A Duarte se le responsabiliza de la quiebra de por lo menos 30 por ciento de los 212 municipios de la entidad, debido a la bursatilización que impulsó cuando fue secretario de Finanzas, y ahora carecen de recursos para cubrir su nómina, aguinaldo y obras públicas.
Al acusar al mandatario estatal de poco transparente para informar del monto de la deuda “impagable” de la entidad y municipios, fuentes consultadas denuncian que una buena parte de los recursos se destinaron al dispendio y derroche de las campañas locales del PRI del 2007 y 2010, y todos los veracruzanos lo vieron, además la mala utilización de los pocos recursos destinados a obra pública de mala calidad e inconclusas.
A Duarte de Ochoa le gustan en demasía los reflectores como quedó demostrado con motivo de su segundo informe de gobierno. En uno de sus anuncios trata de significar la unidad de los veracruzanos cuando un campesinos se baja de su camioneta, porque se quedó atascada, pero esa es una realidad de los veracruzanos que viven en la zona rural, además de que no se ha visto ninguna obra contundente en sus dos años de gobierno.
El endeudamiento del gobierno veracruzano es un caso crítico, al elevarse su deuda en casi mil 229 veces, ya que de un saldo de 17 mil 800 millones de pesos llegó a 21 mil 874 millones de pesos en marzo de 2011, según cifras oficiales del Análisis de la Deuda Pública de las Entidades Federativas y Municipios, 2000-Marzo 2011 de la Auditoria Superior de la Federación (ASF).
El trabajo de la ASF apunta que “el elevado nivel de endeudamiento y la debilidad de las finanzas públicas locales, representa un escenario potencialmente crítico para el país”, y establece como “propósito crear y mantener condiciones para incrementar de forma sostenida el nivel y la calidad de vida de la población —sobre todo la de menores ingresos y oportunidades—, del crecimiento económico y del empleo, con una distribución más equitativa del ingreso y la riqueza, en un marco de estabilidad económica”.
Por eso, el PRI desde el Congreso de la Unión, intenta condonar esas millonarias deudas, es decir, un segundo Fobaproa con cargo a los ciudadanos.
Para el diputado federal panista, Juan Bueno Torio, la deuda de Veracruz es de más de 50 mil millones de pesos y “se fueron para las campañas del PRI del año 2007 y del año 2010. Vimos el dispendio y derroche que hizo el gobierno anterior en las campañas ahí están las pruebas, y por otro lado la mala utilización de los pocos recursos destinados a obra pública de muy mala calidad e inconclusa.
“Los famosos puentes que no conectan a ningún lado. El gobierno se comprometió a concluir Cardel desde 2003 y es fecha que no se termina el libramiento. Hay puentes que no tienen ni subidas ni bajadas, vaya es una vergüenza, luego hay puentes que les pusieron tres números diferentes; es una tomada de pelo”,opinó.
Los responsables del endeudamiento “es el anterior gobernador (Fidel Herrera) y el que era el secretario de Finanzas, (y hoy gobernador Duarte) quien promovió la bursatilización para endeudar a los municipios, y dijo que no era deuda, ahora que le pregunten a los municipios que deben de pagar esa bursatilización que no es deuda, él la promovió y la del gobierno del estado también”, dijo en entrevista Bueno Torio.
Al manifestar la necesidad de conocer el monto real de la deuda para tomar decisiones en el futuro, el legislador blanquiazul acusó a Duarte de “destinar los 80 mil millones de pesos de presupuesto de egresos, en los últimos dos años, para bajar el monto del compromiso y decir en dos o tres años que a deuda es de 35 mil millones de pesos. Esos recursos se deben aplicar al desarrollo de Veracruz”.
Calificó como un fracaso la “bursatilización” de la deuda veracruzana estatal y municipal, ya que ahora “es impagable y muchos municipios están en quiebra y algunos han manifestado su incapacidad de pago de sueldos y aguinaldo y atender su obra pública y piden apoyo”, añadió Bueno Torio.
La diputada federal perredista, Jazmín Copete Zapot aseguró que oficialmente la deuda veracruzana asciende a 40 mil millones de pesos, sin embargo, extraoficialmente fluctúa en alrededor de 70 mil millones de pesos, pues los intereses a pagar por esa deuda afecta aún más a los veracruzanos sumidos en número importante en la marginación y la pobreza extrema.
Consideró como “grave” que el gobernador Duarte juegue con los datos de la introducción de energía eléctrica a localidades de 100 o mayores cuando hay comunidades con esas características carentes del servicio.
Veracruz presenta un gran atraso en agua entubada, en carreteras estatales, en caminos vecinales que tienen que ver con las terracerías, amén de los problemas que tenemos en salud, en donde el medicamente no es suficiente, en donde los médicos que hay en las unidades rurales de salud y hospitales, tienen una carga muy fuerte de pacientes, no hay calidad en el servicio.
Dijo que “una buena parte del presupuesto para infraestructura se los come el pago de intereses de la deuda, otra la burocracia, otra los gastos corrientes onerosos del gobierno, lo que provoca rezago, marginación, pobreza de una buena parte de veracruzanos”.
Estimó que 30 por ciento de los municipios deben de estar quebrados “y si hablamos de la forma en que fueron enganchados algunos municipios fue con la esperanza de tener recursos para hacer obra en sus municipios, no dudó que algunos le haya llegado algún recurso extra, a otros se les etiquetó determinada cantidad, pero finalmente no les llegó”.
Cuando se le preguntó si hay transparencia en el manejo de los recursos públicos de parte del gobernador, la legisladora veracruzana puntualizó: “Yo no metería las manos al fuego por eso. Y tan pronto llegue el informe del gobernador vamos a revisar para compartir otros puntos de vista y decirle a la población si coincide con la realidad o no”.
