Deportiva Francisco I. Madero “pila de agua bendita” de autoridades, empleados, paracaidistas y vendedores de vicio en Iztapalapa

0
Anuncio

Por Javier Ramírez

Con todavía una superficie de 52 hectáreas y a más de tres décadas de inaugurada, la deportiva Francisco I. Madero, en Iztapalapa, ha sido “una pila de agua bendita” para autoridades, empleados, paracaidistas, mercenarios del deporte sin faltar los vendedores de alcohol y estupefacientes, comerciantes y malvivientes.

Después de más de tres décadas de funcionamiento, ni los priístas ni los perredistas con 21 años de administrar sus instalaciones pudieron consolidarla para beneficio de la población iztapalapense. Es evidente su falta de mantenimiento a sus instalaciones, como se comprobó en un recorrido por la zona, además de la falta de drenaje en sus instalaciones; la alberca quedó dañada desde los sismos del año pasado, y las bowls de patinaje están fracturados y algunos sin drenaje, desde que los construyeron. Eso sí, a pesar de esas condiciones, cobran religiosamente por persona, once pesos, por hacer uso de las instalaciones.

Sin transparentar el gasto del presupuesto del deportivo y mucho menos los ingresos de los denominados “autogenerados”, la jefa delegacional perredista, Dione Anguiano se niega hablar de los temas con Vorágine como el caso de la Nissan que utilizó como pensión las instalaciones de ese centro deportivo al estacionar decenas de unidades, por varios meses, desde diciembre 2017 hasta abril de este año, o el caso de un grupo privado que de plano prohibió con guardia en puerta, el acceso a los patinadores a las tasas, porque, según, dijeron, había alquilado las instalaciones, por un día, para llevar a cabo una filmación.

Con un perímetro que iba de la Avenida Guelatao, calle 3, Telecomunicaciones y Prolongación Plutarco Elías Calles, sus espacios de la deportiva se han ido disminuyendo, por el lado de Guelatao se “comieron” una buena parte de sus terrenos con la construcción de la central de transporte de carga, luego las unidades habitacionales y el lienzo charro que tiene en su poder el grupo villista, encabezado por Elí Homero Aguilar. Este mismo grupo, ocupó una buena parte de terreno sobre la calle Prolongación Plutarco al construir viviendas de manera irregular, además de invadir la esquina de calle 3 y Telecomunicaciones.

Cuando era jefe de gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas, instaló a un grupo de personas en los estacionamientos de la deportiva de la calle 3, supuestamente de manera provisional, pero, desde entonces siguen y también construyen de manera irregular sus moradas. El desorden y la falta de respeto a esas instalaciones ha estado a la orden del día, sin que ninguna autoridad ponga el mínimo de remedio.

En esas condiciones, los iztapalapenses medio disfrutan de la deportiva. En época de estiaje, lo que reina son las tolvaneras locales por la falta de cubierta vegetal, convirtiéndose en un foco de contaminación de usuarios y pobladores de la zona, y tampoco nadie hace nada. Y obviamente, si no hay agua, nunca riegan los árboles en esa temporada.

Sin entregar cuentas de los recursos denominados “autogenerados”, Anguiano y su grupo se empeñan por seguir haciendo negocio en uno de los pocos parques públicos de una de las delegaciones más pobladas de la Ciudad de México.

Los perredistas, quienes ya se van, durante 21 años se sintieron amos y dueños de las instalaciones públicas de ese deportivo. Los lunes, por ejemplo, que no abren sus puertas para darle mantenimiento, de manera discrecional, dejan pasar a sus amigos. Según dicen tener un horario de 7 de la mañana a las 18 horas, de martes a domingo, todavía se observa salir vehículos a las 20 horas. Los vecinos recuerdan que cuando no había la barda tubular perimetral a todas horas se podía hacer uso de la deportiva y ahora solamente truenan sus chicharrones.

Ahora, la alcaldesa morenista en Iztapalapa, Clara Brugada tendrá que poner sus ojos en esas instalaciones y corregir todos los vicios existentes y quitar las rejas y candados que tienen las instalaciones como la zona conocida como “Chivas”, o la escuela del club Necaxa, porque, los perredistas se encargaron de casi privatizarlo. Atrás de la administración hay un espacio y se niegan a prestarlo a la comunidad, pero, dicen los mismos empleados, a sus allegados y amigos se los prestan para hacer sus fiestas familiares.

Los perredistas acordaron con los comerciantes ambulantes barrer y darle mantenimiento al parque a cambio de dejarlos vender en sus instalaciones, pero a éstos, a veces, se les olvidan que no son dueños de esos espacios e intentan hacer y deshacer como si fuera su casa. Las cosas en esa deportiva no están nada bien.

A un lado de los bowls, se construyó hace años una pista de patinaje, pero los mismos perredistas se encargaron de entregársela a un particular que hace negocio con unos carros eléctricos, y tampoco nadie hace ni dice nada por recuperar ese espacio. A un lado hay unos negocios de refrescos y comida. Según, información obtenida, a algunos les cobran 2 mil pesos mensuales por poner sus negocios en las instalaciones de la deportiva. Aquí por lo que se ve todo es negocio.

Los campos de futbol los fines de semana también está a disposición de las ligas para hacer negocio, pero nadie sabe hacia dónde se van esos recursos que entran a las arcas de la deportiva.

De acuerdo a información obtenida, en el gimnasio al aire libre que se encuentra entre la administración y una pista de patinaje, se ha convertido en un quemadero y venta de drogas. Uno de los sujetos que supuestamente vende el enervante verde, se molesta porque hay usuarios que no consumen su producto e intenta correrlos de la zona, sin que ninguna autoridad intervenga para frenar ese tipo de abusos. También en la zona de las canchas de básquetbol, los negocios instalados venden alcohol y juegan cartas sin que nadie los moleste, y lo mismo pasa en la zona del frontón.

Hace dos años, un grupo de trabajadores denunciaron hostigamiento laboral e irregularidades que existen en la Deportiva Francisco I. Madero como la falta de transparencia en el gasto del presupuesto destinado a ese centro recreativo, y es fecha de que la jefa delegacional, Dione Anguiano, tampoco quiere transparentar el gasto del presupuesto ni de los autogenerados.

Los vecinos esperan que Anguiano ponga orden antes de que se vaya de la delegación Iztapalapa, porque tienen una responsabilidad con la comunidad de servirla y no ponerla en riesgo por lo que ocurren en la deportiva Francisco I. Madero por la existencia de esos grupos delictivos que quieren apoderarse de sus instalaciones.