Dura vida la de millones de menores 

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Análisis a Fondo

  • Desde Ocupaciones no permitidas hasta trabajos peligrosos
  • El INEGI da a conocer su Encuesta de Trabajo infantil 2022

Por Francisco Gómez Maza 

Dura, muy dura vida la que llevan millones de niñas, niños y adolescentes en México; están obligados a trabajar porque “no hay de otra”. O trabajan, o no comen. O trabajan, o no viven. Así de dolorosa es su existencia en este mundo. La inmensa mayoría se vio obligada a vender su apenas naciente fuerza de trabajo por la pobreza generada por el egoísmo de las clases económicamente dominantes, que no tienen conciencia de que hay que acabar con la pobreza, que todo lo carcome, todo lo hace polvo.

Esta realidad apenas se ve reflejada en la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI), que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) elaboró en 2022 año en el que 3.7 millones de niñas, niños y adolescentes, de 5 a 17 años, realizaban trabajo infantil, lo que representó una tasa de 13.1%. Esta cifra fue 1.7 puntos porcentuales más que en 2019. Para las niñas dicha tasa fue 10.7% y para los niños fue 15.5 por ciento.

La encuesta reveló también que 2.1 millones (7.5%) de niñas, niños y adolescentes laboraron en actividades económicas no permitidas, cifra similar a la de 2019, pero cuatro puntos porcentuales menos que en 2007. Esto incluye a quienes no cuentan con la edad mínima legal para trabajar (15 años), o quienes realizan ocupaciones peligrosas (hasta 17 años). 1.9 millones (6.7%) de la población de 5 a 17 años realizaron quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas; es decir, durante horarios prolongados y/ o expuestos a riesgos. Esto significó 409 mil niñas, niños y adolescentes más en 2022 que en 2019.

Pero qué es el trabajo infantil como concepto sociológico. El INEGI considera trabajo infantil cuando niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años participan en una o más formas de trabajo no permitidas. Se clasifica como ocupación no permitida a la que realizan personas de este grupo de edad en la producción de bienes y servicios destinados al mercado, o en ocupaciones de sectores económicos, lugares o actividades peligrosas. Asimismo, incluye a quienes realizan quehaceres domésticos no remunerados en sus propios hogares en condiciones no adecuadas, lo que incluye a niñas, niños y adolescentes que las realizan durante horarios prolongados o en condiciones peligrosas o riesgosas. En 2022, 3.7 millones de niñas, niños y adolescentes realizaron alguna actividad considerada como trabajo infantil, y representaron 13.1% de la población de 5 a 17 años (28.4 millones). Una de las gráficas, dadas a conocer por el INEGI, ilustra el trabajo infantil y sus componentes, identificando 1.8 millones (6.4%) que sólo realizaban ocupaciones no permitidas; 1.6 millones (5.6%) que exclusivamente hacían quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas y 318 mil que combinaban ocupaciones no permitidas y los quehaceres domésticos, en condiciones no adecuadas (1.1 %).

La ocupación no permitida la realizaron 2.1 millones de personas (7.5%) entre los 5 y los  17 años. Asimismo, 1.9 millones de niñas y niños hicieron quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas; es decir, 6.7% de la población de 5 a 17 años. En 2015, la tasa de trabajo infantil se ubicó en 12.3%; en 2017 disminuyó a 11% y en los siguientes años aumentó a 13.1%, en 2022. En este año, la tasa de trabajo infantil en niños fue de 15.5%, mientras que 10.7% en el caso de las niñas.

En cuando a la ocupación peligrosa, de los 2.1 millones de niñas, niños y adolescentes que realizan alguna ocupación no permitida, 2.0 millones (92.5%) lo hacen en actividades consideradas peligrosas. De este grupo, 1.5 millones (73.7%) fueron niños y 0.5 millones (26.3%), niñas.

De los 2 millones de personas en ocupación peligrosa, 1.1 millones (54%) se encontraban en sectores económicos de actividad peligrosa, como agricultura, construcción, minería, industria química, entre otros. Por su parte, 1.1 millones (57.5 %) niñas, niños y adolescentes realizaron actividades que afectaron su salud y desarrollo, como cargar cosas pesadas, o que les provocaron problemas físicos. Otros 437 mil (22.2 %) tuvieron horarios de trabajo prolongados y 846 mil (42.9%) desarrollaron actividades con exposición a riesgos. Finalmente, 210 mil (10.6%) laboraron jornadas no apropiadas como aquellas con horarios mixtos, nocturnos o rolaron turnos.

En 2022, un total de 1.9 millones de niñas y niños y de 5 a 17 años realizaron estas actividades en condiciones no adecuadas. De esta cantidad, un millón (51.8 %) eran niñas y 0.9 millones (48.2 %), niños. En particular, quienes realizaron quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas de forma exclusiva sumaron 1.6 millones (83.4 %) y quienes combinaron los quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas con la ocupación no permitida fueron 0.3 millones (16.6 %).

La ENTI 2022 es el segundo levantamiento de una encuesta independiente que llevan al cabo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS). Esta encuesta se aplicó en el cuarto trimestre de 2022, sobre una muestra de viviendas del Marco de Muestreo de Viviendas del INEGI con población entre los 5 y los 17 años de edad. Su objetivo es mostrar el panorama del trabajo infantil. Asimismo, busca mantener la continuidad en la generación de información sobre el tema para que las y los diseñadores de políticas públicas dispongan de información para la toma de decisiones orientadas a erradicarlo.