Causa revuelo la designación de dos ministros vacantes a la SCJN en medio político, académico y social

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Suprema Corte de Justicia de la Nación
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 La designación de dos ministros vacantes en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la cual carece de autonomía por la imposición política de togados como ocurrió en las dos últimas nominaciones, ha causado mucho revuelo en el medio político, académico y social que piden a los senadores elijan a personas independientes con la característica de liberal y conservador para equilibrar el máximo tribunal del país.

Y tan la agitación sigue por esos dos cargos de la SCJN que el PRD en el Senado de la República tiene sus dudas de que las dos ternas enviadas por Ejecutivo hayan sido pacatas entre el gobierno y una fracción del PAN en la Cámara Alta.  Los senadores podrían urgir a los elegidos antes del 15 de diciembre próximo.

Por eso, litigantes, académicos y legisladores consideran necesario reformar la Constitución con el propósito de que sea la Cámara Alta la que designe a los ministros de la SCJN.

Antes de iniciar su gira internacional, el presidente Enrique Peña Nieto envío dos ternas al Senado de la República. Una terna femenina integrada por las magistradas Sara Patricia Orea, Norma Lucía Piña y Verónica Judith Sánchez, y otra masculina, conformada por el magistrado Álvaro Castro, el procurador Alejandro Jaime Gómez y el magistrado Javier Laynez Potisek.

A raíz del debate que generó la posible nominación como ministro el senador del PRI con licencia, Raúl Cervantes, quien regresó a su escaño hace unos días, el presidente ejecutivo del Instituto Nacional Ciudadano de Seguridad y Justicia José Antonio Sánchez Ortega opinó que la “Corte en este momento no veo que tengan independencia, autonomía para sus resoluciones y depende todavía del Ejecutivo federal pareciera que esperan líneas para algunos asuntos de transcendencia”.

Indicó que las propuestas presidenciales para sustituir a los ministros Juan Silva Meza y Olga Sánchez Cordero, además de los requisitos constitucionales, deben prevalecer criterios como conocimientos profundos de la ley que podrían ser jueces, magistrados de carrera y académicos con un expediente impecable para buscar un balance en la Corte, en donde ésta entienda los problemas sociales que le llegan.  

Rechazó que se partidice la nominación de las dos vacantes de ministros como iba ocurrir con el senador del PRI con licencia Raúl Cervantes o a Germán Martínez, Santiago Creel del PAN, porque eso realmente terminaría por desprestigiar y que siga perdiendo credibilidad la Corte.

Aclaró que se requieren candidatos a ministros desligados totalmente de los partidos políticos, no puede haber cuotas  de los partidos políticos para ministros de la Corte.

Recordó que la Corte por presiones políticas no ha entrado al estudio de resoluciones de trascendencia para el país por la falta de independencia de ministros que son nombrados por el presidente en turno.

Al referirse a la imposición del presidente en turno en la nominación de ministros, Sánchez Ortega señaló el cuestionado nombramiento del ministro “Eduardo Medina Mora y a pesar de ello lo propusieron y lo sacaron, o en el anterior ministro propuesto que viene del SAT (Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena) y del presidente Peña, no se ve una total transparencia, no se ve un total equilibrio que debe de haber en la Corte”.

En Estados Unidos se busca el equilibrio entre ministros liberales y conservadores  que haga un equilibrio para que cuando haya asuntos de trascendencia sus resoluciones estén apegadas a la ley, a los derechos humanos y tratados internacionales.

Sánchez Ortega refirió que el Consejo de la Judicatura y la Corte deben de ser dos órganos independientes y para que eso suceda el presidente de la Corte debe de dejar de ser el presidente de la Judicatura.

Apuntó que la Corte tiene que enfocarse a resolver los problemas de constitucionalidad que se plantean en los tribunales, a defender los derechos humanos, a ver que se aplique no solamente la ley mexicana, sino los tratados internacionales que han sido ratificados por México y que desde la reforma de 2011 son obligatorios para los tribunales mexicanos.

En tanto –dijo– el Consejo de la Judicatura debe de estar más avocado a la distribución de los jueces y magistrados en todo el territorio nacional, a conocer de las quejas por violaciones a la ley de jueces y magistrados y no estar sujetos a que un ministro les llame para dispensar y perdonar algún juez o magistrado, debe de haber una independencia total.

De hecho, añadió, los ministros y los consejeros, ganan lo mismo, pero el Consejo de la Judicatura sigue dependiendo de la Suprema Corte, ahí hay que separarlos.

Por ello, consideró necesario una reforma a la Constitución y una aceptación de parte de los ministros de la Corte, para dejar en manos de un consejero la presidencia del Consejo de la Judicatura, tiene que haber total independencia, hoy no la hay.

Hoy al Consejo de la Judicatura le falta transparencia, justicia y verdad en sus resoluciones, por quejas de corrupción y abusos de algunos jueces y magistrados “y está sometido a que algún ministro diga a este juez perdónalo, a este magistrado perdónalo y no haya un verdadero trabajo y un equilibrio en el poder judicial de la federación”.

SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN SE VOLVIÓ UN RECIPIENTE DE POLÍTICOS EN RECESO: ERNESTO VILLANUEVA

Por su parte, Ernesto Villanueva, el investigador universitario del Instituto de Investigaciones Jurídicas opinó que en la Suprema Corte de Justicia de la Nación hay una independencia razonable y es necesario que sea más independiente, la corte es víctima de leyes mal elaboradas provenientes del Congreso.

Sobre las dos vacantes del ministros, rechazó que sea cargos políticos “uno para ti y otro para mí”, por lo que sugirió sean personas del poder judicial de la Federación, que hayan sido juzgadores, que hayan sido de la carrera del área judicial, y de una institución académica sin lazos partidistas, aclaró.

Aceptó que los puestos de ministros se han partidizado como “lo vimos con el presidente Calderón y el otro muy polémico en el ex embajador de Estados Unidos, Eduardo Medina Mora, esas son influencias políticas y que en estos ministros hay una lealtad de quien lo pone, no hay una lealtad institucional, lo cual genera un gran problema”, aunque soy optimista que eso no sucede ahora.

Expresó que la Corte tuvo un momento de gran independencia en el siglo pasado y después se volvió en un recipiente de políticos en receso y ahora poco a poco se ha ido buscando que se conforme por gente distinguible con un currículo plausible. Sin embargo, dijo que si van por la ruta de nombrar “al cuate o al amigo para que llegue, pues evidentemente eso va abonar a que la credibilidad de la Corte se vea empañada y afectada”.

Propuso modificar la Constitución para darle más autonomía a la Suprema Corte y que los ministros sean nombrados por el Senado de la República con una mayoría calificada de tres cuartas partes, y no por el presidente de la República.

Juzgó necesario que el Consejo de la Judicatura tenga una función de vigilancia de administración y de los actos de jueces y magistrados separada de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Pero, añadió, el hecho de que el presidente de la Corte sea al mismo tiempo presidente del Consejo de la Judicatura, “es difícil que pueda cumplir adecuadamente su trabajo o que cumpla como lo más deseable, razón por la cual debería de haber una reforma de tal suerte de que para llegar al Consejo de la Judicatura no se haga por cuotas, ahora le toca al Ejecutivo, mañana al legislativo, reparten también los cargos del consejo de la Judicatura”.

Admitió que el Consejo de la Judicatura de la SCJN es el espacio más politizado del poder judicial, por lo que sugirió tener más independencia y un filtro de sus credenciales personales y académicas de sus integrantes; además de un cambio en la forma de su designación con exámenes de conocimientos y qué se espera de ellos.

Indicó que en el poder judicial federal hay menos problemas de corrupción y estando en la sociedad y formando parte de nuestro clima político, evidentemente permite que haya actos ilícitos que deben de ser sancionados.

En tanto, el diputado federal por Morena, Vidal Llerenas, aseguró que la designación de los ministros se ha partidizado a partir Medina Mora empiezan a cambiar las cosas.

Por eso, pidió ternas con nombres de mujeres y hombres independientes, con una carrera judicial o académica.

Deseó buscar mecanismos, candados, de que no fuera el presidente el que designe a los ministros, y que hubiera observadores independientes en el proceso de auscultación como en otros países del mundo con procesos muy riguroso.

DUDA PRD EN SENADO SOBRE AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA DE LOS SEIS CANDIDATOS PROPUESTOS POR EJECUTIVO

Por su parte, el senador Miguel Barbosa Huerta señaló que existen dudas sobre la autonomía e independencia de los seis candidatos que integran las ternas para cubrir los dos vacantes que quedarán en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con la salida de los ministros Juan Silva Meza y Olga Sánchez Cordero.

En conferencia de prensa acompañado por los senadores Luis Humberto Fernández Fuentes y Armando Ríos Piter, planteó la posibilidad de que las ternas hayan sido pactadas ente el Gobierno y una fracción del PAN en el Senado, cuyos votos, sumados a los del Grupo Parlamentario del PRI, garantizarían la mayoría calificada requerida.

El coordinador del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado de la República sostuvo que la desconfianza radica en la trayectoria de cada uno de los integrantes de las ternas y en consecuencia en su aportación al Poder Judicial de la Federación.

No obstante, aseguró que la fracción del PRD va a actuar con profunda responsabilidad y cuidado en el desahogo del procedimiento para designar a dos integrantes de la SCJN y negó que el Grupo Parlamentario presente algún veto hacia alguno de los candidatos.

Reiteró que se tienen dudas de que “una terna ya venga diseñada para alguien en especial, que sea la propuesta real del Gobierno; y otra terna venga diseñada para quien sea la propuesta real de quien o quienes aseguren los votos del Partido Acción Nacional”.

“No es un asunto de menores de edad, es un asunto que va a saltar, pero queremos ser muy responsables, muy cuidadosos porque lo primero que tiene que tener alguien que se somete a un procedimiento constitucional es tratarlo con respeto”, agregó.

Por otro lado, Barbosa Huerta subrayó que con estas propuestas se pierde la oportunidad de avanzar en la igualdad de género en la Corte, así como de que pudiera aparecer algún jurista proveniente de la academia y de organizaciones sociales.

El senador poblado advirtió que una elección sin reflexión, investigación y sin escuchar a la sociedad, “sería acreditar que las decisiones del Senado se toman fuera, que sólo llegan arregladas para que aquí se les dé la formalidad correspondiente”.

En ese sentido, hizo un llamado al Senado de la República “a que nos comportemos como verdaderos estadistas, para que con esta decisión se fortalezca el órgano máximo del Poder Judicial Federal”.