2017, mejor que 2018

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Dicen los que no saben o los propagandistas que la economía mexicana inició el año “con fuerza”. Porque el llamado Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció 0.6% en términos reales en enero, frente a diciembre del año pasado, con cifras ajustadas por estacionalidad, con lo cual el incremento anual llegó a 2.9%, la tasa más alta desde agosto del año pasado, de acuerdo con las estimaciones oficiales del INEGI.

Perdón, de nuevo la mala vibra, pero es que es así, no puedo echar mentiras: No significa mucho un 3 por ciento de crecimiento del Producto frente a una población de (qué le gusta), ¿119 millones? y una Población Económicamente Activa de 56 millones, con un montón de mal pagados, desempleados, pobres, muy pobres, indigentes, hambrientos, muertos de hambre etcétera

Destacan los voceros gubernamentales que ese crecimiento del 2.9 por ciento fue impulsado principalmente por el dinamismo del sector industrial. Las actividades secundarias avanzaron 1.2% en el primer mes del año, con lo que la tasa anual ascendió a 1.8%, la tasa más alta desde febrero del año pasado. Ay dios mío, los crecimientos no llegan ni al 2 por ciento, un crecimiento realmente mediocre, muy mediocre, que no alcanza para crear el pleno empleo y bien pagado, con seguridad social y todos los demás beneficios que debe darse a los que aportan su fuerza de trabajo al capital.

El sector agropecuario reportó un crecimiento mensual de medio punto porcentual en enero, con lo que la variación anual llegó a 4.3%, tasa ligeramente inferior a 4.4% reportado al cierre del año pasado.

Las actividades del sector terciario, relacionadas con el comercio y los servicios, registró en el primer mes del año una alza mensual de apenas 0.2%, con lo que la tasa anual se ubicó en 3.5%, cifra inferior al 3.9% alcanzado en diciembre de 2015, todo ello con base en cifras desestacionalizadas. No hay poder de compra, el mercado interno está sumamente mermado y con una inflación galopante sobre todo en los productos de la canasta básica.

 

Ante un escenario de precios bajos del petróleo, sin embargo, los expertos y los legisladores, particularmente de la Cámara de Diputados, esperan que Hacienda presente, el primero de abril, un escenario realista para el 2017 en los Pre-Criterios de Política Económica previos a los definitivos – los criterios de política económica – que presentará el 8 de septiembre, en los cuales no se van a tener los dos salvavidas que tuvieron en este año porque los remanentes del Banco de México no son cuantiosos ni la cobertura petrolera tan alta.

Además, a diferencia de otros años, ahora se tiene un elemento adicional de preocupación por lo que pasa con Petróleos Mexicanos (Pemex).

Dicen, otra vez, los que no saben que se debe de estar pronosticando que la economía va a crecer entre 3% y 3.5%, con una inflación de 3%, un déficit fiscal cero y un precio del petróleo de 30 dólares por barril.

Precios del petróleo muy bajos y una devaluación del peso preocupante serán los elementos negativos que influirán en el comportamiento de los mercados accionarios, principalmente, los de la bolsa de valores, cuyo comportamiento es en realidad el termómetro de la temperatura de la economía global

“Es importante ver cómo se ha estado insistiendo últimamente que se privilegia la estabilidad macroeconómica, que se va a buscar fortalecer ese entorno macroeconómico y eso implica que se va a mantener la disciplina en las finanzas públicas”, dijo al ser consultado sobre el panorama que van a delinear para el próximo año.

Para el presidente de la Comisión de Análisis Económico del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, Ernesto O’Farrill, en los Pre-Criterios puede verse un crecimiento preliminar estimado entre 3% y 3.5% con una inflación de 3% con un déficit fiscal de cero y un saldo de los Requerimientos Financiero del Sector Público, de 2% del PIB.

Del precio del petróleo consideró que puede rondar los 30 dólares, pero en una estimación muy optimista puede situarse en los 35 dólares por barril de crudo.

“El problema es que hasta ahora no hay cómo cubrirlo y si no se tiene que seguir recortando el gasto o subir los impuestos”, opinó. O’Farril hizo ver que debido a que los Pre-Criterios se presentan antes del 1 de abril, quizá en el escenario básico no se hable todavía del remanente del Banco de México porque hay que esperar a que los reciba formalmente la Secretaría de Hacienda y porque aún es muy pronto para negociar las coberturas petroleras.

Lo muy cierto es que 2017 será un año similar al actual, debido al factor de los petroprecios y el entorno global. Y además a que es un año preelectoral. Todos los agentes políticos estarán más interesados en la selección de los candidatos a la presidencia de la república que en controlar los factores económicos. Y cómo les he dicho siempre, esta historia es como la del cangrejo, que camina para atrás. Al cierre, 2’016 estará mejor que 2017 y 2017, mejor que 2018, hasta que asuma la presidencia alguien que de nuevo prometa mover a México y llevarlo al mundo de los países BRIC, que fueron este año un rotundo fracaso, como es caso del gigante brasileño, embarcado en escándalos de corrupción desde el progresista Partido del Trabajo de Luiz Ignazio Lula da Silva y Dilma Rousseff, quien está a punto de ser corrida de la presidencia de la república, salvo que la salve un milagrero llamado Barack Obama.