Ni modo de no recordarlo hoy frente al exultante comportamiento y mensajes del único candidato presidencial asegurado para el 2018, el mismísimo Andrés Manuel López Obrador.
Sin tenerle el más mínimo respeto a su propia historia, el tabasqueño ya anda repartiendo cargos, adelantando acciones, anunciando revisiones de reformas y prometiendo cancelación de instituciones.
Pero, mire Usted, AMLO ya lleva dos grandes descalabros: el de su inolvidable derrota por apenas décimas en la dura contienda de 2006, y la reiteración del fracaso en 2012.
Por su lengua larga se advierte que no ha aprendido de sus tragedias.
Él simplemente vuelve a caminar sobre el agua. O sea, como dios de sí mismo, él está hoy plenamente convencido de que el futuro y la verdad en sus manos son inmodificables.
Todo eso, más las encuestas, le dicen que ahora sí, en 2018, él y nadie más que él va a ser el ganador en la presidencial. Con las cosas así, autosentado dentro de sus sueños y pensamientos desde ya en la silla presidencial de Palacio Nacional, ha dicho que:
- En junio de 2018 el Ejército va a votar por él como –asegura, sin dar la más mínima prueba de ello-, ya lo hizo en 2006 y 2012.
- Y, como de nuevo todas las encuestas vuelven a decir que ahora sí va ganar, pues ya decretó que él no va a ordenarle ni al Ejército ni a la Marina reprimir al pueblo, y los va a mandar de regreso a sus cuarteles.
- Como él es amado por todos, entonces es intocable e inmortal, y como es todo eso pues simplemente no necesitará de nadie que lo cuide.
- Por ello ya anunció que virtualmente desaparecerá al Estado Mayor Presidencial, que cuida de los presidentes, su familia, secretarios de Estado e invitados relevantes desde la época de Venustiano Carranza.
- Metido de lleno en el camino del ganador a priori (justamente el de esos que en el camino del plato a la boca se les cae la sopa), nada le dará mayor placer que someter a revisión para revertir o de plano derogar las más de 10 grandes reformas surgidas del Pacto por México.
Mire en esas y otras anda ya Andrés Manuel López Obrador, ¡y la campaña todavía no comienza!
Yo, suspicaz, un tanto memorioso, no puedo dejar de pensar que no hay nada que me diga que el tabasqueño va a hacer fiesta en junio de 2018. Tengo más bien el pésimo presentimiento de que el voto ciudadano, por más que el Ejército en bloque sufrague por él, va a volver a perder.
No adelanto las variables que me dicen que de nuevo será derrotado. No es tiempo todavía de ponerlas sobre la mesa. Apenas vamos en la etapa de las encuestas engañosas, insostenibles. Mejor esperamos a ver el desarrollo de la contienda real, ajena a los rounds de sombra.
Y eso será por estas fechas del año que entra.
Por lo pronto seguiremos registrando las promesas que haga dentro de sus sueños de victoria el señor López Obrador.
Y CORRAL ENLOQUECIÓ
Como senador, Javier Corral fue un político fue tan plural que sus compañeros de bancada, los del PAN, lo calificaban como el más perredista de los legisladores panistas.
Era entrón, combativo, prometedor, austero e impensable como parte de la corrupción.
Pero, bueno, Corral se fue a la guerra electoral contra el gobernador de Chihuahua César Duarte, y le ganó al delfín de éste de cuyo nombre ya ni me acuerdo.
Hoy Javier Corral es gobernador de Chihuahua, ¿y que creen?, pues que ahora juega golf, ya compró casa fuera de su estado y vuela en aviones privados, además de que tiene como colaboradores cercanos a algunos del régimen de su antecesor, al que prometió llegando meter a la cárcel, sin que a la fecha haya ninguna acción en su contra.
El crimen organizado ha vuelto a apoderarse de Ciudad Juárez y otros municipios de Chihuahua y Corral empieza a renegar de periodistas y medios que lo exhiben metido en sus nuevas tentaciones.
Si Usted como yo recuerda lo que hacía hace 6 años el exgobernador César Duarte, verá que Corral comienza a parecerse a su antecesor.
CHIHUAHUA SE NOS DESCOMPUSO
Quien sigue de cerca los pasos de la ineptitud y la incipiente riqueza inexplicable que ya comienza a relucir en Corral, es el secretario de Gobernación, el hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong.
Osorio se fue por el camino de la prudencia y advirtió que Chihuahua ya “se nos descompuso muchísimo”.
Al hablar ante industriales, el titular de Gobernación y precandidato presidencial puntero del PRI, dijo que en este caso y otros “deben tomarse soluciones serias y no improvisar”.
Al buen entendedor: lo que nos dice Osorio con esto es que el gobernador panistas Javier Corral anda improvisando… y jugando golf en Mazatlán.
EL PRI NO POSTULA MARIONETAS
Enrique Ochoa Reza, presidente PRI, no se ha caracterizado por ser condescendiente.
Es así que durante el fin de la semana se fue directo contra sus opositores que compiten por la gubernatura del Estado de México y a ellos les dijo:
“No, el PRI no postula marionetas ni mexiquenses de temporada…”
En su intervención durante la toma de protesta del candidato del tricolor a la gubernatura mexiquense, del priista Alfredo del Mazo, el líder nacional de este partido dijo que gobernar el Estado de México no es un juego a control remoto o un teatro guiñol.
Tampoco es un pasatiempo de improvisados, personas controladas por mesiánicas aves de rapiña o delfines que esperan a que su entrenador les diga por dónde nadar.
Aquí los “Juanitos o Juanitas” no operan, afirmó.
El PRI postula abanderados que pueden hacer campaña por sí mismos y no necesitan que alguien hable por ellos en sus promocionales, indicó en clara referencia a Delfina Gómez de Morena, a quien su líder Andrés Manuel acompaña no deja que hable antes que él.
No, agregó: “el PRI no postula delfines que esperan a que su entrenador les diga por dónde nadar, ni personas extrañas en su supuesta tierra. Marionetas y mexiquenses de temporada, son una falta de respeto para la historia del Estado de México”.
CÓMO QUE NO
Como lo había prometido, el exgobernador de Coahuila y expresidente nacional del PRI, Humberto Moreira será postulado como candidato a diputado local en su natal Coahuila por el Partido Joven.
Dijo que contenderá así porque el PRI le negó 4 veces ser su candidato.
