El Insabi, un desastre que desfonda la credibilidad popular en Andrés Manuel López Obrador

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TRAS LA PUERTA DEL PODER

Por Roberto Vizcaíno  

Peor que la crisis de servicios de salud, de falta de medicinas, y de atención a niños con cáncer de 2019, o la cancelación de estancias infantiles con que se estrenó la 4ta Transformación, el caótico inicio de operaciones del Insabi, con el que se pretende sustituir la anulación del Seguro Popular de Fox-Calderón, es un desastre nacional que ya persigue con protestas y gritos injuriosos a Andrés Manuel López Obrador en su recorrido por el país.

A todos lados a dónde llegó a fines de la semana, lo esperaban mexicanos enardecidos, afectados por el caos y confusión creado por el Insabi.

Tal es el desconcierto creado alrededor de este Instituto, que este sistema no sólo no tiene nada que ver con los programas de salud nórdicos los más avanzados del mundo prometidos por AMLO para todos los mexicanos, bueno, ni siquiera con los peores de los más malos servicios de salud del pasado priísta o panista.

Simplemente el Insabi no tiene ni pies ni cabeza.

Mientras el presidente López Obrador insiste en que todo dentro del nuevo Instituto de Salud para el Bienestar es gratuito, los hechos indican que donde se aplica, se cobra.

Y si no se cobra, los médicos y administrativos mandan a los enfermos o sus familiares a surtir sus recetas a las farmacias privadas.

O sea…

En total, una absoluta contradicción que al primero que expone es a López Obrador.

Es tal el fracaso del Insabi que el principal detractor de AMLO, su exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, abrió así su artículo de ayer en El Universal:

“El primero de enero entró en vigor la reforma a la Ley General de Salud que da vida al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi). La reforma señala que el Insabi tiene como objetivo el garantizar la prestación gratuita de los servicios de salud para los mexicanos que no están adscritos a un sistema formal de seguridad social. Sobra subrayar que la universalización de los servicios de salud en México es, sin duda, una política eminentemente correcta. Sin embargo, al igual que sucede con otras recientes políticas públicas nacidas del mero voluntarismo, el diseño del Insabi carece del debido sustento normativo, financiero y operativo. Esto puede condenarlo a convertirse en una riesgosa quimera, como ya se ha percibido a escasos días de su puesta en operación”.

Con estas 127 palabras Urzúa pronostica el fracaso del programa más importante del régimen de López Obrador.

Pero Urzúa no se queda ahí. Indica que el Insabi está lleno de errores y riesgos. Y los enumera y explica:

“El primero (error de AMLO con el Insabi) es de párvulos: el gobierno no ha señalado cuál será el esquema de financiamiento y el presupuesto del Insabi asignado para este año. Dado que el organismo no cuenta con contribuciones de seguridad social, sorprende que el Presupuesto de Egresos de la Federación no establezca el monto de los nuevos recursos y cómo se alinearían éstos con los del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud que por ley reciben los estados.

“Un segundo problema, también de párvulos, tiene que ver con la operación: no está claro el proceso de afiliación al Insabi y sus criterios de elegibilidad. Estos datos básicos se requieren para el proceso de planeación mismo. Si no se tuvieran, se crearían entonces redes de atención no estructuradas, habría sobre —o sub— contrataciones de personal, y se comprarían medicamentos de más o de menos.

“Esa falta de planeación tuvo como consecuencia, en particular, que no se haya previsto un esquema transitorio que ayudara a dar certeza sobre la transferencia de fondos de la Federación a las entidades. La incertidumbre es tal que no se sabe si la Aportación Solidaria Federal y la Cuota Social que se transferían a las entidades se compensará con otros fondosEste limbo jurídico es de gran relevancia, ya que el 85% de los recursos del Seguro Popular provenían de la Federación y solo 15% de las entidades federativas.

“Como consecuencia de lo anterior, este año un mexicano que no sea derechohabiente no sabrá a qué hospital acudir llegado el caso, ni cuál será el costo médico si hay tal, y ni siquiera si su póliza del Seguro Popular seguirá vigente. Este mismo desconcierto existirá en el personal médico de los estados, quienes tampoco tendrán reglas claras”.

Ufff!!! y re Ufff!!!

EL BOMBERO MARTÍNEZ

En medio de esta conflagración de perdida acelerada de credibilidad de los ciudadanos en la 4ta Transformación -para no darle vueltas: pérdida de confianza en la palabra de AMLO-, el expresidente del PAN y ahora férreo defensor del tabasqueño, el senador michoacano Germán Martínez Cázares, exdirector del IMSS propuso que el Insabi “se deje ayudar por el IMSS-Bienestar”, que tiene recursos, experiencia y la infraestructura médica para cubrir los objetivos planteados por López Obrador.

Indicó que por lo pronto ya se ha presentado una excitativa a la Comisión de Salud del Senado para que el IMSS-Bienestar sustituya en los hechos al Insabi ya que las similitudes de objetivos en la identificación de poblaciones que pretenden atender tanto el Insabi como IMSS Bienestar son casi las mismas.

La propuesta del ahora senador de Morena Germán Martínez es simple de entender: hay que evitar el desastre total del Insabi (y de AMLO) utilizando lo que sí funciona del IMSS.

Y eso lo podría hacer AMLO a través de un mecanismo que le encanta aplicar: con un decreto.

EN DEFENSA DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL

A los 18 temas prioritarios apuntados por Ricardo Monreal la semana anterior, la Comisión de Economía del Senado debatirá en febrero el dictamen de la nueva Ley de Propiedad Industrial.

Encabezada por el panista chihuahuense Gustavo Madero, la Comisión convocará a una serie de foros donde se recoger las propuestas y observaciones de los especialistas en el tema.

Entre otros, se espera la participación del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, presidido por Juan Lozano; de la directora del seminario de Patentes, Marcas y Derechos de Autor de la Facultad de Derecho de la UNAM, María del Carmen Arteaga así como asociaciones y cámaras de empresarios y organizaciones del ramo.

Esta propuesta busca sustituir la ley vigente por una actualizada que dote al sector de un nuevo marco legal que garantice transitar al conocimiento y alcanzar los niveles óptimos de desarrollo.

Presentada por el senador de Morena, Ernesto Pérez Astorga, en noviembre pasado, la iniciativa busca regular secretos industriales, sancionar los actos que atenten contra la propiedad industrial o que constituyan la competencia desleal de la misma.

Y plantea aumentar las facultades del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, con la ampliación de un ecosistema favorable para el desarrollo del conocimiento de la investigación científica, y el impulso de la tecnología en México.

La nueva Ley pretende aplicar medidas disuasivas para la prevención de los ilícitos en materia de propiedad industrial, vía el incremento de sanciones.

Y a la vez se buscaría simplificar los procedimientos mediante el uso de tecnología y la promoción de la innovación para generar la inclusión de las personas, a través de sus creaciones, aprovechando el conocimiento de las comunidades.