Slim estresado toda una semana por reforma fiscal

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El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana,  

el mes próximo o el año que viene; y de explicarnos, después, 

porque no ocurrió lo que predijo.      Winston Churchill.

Ha trascendido en medios, cuartos y bufetes jurídicos en Polanco, Las Lomas y Santa Fe, la inusual angustia del  #MagnateDeMagnates, pues, Carlos Slim Helú estaba realmente estresado la semana pasada, ante el inminente anuncio presidencial sobre la abrogación del régimen fiscal de consolidación, la elevación de la tasa del ISR al 40%, el nuevo impuesto del 10% a las operaciones en la Bolsa Mexicana de Valores e IVA por comer o enfermarse.

La preocupación acumulada del hombre más rico del mundo, sobre todo, derivaba de que sus consultores en ingeniería fiscal, que son doctores en derecho, le habían afirmado y confirmado que de demandar la protección de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, contra la draconiana reforma fiscal, él no podría obtener la suspensión  provisional, porque está prohibida por la nueva Ley de Amparo, ahí concibió su suicida protesta callejera ante Los Pinos. 

Entonces y en suma, desde su bunker en Telmex Carlos Slim buscó a Lorenzo Zambrano de Cemex, Germán Larrea de Industrial Minera México, Alberto Bailleres de Minerales Peñoles, Roberto Hernández como testaferro de Banamex, Alfredo Harp de Sport City y Lorenzo Servitje de Bimbo, con quienes se puso de acuerdo en protestar públicamente el miércoles 11, para presionar al presidente Enrique Peña.

Slim concibió y redactó un texto conspirador, donde exigía a EPN, para que reconsiderara el paquete fiscal 2014 y evitara una rebelión generalizada de decenas de millones de pobres, que mejor no impusiera IVA a medicinas y alimentos, porque era tanto como querer cobrar impuesto a los jodidos por comer o por enfermarse de inanición, e iba EPN a ser equiparado al presidente Santana, cuando fue derrocado al tratar de cobrar por respirar, en alusión al impuesto a las ventanas.  
Llegó el miércoles y pasó el jueves, pero el #MagnateDeMagnates no salió a gritar ante las cámaras de TV y del Congreso de la Unión, reconvertido en un nuevo Robin Hood, ni fue a las calles a protestar, como los desempleados del SME o los profesores de la CNTE; habiendo trascendido que Slim recibió una nota confidencial de un abogado de Estado, donde le filtraba que no todo estaba perdido, para él y sus 300 compinches de los monopolios, ya que aún les queda la vía del juicio ordinario ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.

Los magistrados gozan de plenas facultades para suspender la ejecución del acto fiscal impugnado; corresponden a un órgano jurisdiccional autónomo e independiente de la Suprema Corte y del Gobierno Federal, cuya legislación olvidaron que existe o ignoran que sigue vigente los jóvenes doctores de la SHyCP al hacer que el Congreso de la Unión prohibiese tal suspensión en el juicio de amparo indirecto, que se incoa contra esa secretaría o el SAT  conforme a la nueva Ley de Amparo, vigente desde abril del 2013.      

¿Quién en Los Pinos o en el gabinete presidencial conoce, reconoce y controla al Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa?

 

 
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