Andrés Manuel quiere tapar el sol con un dedo

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Análisis a Fondo

Contra facta non sunt argumenta

¿Y cómo se le llama a la madriza?

Por Francisco Gómez Maza

Este escribidor preferiría haber estado en Ciudad Hidalgo, el otro día cuando llegó la avanzada de la caravana de migrantes, y ver, y sentir de primera mano, la madriza que soldados de la guardia nacional le dieron a cientos de jóvenes centroamericanos que intentaban entrar en territorio nacional.

No estuvo este escribidor, pero lo vio en las películas, le contaron corresponsales que sí estuvieron presentes a la orilla del Suchiate, y en las calles de Ciudad Hidalgo, y lo analizó en las imágenes de infinidad de videos y fotografías. Ayer, me dijo un colega, estuvo canijo. Pero la (represión) de hoy, “no tuvo madre”, refiriéndose a la actuación de los soldados de la guardia nacional.

Los de Migración no se quedaron atrás y, en la “perrera” (la camioneta en la que andan), corretearon a muchos migrantes por las calles del pueblo y aprehendieron a un sinfín.

La verdad es que no esperaba que, proclamándose López Obrador defensor de la “democracia”, del respeto a los derechos humanos, ahora se lave las manos e intente, versus tota veritate, justificar a los guardias que, sin ningún miramiento, arremetieron contra los migrantes.

Y no sólo trató de justificar, sino que aplaudió la actuación de los represores en la contención de los migrantes.

“Respeto los puntos de vista distintos, pero la Guardia Nacional no ha utilizado la fuerza, sólo ha resistido, aguantando. El primer día hubo un hecho, pero fue aislado”, aclaró. La verdad es que no lo entiendo.

La actitud de López Obrador es incomprensible. No le costaba nada revisar personalmente los videos y el material gráfico que los mismos guardias y policías tomaron en esos días. Hay una historia en imágenes desde que los hondureños salieron de su país hasta llegar al vado del Suchiate. Y si los revisó peor aún su posición ante una vedad evidente que no necesita demostración.

Dice el tabasqueño que no hubo lesionados. Y qué. ¿Era necesario que hubiera heridos de gravedad y muertos para calificar la acción de represiva?  No, presidente. En esta represión, que indignó a muchos (hasta a mí que, como reportero, tengo que guardar la ecuanimidad), y que mereció una crítica fuerte del mismo Porfirio Muñoz Ledo, su mentor, presidente, salió usted perdiendo. No le busque más. Y no con que alabe a Porfirio ya se limpió de la responsabilidad.

Por último, no puede usted afirmar que el trato a los migrantes ha estado determinado por el respeto a sus derechos humanos. Si todos vimos, de una u otra manera, la madriza.