“Una vez logrado el objetivo (matar a Pablo Escobar) los Pepes desaparecieron…los policías recibieron medallas, los oficiales americanos ascensos, los sicarios algo de dinero, los narcos se repartieron el botín de guerra…” (Andrés López en su Libro “El Cartel de los Sapos).
LA GUERRA INTERNA POR EL CONTROL DEL RECLUSORIO: Fue hallado otro cadáver en Iztapalapa, por lo que en menos de 48 horas ya son tres los cuerpos hallados en esta Delegación. La víctima fue encontrada con un mensaje dirigido al jefe de Gobierno del DF, Miguel Angel Mancera, quien dijo: “Vamos a dar con los responsables”.
El cuerpo de la víctima fue localizado a la medianoche del pasado 20 de octubre con una cartulina donde se advertía al mandatario capitalino sobre la venta de drogas en el Reclusorio Oriente, sumándose al cadáver colgado en el puente de la Concordia localizado en la madrugada del lunes y al semicalcinado en la colonia Central de Abasto.
La Tesis Mancerista y Perredista de que los Kárteles de la Droga No Operaban en la capital cada día se desploma más, y parece que tienen uno de sus principales centros de operaciones en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente. Lugar que refleja la vulnerabilidad del modelo carcelario en México: hacinamiento, carencia de custodios, tráfico de drogas, venta de dormitorios, entrega de dádivas para permitir el ingreso de objetos prohibidos, tener visita íntima o poseer un puesto semifijo.
De esta cárcel fueron asesinados una empleada administrativa y un custodio, colocaron un artefacto explosivo como advertencia a los directivos y en días recientes dos internos fueron vinculados con un par de homicidios por el control del penal y el narcomenudeo.
Días de combate y la ciudad de México se convierte en un polvorín: La crisis de la gobernabilidad tiene como su contraparte la crisis de los medios. El Jefe de Gobierno Mancera y sus aliados coyunturales del PRD parecen incapaces de determinar la Agenda política diaria. En este contexto, el crimen organizado ofrece el nuevo código de comunicación de masas. El narco suele golpear en dos carriles: en el mundo real y en los noticieros, donde difícilmente se encuentra un discurso crítico. La Televisión alimenta el morbo al difundir en Alta Definición y en vivo el teatro de la violencia criminal con diseño de autor.
KÀRTELES Y “SU SELLO CON TINTA SANGRE”
Así, concluido el monopolio de gobierno impuesto por el PRI (1929-2000), las claves de la impunidad se disolvieron. A una década y media de la alternancia democrática, la Ciudad de México se está convirtiendo como el país, en un escenario de sangre y fuego. Basta citar las fuentes de inteligencia capitalina y federal que afirman qué 2 Kárteles se disputan el control del Oriente del DF: Remanentes de la Familia Michoacana y La Unión (que tiene sus raíces en el Barrio de Tepito). Al modo de los Cuatro Fantásticos, los Poderes Fácticos gobiernan en la sombra. La impunidad no desapareció cuando el PRI perdió la Presidencia y luego con su regreso al poder; se dispersó en medio del caos: “Esto ha traído una extraña nostalgia del autoritarismo del partido oficial, que al menos sabía robar”.(Juan Villoro)
Cada Cártel le imprime su propio sello a sus acciones, rubrica su firma con tinta sangre de sus Sicarios, Chacales y Pistolocos: unos de capitán, otros cortan la lengua, otros dejan a los muertos en el maletero del automóvil, otros los envuelven en mantas, descuartizan y embolsan, martirizan y estrangulan, los queman y entierran en fosas clandestinas, los cuelgan en puentes y los balean. A veces los asesinos graban sus ejecuciones y envían videos a los medios o los suben a Youtube después de someterlos a una cuidadosa postproducción. El escenario mediático es la vitrina del narco, la zona multicolor del infierno donde la violencia adquiere su estatus de terror institucionalizado. Rehenes y víctimas de “una guerra santa” que escapa a la lógica militar de Clausewitz, e instala a los individuos en una cultura del miedo, cuya base radica en el temor ciudadano al narco poder de grupos mafiosos que lucran con el placer de lo prohibido.
AMLO Y LA GUERRA INTERNA EN MORENA
Ahora resulta que López Obrador dijo que por medio del Cardenal Norberto Rivera logró ver al Papa Francisco en el Vaticano: “Solicite verlo. Me contestaron formalmente que podía hacerlo en la audiencia general. Se portaron muy bien en la Nunciatura donde hice la solicitud a través del cardenal Norberto Rivera. Muy rápido me contestaron que decidiera cuándo en el marco de las audiencias generales que se llevan a cabo cada semana”— relató.
Mientras para muchos sectores de la izquierda el Cardenal Rivera es “miembro de la Mafia del Poder”, para el creador de este concepto, el Peje, el Cardenal es un “auténtico Angel”. En verdad se trata de una alianza política de ambos personajes aparentemente opuestos y un intercambio de favores (cuando el Peje fue Jefe de Gobierno del DF les dio todo tipo de facilidades en la Delegación Gustavo A. Madero en las famosas obras de la Plaza Mariana. Ahora la Iglesia le paga con creces esos apoyos). Todo apuntando a la Elección Presidencial del 2018, ya que cuando lleguen los comicios federales próximos el Peje tendrá tres lustros en campaña.
Mientras al interior de Morena, la Batalla anticipada por la Candidatura para la Jefatura del Gobierno del DF ya tiene confrontados a Monreal y Batres. De igual manera, como éste último concluye su responsabilidad como dirigente del nuevo partido, la batalla por su control está intensa también entre Monreal, Sheinbaum y Brugada. Así en Morena, las Tribus comienzan a repetir la misma película guión que en el PRD.
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