillas.
Vale recordar que hace tres se habló de focos rojos. Información del INE hizo enfatizó que había problemas de inseguridad en 6 mil 86 secciones electorales. En el marco de este proceso electoral fueron asesinados poco más de 50 candidatos a puestos de elección popular a nivel local y servidores públicos electorales.
Hay inseguridad en una parte de Guerrero, Sonora, algunos en Chiapas y Michoacán, aseguró el senador panista y líder parlamentario, Fernando Herrera Ávila cuando se le preguntó de esa problemática en el país.
En entrevista, exigió a las autoridades a que asuman su “responsabilidad de generar condiciones para que la gente salga a votar en orden, con tranquilidad, celeridad, y apostamos que en una coordinación adecuada de la federación, estados y municipios se pueda garantizar este marco de votación para todos los ciudadanos mexicanos”.
Por su parte, el senador priísta Manuel Cavazos Lerma dijo que “nosotros esperamos un proceso tranquilo, pacífico y una gran afluencia de electores”.
Pero hay muchos muertos, senador? O se ha magnificado mucho este asunto por los muertos que han sido candidatos a puestos de elección popular.
Y cuando se le mencionó de las muertes de candidatos, añadió: “si usted piensa en una cosa, lo más probable es que alimente esa cosa. Yo prefiero pensar en un proceso pacífico, tranquilo para tener un proceso pacífico”.
En relación a los distritos electorales conflictivos en Tamaulipas, y otros estados, dijo que “sí, pero nosotros no jugamos póker abierto”.
El presidente de la Comisión de Capacitación y Organización Electoral, Marco Antonio Baños Martínez explicó que en el municipio michoacano de Nahuatzén lugareños no han permitido la instalación de casilla debido a demandas sociales hechas al gobierno del estado.
Tamaulipas, estado complicado, tuvimos el lamentable hecho de una casilla “donde la casa del presidente fue incendiada, sin saber quién fue, pero lamentablemente fue lastimado el presidente de casilla y tiene quemaduras y hemos atendido su estado de salud”, putualizó.
Aclaró que la violencia no ha sido óbice para que nosotros avancemos en la logística electoral, desde esa perspectiva la violencia se ha acentuado en el asesinato de algunos candidatos y de algunos funcionarios públicos, lo cual es terrible sin duda alguna, pero nos ha permitido avanzar en el tema de la instalación de las casillas.
De los 45 mil capacitadores, “ninguno me ha dicho ‘no puedo entrar porque ahí hay narcos’. Todas estas discusiones mediáticas, en torno a que sí los cárteles disputan unas ciertas áreas o no, nosotros no las ubicamos así, porque los capacitadores electorales pueden ir a todas las regiones del país y pueden trabajar con los funcionarios de las mesas directivas de las casillas, ese es el termómetro que yo tengo”, enfatizó el consejero electoral.
Aclaró que la Secretaría de Gobernación, PGR, Ejército y Marina catalogan las regiones del país como focos amarillos o rojos para darles cierta atención, el INE, no.
Descartó fraude electoral en los comicios de este 1 de julio. “Eso no existe, en México ya no hay fraudes electorales. En México los fraudes electorales son parte de la historia y que de manera lamentable vivió la democracia mexicana, por algunos años.
“Después de la reforma electoral de 1990, las elecciones mexicanas han ido perfeccionándose y yo diría sus mecanismos están muy depurados para evitar prácticas que pudieran tener con fraudes electorales”.
