Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
La crisis interna que desangra y mantiene prácticamente en coma político a PAN y PRD, hace que el único partido más o menos sano de los que pretenden firmar el llamado Frente Amplio Democrático sea, ¡el de Movimiento Ciudadano!, propiedad de Dante Delgado.
Ahora sí que mal comienza la semana a quienes ahorcan en lunes, como al parecer ocurre ahora mismo con los del sol azteca y los blanquiazules.
Con doctorados amplios en materia de blof electoral, las dirigencias panistas y perredistas anunciaron la consolidación de su Frente con cohetes y fanfarrias, pero su realidad estructural advierte más un dictamen de desahucio para cada uno de ellos, que una boleta de pase de buena salud.
¿Realmente hay que recordar lo que le pasa a cada uno? ¿En verdad habrá que decir que hace al menos una semana no hay día en que los medios informativos reporten en sus espacios principales la guerra civil que vive el PAN, y el achicamiento veloz que sufre el PRD por la huida de sus grupos y cuadros militantes hacia Morena?.
Qué futuro tiene un frente como el anunciado por el PAN y el PRD cuando los dos partidos que lo integran viven el peor de sus momentos.
¿En verdad creen que su candidato –quien resulte ser el elegido-, podría ganar en julio de 2018?, ¿Qué va a pasar con sus nominaciones a la jefatura de Gobierno de la CDMX? ¿Con los que sean postulados a algunas de las 9 gubernaturas en juego el año que entra?
Y Bueno, ¿realmente tendrán futuro las candidaturas a diputados federales, a senadores, a alcaldes y diputados locales?
¿Qué futuro les espera si uno y otro partido viven una crisis sin precedentes?
Mire Usted, de todo lo escrito ayer respecto a la situación de ambos partidos, retomo por dos cuestiones centrales lo que escribió Juan Ignacio Zavala en El Financiero:
1) Porque es hermano de Margarita Zavala y cuñado del expresidente Felipe Calderón…
2) Y porque es panista y conoce a fondo este partido.
De entrada Zavala afirma lo obvio: “Lo que sucede en el PAN no es sorpresa”.
Y pues no, no es una sorpresa que Ricardo Anaya, quien ha sido exhibido con riquezas inexplicables y un comportamiento sorprendente–, acuda a argucias para desviar la atención, provocar la unidad del panismo en su entorno y crear guerras con el PRI y el Gobierno que suenan más huecas que una maraca.
Por si no sabe de qué hablo, pues le recuerdo que Anaya fue expuesto no hace mucho como viajero más que frecuente, ya que hasta hace poco viajaba los fines de semana a Atlanta EU, donde tenía viviendo a su esposa e hijos con un gasto super millonario.
Pero lo que hemos tenido a la vista desde hace al menos un par de años es a Anaya como un dirigente del PAN que a la vez es aspirante a la candidatura presidencial. Igual que lo fue Roberto Madrazo hace 12 años en el PRI y perdió.
Eso ha provocado una ruptura interna más que evidente en el PAN.
Al respecto Zavala dice:
“Es una división propiciada y alimentada desde la presidencia de ese partido. Ricardo Anaya lo ha dividido entre los que lo apoyan –que tienen cargos, puestos, nóminas– y los que no –que son enviados a las mazmorras del ostracismo–.
“Anaya no ha decidido nada respecto de la candidatura presidencial, porque así le conviene. Ha mantenido un doble juego en el que afloró una cara que no se le conocía: la de hipócrita”.
Eso es lo que advierten hoy los 5 senadores del PAN –Ernesto Cordero, Javier Lozano, Roberto Gil Zuarth, Salvador Vega Casillas y Jorge Luis Lavalle-, a los que Anaya y su grupo pretenden aplicarles la expulsión.
“Lo sucedido en el Senado la semana pasada es producto de un juego de odio atizado por el anayismo”, subraya Zavala.
¿Cómo es posible que ni el coordinador ni ninguno de sus leales colaboradores se hayan dado cuenta que Cordero estaba siendo votado como presidente del Senado por los legisladores del PRI, PVEM, Morena, PT y PRD?
Eso habla de, por decir lo menos, incompetencia de la coordinación panista en el Senado, subraya.
Cómo entender que luego de que una mayoría plural de senadores encumbró a Cordero en la presidencia del Senado, se haya aparecido por la tribuna el senador colimense Jorge Preciado, reconocido por ser, afirma Zavala, “un prostibulario, un lenón, un delincuente rapaz al que escuchamos todos obligar a su amasia a abortar… un tipo que regentea tugurios”, para despotricar contra Cordero, quien es reconocido por muchos como un panista de excelencia por haber sido secretario de Hacienda y Sedesol, entre otras cosas.
“Esa es la gente de Anaya, son sus defensores. El senador Preciado se subió a la tribuna a hablar de traición y de conducta política, insultó a Cordero de la misma forma que insultó a Fernando Herrera cuando lo nombraron coordinador.
“La unidad en el PAN parece que está en el basurero.
“Es un caso único lo sucedido el jueves en la noche: un panista fue votado por todos los partidos, menos el suyo. Apareció en las huestes anayistas una palabra que no era usada en Acción Nacional: traición. El presidente del PAN y su gente hablan de sus compañeros como traidores. Los quieren expulsar. No entiendo bien por qué los van a expulsar, ¿por votar por otro panista? En el blanquiazul todo es posible en estas épocas”, pregunta Zavala.
Y se mete de lleno en el eje del conflicto panista:
“Anaya ha hecho de sus problemas personales una causa de partido. No les parece raro en su comité nacional que el presidente del partido haya omitido declarar en su 3de3 ¡40 millones de pesos!
“Anaya trae pleito con el gobierno, con el PRI y con el PAN. Será muy articulado, pero a su partido lo trae hecho trizas. El PAN está perdiendo el lugar que tiene como opción ante López Obrador.
“Nadie necesita hacerles nada, solitos se están hundiendo en sus pleitos y rencillas. El tema del fiscal fue generado por la claudicación de Madero y Anaya ante el peñismo, de quienes fueron sus tontos útiles los primeros cuatro años de gobierno. Madero le quitó la coordinación de la bancada en el Senado a Cordero por no querer colaborar con el gobierno. Ahora lo acusan de gobiernistas los mismos que hicieron el Pacto por México. En su guerra civil, todo el panismo perderá su oportunidad para 2018”, predice.
¿Y EL PRD?
¿Qué más decir del PRD? El sábado y domingo emigraron de sus filas doña Ifigenia Martínez, la última figura histórica que le quedaba a este partido luego de que Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo se habían ido años antes, y Pablo Gómez otro histórico, este surgido del Partido Comunista.
Y, bueno, ruidosos, emigraron también del PRD a MORENA la senadora Dolores Padierna y su marido, René Bejarano quien se cuidó de no acercarse en público a AMLO por aquello de que casi seguro que le iban a agregar a esa foto la que se dio a conocer cuando Carlos Ahumada filtró el video donde le da cientos de miles de pesos y hasta las famosas ligas.
Dolores y Bejarano se llevaron a sus huestes de miles de afiliados al Movimiento por la Esperanza que quizá pronto pida su registro como un nuevo partido político ante el INE.
Ayer lunes les siguió otro expresidente del PRD, el cardenista Leonel Godoy exgobernador de Michoacán.
Retadora la presidenta del sol azteca, Alejandra Barrales preguntó si alguien más quería irse a MORENA para que lo hiciera de inmediato, dijo.
La interrogante luego de todo esto es: ¿en verdad servirá de algo el Frente apoyado por estos dos partidos en crisis estructural?
