Carecen UNAM e IPN de capacidad para atender a 161 mil 495 estudiantes en su bachillerato en 2018

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Por Javier Ramírez

Convertido en un pingüe negocio la preparación de aspirantes a bachillerato por parte de escuelas patito y el cobro del examen de selección por parte de las autoridades educativas en la zona metropolitana de la Ciudad de México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) carecieron de capacidad para atender una demanda de 161 mil 495 estudiantes a ese nivel de estudio.

Y es un negocio: hay padres de familia que llegan a pagar por esos cursos hasta 20 mil pesos con tal de asegurar un lugar en una preparatoria, cch o vocacional, y las autoridades educativas recaudaron poco más de 112 millones de pesos por el cobro del examen en el examen de selección 2018. Mientras la UNAM y el IPN dejaron fuera al 80 y 48.1 por ciento, respectivamente, de aspirantes a su primera opción, del nivel medio superior en ese concurso de selección 2018.

Las escuelas preparatorias, CCHs y vocacionales son muy demandas por la población por el mejor nivel académico en comparación con otros sistemas de bachillerato como el Colegio de Bachilleres.

Desde hace décadas no se ha construido nuevos planteles de bachillerato en la UNAM y el IPN, pero eso sí el rector, Enrique Graue ha aceptado y promovido que los estudiantes de secundaria recurran a esos cursos de escuelas patito como si no hubieran cursado ese nivel educativo, además de la crítica situación económica de las familias capitalinas. Hace días, el titular del IPN, Mario Alberto Rodríguez Casas dijo que buscará más recursos para incrementar en el corto plazo la matrícula de la institución.

De acuerdo a la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems), cada uno de los 311 mil 564 jóvenes que hicieron su examen pagaron religiosamente 360 pesos. Las preferencias en primera opción, 177 mil 876 aspirantes pidieron el bachillerato de la UNAM, 49 mil 913 escuelas del estado de México, 42 mil 821 a las vocacionales del IPN, y 15 mil 355 DGETI.

La UNAM solamente admitió a 37 mil estudiantes para sus preparatorias y CCHs, con lo cual dejó fuera a 140 mil 876 aspirantes. En tanto, el IPN aceptó en sus vocacionales 22 mil 202 alumnos y, prácticamente rechazó a 20 mil 619.

Explicó que se registraron al Concurso 311 mil 564 aspirantes, 13 mil 839 concursantes menos que el año anterior, que fueron 325 mil 403, y que cumplieron los requisitos, 297 mil 87 aspirantes, el 95.4% de los registrados.

De acuerdo a la información de la dependencia, la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (COMIPEMS).

a 253 mil 846, les fueron asignados una de las opciones que solicitaron, es decir el 85.4%, y solamente quedaron asignados a su primera preferencia 67 mil 353, es decir, el 26.5%; a una de sus primeras cinco preferencias, 171 456 (67.5%).

Según la COMIPEMS, la gran mayoría de los aspirantes quedaron asignados, de manera satisfactoria para ellos, a una de sus primeras opciones. Es importante recalcar que la asignación a su segunda opción o una posterior, puede también corresponder a la misma institución que la primera.

El vocero de la Comipens, Javier Olmedo, aseguró que la UNAM y el IPN varía su capacidad año con año, por sus planteles y el puntaje. La máxima casa de estudios recibió 33 mil 927 alumnos de nuevo ingreso contra 36 mil 856 que ofreció el año pasado por un “error” en la calificación de exámenes, y el IPN admitió a 22 mil 202 contra este año contra los 23 mil 514 del año pasado, explicó.

Aclaró que la UNAM elaborar y califica sus exámenes desde el año 2000, y Coneval hace el suyo y lo califica y luego se hace una sola base de datos de COMIPENS.

Aseguró que hay una empresa que audita los ingresos y egresos para saber cuál es la situación financiera de la Comipens, integrada por 10 instituciones de educación media superior, y queda un remanente que se utiliza para iniciar el proceso del examen del próximo año.

El hecho es que los estudiantes que terminaron la secundaria se quedan con las ganas de ingresar a uno de los tan disputados planteles de las preparatorias, CCH de la UNAM y vocacionales del IPN, sin que nadie ni nada hagan algo por aliviar esa situación.