Nada salva a los casi nueve millones de capitalinos de las inundaciones

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Ciudad de México
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Una realidad de los casi nueve millones de capitalinos es que vivirán por los siglos de los siglos con las lluvias y las cientos de inundaciones anuales debido a que una precipitación de más de 30 milímetros, por espacio de una hora y media,  rebasará la capacidad de la red de drenaje secundario –en total hay 12 mil kilómetros en una superficie de mil 485 kilómetros en la Ciudad de México— con una antigüedad de más de cinco décadas sin que se comprometa por eso el servicio.

El año pasado se registraron 5 mil inundaciones, además de los encharcamientos, en donde la basura –de las 16 presas se retiraron 550 mil metros cúbicos— “complica las cosas” para desalojar el agua cuando cae una lluvia intensa.

A las autoridades ante estas eventualidades hidrometeorológicas, solamente les queda dos cosas: llevar a cabo obras hidráulicas como lagunas de regulación en zonas hundidas y cambio de colectores viejos, y esperan a que lleguen las lluvias en determinadas zonas urbanas para actuar con personal para desalojar el agua de lluvia.

Para las autoridades debe de ser una llamada de atención que cuando llueve en las zonas urbanas, aparezcan inundaciones sobre la calle o cuando en las viviendas se observa cómo regresa el agua por las alcantarillas.  

En otras administraciones, gobierno capitalino ha reconocido 112 puntos de riesgo de inundación, de los cuales 27 de ellos se les ha considerado “críticos” porque pueden afectar viviendas y comercios en la temporada de tormentas.

Las autoridades capitalinas aseguran que las obras hidráulicas realizadas evitan se inundan colonias completas como las  ocurridas en el 2010 en el Arenal en la delegación Venustiano Carranza, o en la ex Hacienda Lienzo Charro, zona hundida en Iztapalapa, en el 2011, 2012 y 2013.

En días pasados, las últimas tormentas que causaron avenidas fue en la Unidad Vicente Guerrero, que presentan hundimientos, en Iztapalapa, en donde construyen una laguna de regulación, y en Bosques de las Lomas, en Cuajimalpa. Reconocen que la delincuencia les roba entre 6 mil y 9 mil accesorios de la red hidráulica anualmente.

En entrevista con Vorágine, Miguel Angel Ricaño Escobar, director de la Unidad Tormenta y director de Fortalecimiento Institucional en días con sol  del Sistema de Aguas de la CDMX, se declaró listo junto con su equipo de trabajo de 350 personas para atender las inundaciones provocadas por las lluvias. El personal, dice, se podría incrementar a 3 mil trabajadores del gobierno capitalino, en caso de una emergencia.

Ricaño Escobar detalla que en la Ciudad de México cuenta con un programa para atender los efectos que causan las lluvias con personal especializado y equipo, un software que permite llevar el control sobre las incidencias y 78 estaciones pluviométrica para medir en tiempo real la lluvia y detonar las emergencia para su pronta atención.

El año pasado, informó, atendimos 5 mil eventos de inundaciones y “hemos dividido lo que son encharcamientos de lo que son las inundaciones porque los encharcamientos solamente afecta vialidad y las inundaciones afectan colonias, casas, enseres, propiedades familiares y a gente muy necesitada  que requieren de una pronta ayuda”.

Al preguntarle el por qué de las inundaciones, el funcionario responde:

“La ciudad de México tiene el drenaje más grande del mundo sin que se le compare con ningún otro con una característica muy especial. La Ciudad de México sacrificó el Lago de Texcoco para dar paso a una de las megaurbes y su drenaje con una capacidad de 140 metros cúbicos por segundo, se convierte en una vía natural de salida de las aguas pluviales, las cuales  hay que bombearlas.

Los 5 mil eventos se presentan en las vialidades construidas como pasos a desnivel, en donde el agua se acumula en la parte más baja  y que la basura tapona momentáneamente los drenajes que generan los encharcamientos y las inundaciones, señala Ricaño.

De la presa Becerra, que se desbordó en días pasados, –dice– sacamos 200 toneladas de basura entre martes y miércoles, o sea el ingrediente de la basura, lo que arrastra la lluvia, lo que tapona el drenaje hace que momentáneamente tengamos estos problemas, pero la Ciudad de México tiene tiempos de solución.

Asegura que la capital del país tiene desplegados equipos, personal y manejamos mil estructuras para el desalojo del agua, por lo tanto sí se han presentado inundaciones, pero desde el 2010 en el Arenal, en la Venustiano Carranza, no ha habido inundaciones similares, en el 2011, 2012 y 2013 tuvimos las inundaciones en la ex Hacienda Lienzo Charro que ya no se han vuelto a repetir y ya no tenemos colonias enteras inundadas.

Sin embargo los fenómenos de las lluvias nos van a “generar como en París, Inglaterra, Alemania, en las mejores ciudades del mundo, que por los cambios climáticos, por la intensidad de las lluvias y esto se sigue presentando y la infraestructura se ha ido adecuando, no hace falta presupuesto, no hay un problema presupuestal ni económico”. En relación a la lluvia que azotó en Cuajimalpa, refiere que alcanzó los 70 milímetros, es decir, 70 litros por cada metro cuadrado en el área que llovió.

El gobierno capitalino junto con las delegaciones, agrega,  por una parte desazolva  7 mil kilómetros  de los 12 mil 500 kilómetros de redes de drenaje, y por la otra invita a la población a dejar de tirar basura en la calle.

Al rechazar que haya sido una lluvia atípica por su intensidad de 70 milímetros durante una hora 20 minutos la que azotó en Cuajimalpa hace unos días, el funcionario del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, apunta que una precipitación con esa intensidad inunda cualquier ciudad del mundo; una lluvia de 30 milímetros rebasa la capacidad del drenaje, aclara.

En Cuajimalpa llovieron 70 milímetros que se complicaron con tantas toneladas de basura que nos impidieron en ese momento desalojar el agua, pero nos tardamos dos horas 50 minutos en hacerlo, afirma.

“La inundación en la Vicente Guerrero, en qué tiempo pudo ser solucionada. La responsabilidad del gobierno es que no salgamos con el pretexto a la sociedad de que se inundó porque fallo la infraestructura, porque no le dimos mantenimiento, eso no ha sucedido”.

Asegura que  “estamos preparados para la temporada de lluvias fuertes que anuncio el doctor Mancera, y esto es lo que está sucediendo”.

Sobre las basura en la infraestructura hidráulica, comenta que se aplican dos programas:  desazolvar 16 presas, dos ríos y tres lagunas, cada año se realiza; retiramos de las presas 550 mil metros cúbicos de basura como colchones, chasis de vehículos, salas, televisores, hornos de microondas y llantas,  y el otro programa es el desazolve de 7 mil kilómetros de redes junto con las delegaciones cada año.

Precisa que “la presa Becerra se desazolva cinco veces en un año por la cantidad de basura que hay y no quiero decir que el problema de las inundaciones de la Ciudad de México sea la basura, es el ingrediente que complica las cosas”.

Recuerda que “cuando nos llevaban a la escuela  a las 7 de la mañana nos ponían nuestro impermeable, porque estaba lloviendo en la temporada de lluvias y platicábamos con nuestro familiares de otras delegaciones y decían que también estaba lloviendo”.

 Y pregunta: Ahora cómo se comportan las lluvias en los últimos 15 años en la Ciudad de México.  Por ejemplo en Cuajimalpa  el lunes en un área muy limitada de Santa Fe y hasta Bosques de las Lomas llovió, en una hora 27 minutos, 70 milímetros lo que rebasa la capacidad del drenaje en esa zona, en cambio en Iztapalapa, Gustavo A. Madero, pues el alcantarillado estaba libre; se compromete el drenaje de esa zona, no el drenaje de toda la Ciudad de México.

Reconoce que la delincuencia roba 9 mil de los 350 mil accesorios de acero como rejillas, brocales y bocas de tormenta, por lo que han pedido a los legisladores capitalinos endurecer las penas a quien compre y comercialice ese material propiedad del gobierno de la Ciudad de México.

Asegura que las instalaciones hidráulicas estratégicas como lumbreras, plantas de bombeo, están vigiladas con las 13 mil videos cámaras del gobierno capitalino.  Niega que haya obras a medias del drenaje semiprofundo y se tiene un programa de adecuar en infraestructura las condiciones de crecimiento que ha tenido la Ciudad en los últimos años.

En Iztapalapa había redes construidas mucho antes de los crecimientos poblacionales, por lo que se han hecho muchos colectores,  una Laguna de regulación y una  planta de bombeo, se mejoró la infraestructura de Ejército de Oriente; se resolvió el problema del Lienzo Charro y las inundaciones ya no son como antes por la inversión hecha de 350 millones de pesos, informa.

Refiere que se resuelve el problema de la zona hundida en la Vicente Guerrero, que tuvo una inundación el primero de junio y que en diciembre está programado terminar el subcolector principal, una laguna y una planta de bombeo.

La laguna, añade, va regular el agua durante una avenida extraordinaria como la que se presentó de 86 milímetros el primero de junio, esa laguna nos va ayudar a sacar el agua de la calle, sacar el agua de las casas, almacenarla de manera temporal en la laguna por unas cuantas horas en lo que pasa la lluvia y tener suficiencia en el drenaje y de ahí bombearla  fuera de la ciudad.

Por instrucciones del jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, el ingeniero Aguirre ha repuesto “aquellos tramos obsoletos, que usted menciona, para que esta ciudad funcione mejor”, abundó.

La red de drenaje de la Ciudad de México tiene 50 años y sigue funcionando, no hay un problema, no hay peligro de que esta ciudad sufra inundaciones por fallas en eso, en eso no debemos de preocuparnos, hay la garantía de que toda esa infraestructura funciona al 100 por ciento, y la mantenemos y la operamos sin ninguna novedad.

Admite que hay que  cambiar el drenaje en esos puntos donde están más obsoletos como se hace ahora en la calle de Coahuila, lo hemos hecho en Oceanía, y en varios puntos que hemos cambiado.

Y ejemplificó: el drenaje del centro de la Ciudad de México, su principal colector que drena  las aguas del Zócalo, en donde se hundió una pipa de gas hace algunos años ahí ya se le dio mantenimiento, pero sí hemos tenido  problemas como en Gabriel Mancera un colapso, por la terminal de Autobuses del Poniente en donde hemos trabajado y se ha dado amplia cuenta de esas obras.

Adelanta que “lo más pesado de la época de lluvias está por venir que es en el mes de agosto y de septiembre, esperamos lluvias similares, pero depende en qué zona van a caer y esto es muy importante, porque si una lluvia como estas nos caen en el bosque se Tlalpan, pues ese día nos va a ir temprano, pero si estas lluvias se vuelven a repetir en lugares vulnerables como es ´la carretera México—Toluca, pues vamos a tener que echar andar este operativo del gobierno capitalino para atender la emergencia”.