Por ello, le pareció preocupante que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), organismo creado para la protección de estas personas, sólo cuente con tres oficinas en toda la República y carezca de oficiales de protección en los puntos de mayor tránsito de migrantes, tanto en la frontera norte como en la sur; por ejemplo, en Tijuana, Baja California, y Tapachula, Chiapas.
“A pesar de que la función de la Comar es fundamental en la protección de los solicitantes de refugio, esta institución no está cumpliendo con su mandato a cabalidad”, sostuvo.
Hernández Soriano, secretario de la Comisión de Gobernación, impulsa un exhorto al titular del Ejecutivo federal, a fin de que haga pública información sobre las acciones y compromisos enmarcados en la Cumbre de Naciones Unidas sobre Refugiados y Migración, realizada en Nueva York, Estados Unidos, relativo a reforzar la presencia de la Comar en sitios donde se registra un mayor número de solicitudes de refugiados.
Asimismo, garantice la presencia física de un mayor número de oficiales de la Comar en las fronteras norte y sur de México, para asegurar una atención suficiente y adecuada hacia los solicitantes.
En su punto de acuerdo, también solicita a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que, en el marco de las medidas implementadas contra las acciones del presidente de los Estados Unidos, se contemple un incremento en el número de agentes de la Comar.
Hernández Soriano argumentó que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados sólo cuenta con 15 oficiales para garantizar el acceso a una protección internacional de más de 100 mil migrantes detenidos, tan sólo a lo largo de 2015.
Este hecho es alarmante, continuó, toda vez que, de acuerdo con información de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en los últimos años se incrementará la cifra de personas que busquen protección en México.
Señaló que el aumento de las detenciones efectuadas por el Instituto Nacional de Migración (INM) no coincide con el incremento en las capacidades de la Comar, es decir, el INM incrementó sus acciones de control, no así la cantidad de agentes entrenados y capaces de detectar a personas vulnerables que requieren protección internacional.
“La Comar no ha respondido a dicha necesidad, fundamentalmente, por la ausencia de un presupuesto acorde a los retos que enfrenta la institución”, afirmó.
Resaltó que el número actual de desplazados en el mundo es el más elevado desde la Segunda Guerra Mundial. Tan sólo entre 1996 y 2015, se observó un aumento del 75 por ciento, pasando de 37.3 a 65.3 millones como consecuencia de persecuciones, conflictos, violencia generalizada o violaciones a los derechos humanos.
Cabe destacar que, en 2015, los menores de 18 años representaron prácticamente la mitad de la población refugiada, frente al 41 por ciento en 2009.
En sólo cuatro años, de 2011 a 2015, el número total de refugiados se incrementó 55 por ciento, ya que en 2011 la cifra era de 10.4 millones de personas.
“Si bien es cierto que el sistema de protección jurídica internacional y nacional cuenta con los recursos y garantías suficientes para que los derechos de estas personas sean respetados, las políticas y prácticas de los Estados no siempre son congruentes con este marco de protección; de ahí la importancia de este exhorto”, aseguró.
