PARTIDOS POLÍTICOS Y DINERO PÚBLICO: EL TERREMOTO QUE VIENE…

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TIEMPO DE ALACRANES (Columna No.264)

Corrupción y los Pactos con Satán.

Partidos Políticos: Organizaciones Oligárquicas.

Desaparecerá el Financiamiento: Simulación o Demagogias?

“Si estamos vivos, pero muertos de hambre. Estábamos en una situación media y ahora estamos en una situación de calle”(Damnificada de Miramontes. D.F./27-Sept.-2017)

Por Hugo Sánchez Gudiño

PACTOS DIABÓLICOS EN LA CALLE DEL INFIERNO: La política en México opera bajo una lógica propia, donde todo aparece atravesado por la corrupción, que a su vez provoca intrigas, conspiraciones, pactos, paranoias y todo tipo de malabarismos. Y es que existe una relación muy sólida entre el autoristarismo y la corrupción, entre la falta de democracia y la deshonestidad gubernamental. Basta recordar que el régimen presidencialista posrevolucionario configuró sus mecanismos de poder y autoridad de tal manera que la corrupción pasó a ser quizá la más valiosa y perversa herramienta de la gobernabilidad.

Por lo anterior, la experiencia política mexicana arroja un dato duro que forma parte de la identidad de la vieja clase política nacional: la relación de proporción inversa entre represión y corrupción. Verdaderamente en política no hay reglas del juego, el juego acaba con las reglas. Max Weber lo anotaba con toda certeza cuando decía: “Quien se mete en política…ha sellado un Pacto con el Diablo, de tal modo que ya no es cierto que en su actividad lo bueno sólo produzca el bien y lo malo el mal, sino que frecuentemente sucede lo contrario.”

En este contexto, los Partidos Políticos mexicanos salieron de su silencio cínico, reaccionaron al reclamo ciudadano y prometieron regresar parte de sus prerrogativas para ayudar a los Damnificados del sismo del pasado 19 de septiembre y al proceso de reconstrucción. Así, todos los Partidos sin excepción, con ese instinto maquiavélico que les caracteriza desean sobrevivir a los efectos provocados por los temblores del 7 y 19 de septiembre en la sociedad civil, por lo que tendrán que reconstruirse aceleradamente y reactivar lo más rápidamente posible sus pactos con satán, a menos que se quieran morir en las entrañas del infierno (políticamente hablando).

NEGOCIO DE LA PLUTOCRACIA $$$ SOBRE LA DEMOCRACIA

Los Partidos Políticos en México se han convertido no sólo en empresas privadas que viven del dinero público, que no rinden cuentas de manera suficiente y clara, y esta situación ha pervertido la democracia, al grado de convertir a los Partidos en insaciables consumidores del dinero público, pero al mismo tiempo este fenómeno se ha convertido en la más injusta transferencia del dinero de todos, el dinero público, a los centros reales de poder, que han sido las Televisoras Privadas.

La corrupción política se origina en las campañas electorales. Esta hipótesis ha servido de plataforma para imponer topes a los gastos de campaña y establecer controles a las aportaciones de particulares a partidos y candidatos; también para limitar, sin haberlo logrado hasta la fecha, la captación de fondos y el gasto en las precampañas, fuente de intercambios oscuros entre donatarios y donantes.

El formato de campañas costosas, aparte de introducir formas inevitables de corrupción y clientelismo, genera la exclusión y tiende a socavar, y hasta desaparecer, una de las prerrogativas del ciudadano en la constitución, transmisión y ejercicio del poder: el derecho de ser votado. El resultado es la suplantación de la democracia por una plutocracia que asegura su permanencia y reproducción mediante la alternancia en el poder.

Los Partidos Políticos son parte conspicua de la corrupción política mexicana, anota Meyer. Así lo planteaba Robert Michels hace casi un siglo, todos los partidos son organizaciones oligárquicas pero “en México, son además receptores de cantidades enormes de recursos (tuvieron casi 5 mil millones de pesos en el 2006). Es por combinación de características—oligarquía y dinero—que los Partidos con registro buscan a toda costa ser los monopolizadores de las candidaturas a puestos de elección popular”.

SIN DINERO $$$ PARA ELECCIONES 2018: SIMULACIÓN O DEMAGOGIA?

La Batalla por la Sucesión Presidencial del 2018 inició justamente en medio de los Temblores de Septiembre, provocando con ello que los Partidos Políticos respondieran casi de inmediato al clamor ciudadano de que destinaran el dinero que se les asigna a la reconstrucción del país.

López Obrador y Morena plantean un Fideicomiso; Ochoa Reza y el PRI hablan de restar diputados plurinominales y el Frente Ciudadano del PAN, PRD y MC disputan la paternidad de la idea de reducir al mínimo el dinero $$$ de las campañas. Todos se rasgan las vestiduras ante la idea, pero nadie se pone de acuerdo en cómo hacerlo.

Si las campañas se financian con otros recursos, la autoridad electoral perderá potestad para fiscalizar el dinero público que gasten los partidos.

El tema se presenta complejo, justo frente a la elección más grande de la historia del país. En este sentido, Gabriel Zaid es muy preciso al señalar que “para entender la política mexicana hay que entenderla como Negocio (…) Cuando un político mexicano tiene una base popular o externa, no la trata como si fuera su clientela, sino un paquete de buenas voluntades que puede venderle a la empresa para subir”.

Síntomas de la toxicidad producida por un Modelo de Competencia Electoral que debilita al paciente en vez de curarlo: financiamiento público más acceso irrestricto a la televisión más irregulación ineficaz es igual a partidos cada vez más ricos, que participan en elecciones cada vez más caras, que benefician a televisoras cada vez más poderosas. Los Escenarios Futuros de los Partidos Políticos en México son complejos e inciertos, mientras el malestar social crece en medio de la tragedia que cada día ofrece su rostro más cruel y desalmado.

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