Entre rumores y posibles reacomodos

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A través de este método, durante las últimas 28 horas ha circulado por redes sociales, notas interesadas con datos curriculares y anotaciones al margen, llamadas y comentarios directos, la versión de que el secretario de Hacienda, José Antonio Meade ya se prepara para ir a suplir al Doctor Agustín Carstens Carstens como Gobernador del Banco de México.

Quienes retransmitieron este mensaje, ubicaron al director de Pemex José Antonio González Anaya, como sustituto de Meade en Hacienda y al director del IMSS Mikel Arreola como nuevo director de Pemex.

Para completar el reacomodo, quienes lo comenzaron a difundir se lo atribuyeron en gran parte al ahora secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, amigo, colaborador principal y alter ego del  presidente Enrique Peña Nieto.    

Como Usted sabe, Carstens adelantó su renuncia  el pasado primero de diciembre, misma que se hará efectiva a partir del 1 de julio de este año.

Es por ello que dentro del Congreso, Cámara de Diputados y Cámara de Senadores, ya comienzan a demandar que el presidente de la República al menos les haga llegar algunas sugerencias respecto del posible sucesor de Carstens, a fin de que en las comisiones y coordinaciones del os grupos, se vayan evaluando esas alternativas.

Otros consideran que Peña Nieto enviará al Congreso en las siguientes semanas la propuesta de Meade como vicegobernador de Bancomex, a fin de que vaya retomando los hilos y conociendo de estrategias y métodos de Carstens y su grupo interno, a fin de que la sustitución sea lo menos traumática para mercados y sistema financiero.

En un absurdo, algunas de las versiones sobre el caso, introdujeron en las especulaciones un supuesto conflicto entre Meade-Videgray y Carstens que podría provocar que don Agustín intentara retrasar su salida del Banco de México para descarrilar la toma de poder de Meade.

Esos comentarios atribuyen a Carsten la siguiente observación:

“En Suiza no están apurados, me dicen que me tome el tiempo que haga falta, el cargo allí es mío”, le habrían dicho.

La verdad es que es risible algo así, porque esos cargos no son a contentillo y al menos yo no veo a Cartens metido en una disputa infantil son su sucesor, una disputa que involucraría necesariamente al presidente Peña Nieto y al Congreso.

 El caso es que Carstens está citado a iniciar en octubre como gerente del Banco Internacional de Pagos con sede en Basilea, Suiza, una institución que no sólo es el banco más antiguo del mundo, sino el eje financiero que da estabilidad monetaria y financiera global a unos 60 bancos centrales de países que representan aproximadamente el 95 por ciento del PIB mundial.

Carstens, quien llegó a la máxima dirección del Banco de México en 2010, había sido promovido hace un par de años como un aspirante a la dirección del Fondo Monetario Internacional, puesto que finalmente quedó en manos de la ex titular de Finanzas de Francia, Christine Lagarde, luego de que su antecesor Dominique Strauss-Kahn fue detenido en Nueva York acusado de asaltar y violar a una camarera de color en un hotel de esa ciudad.

Strauss-Kahn era hasta entonces el precandidato más posicionado del Partido Socialista francés a suceder a Fracois Hollande en la Presidencia de Francia.

Al final, Carstens, dicen, fue llamado a manera de compensación por los grandes banqueros del mundo, a ocupar la gerencia del Banco Internacional de Pagos.

Al dar a conocer su renuncia, Carstens recibió una ola de críticas y recriminaciones que incluso llegaron a la acusación de traición debido a que dejaba la conducción del Banco central de México, justo cuando a la presidencia de los EU llegaba Donald Trump, quien había anunciado en su campaña que sacaría a su país del TLC.

En ese contexto dijo:

“Les comparto que he tomado esta decisión con sentimientos encontrados. Por una parte, una gran alegría y honor por el reconocimiento que supone para mí, para el Banco de México y para nuestro país, por otra parte, no me resulta fácil renunciar al Banxico”.

En todo este entramado, Meade llegaría a Bancomex como parte de un equipo de Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto dentro de un proyecto transexenal, amparado por las condiciones actuales a causa de las acciones e intenciones de Donald Trump desde la presidencia de EU.

Como comentarios adicionales se habla de que un reacomodo de tal nivel, dejaría atrapados en una jugada que no los tiene contemplados, a los actuales vicegobernadores Alejandro Díaz de León –quien afirman se muere de ganas de ser el sustituto de Carstens- a Manuel Ramos Francia, quien no cuenta con apoyos políticos ni contactos en el mundo financiero internacional.

Meade llegaría como vicegobernador amparado por sus propios contactos y con el apoyo del grupo de Pedro Aspe y de Luis Viidegaray, para crear una base de amplio soporte en el mundo financiero mundial a fin de evitar presiones o una indeseable y riesgosa inestabilidad en los mercados internos.

De ahí que algunos consideren que su nominación deberá darse entre hoy y fines de abril, que es cuando concluye el actual período de sesiones del Senado y la Cámara de Diputados.

Esta inclusión de Meade en el Banco de México cumpliría además un objetivo esencial al hacerlo partícipe de los trabajos internos que buscarán disminuir las presiones inflacionarias de los últimos meses.

Sobre todo lo que llevó a la Junta de Gobierno de Bancomex, afirman, a incrementar la tasa objetivo hasta el 6.25%.

Otro elemento es que Meade podría ya participar en las tres reuniones sobre política monetaria que le restan a Carstens al frente del la institución: la del 30 de marzo, el 18 de mayo y el 22 de junio próximos.

Es importante que la sustitución de Carstens se realice con las menores tensiones a fin de que las decisiones que tome en este lapso la Junta de Gobierno de Bancomex, no alteren los impactos crecientes en la atracción de los capitales financieros, ni la evolución de la paridad cambiaria y en las expectativas de crecimiento económico.

En fin que la especulación del cambio y los reacomodos tienen una base fuerte y surgen de centros informados quizá para buscar que cuando se realicen sean aceptados con menos problemas.

NOMBRAMIENTO

Quizá parte de lo anterior, es que el presidente Enrique Peña Nieto envió ayer al Senado de la República el nombramiento de Gerónimo Gutiérrez Fernández, como nuevo embajador de México en los Estados Unidos.

Esta propuesta se aceptó y envió de inmediato a las comisiones unidas de Relaciones Exteriores y de Relaciones Exteriores América del Norte.

En forma adicional se adjuntaron 25 carpetas informativas para apoyar el nombramiento, se indicó.

Este nombramiento deberá ser resuelto en los siguientes días por los senadores a fin de llenar el cargo en un momento en que desde Washington llegan las peores noticias.