Dos diabólicas maldiciones

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No estoy muy seguro que los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos no tengan razón al manifestarse en contra del libre comercio y la globalización.

Ambas han servido para enriquecer exponencialmente a las grandes corporaciones que manejan muchas empresas industriales, comerciales y de servicios alrededor del mundo.

Libre comercio viene siendo la imposición del que tiene más saliva y que por lo tanto traga más pinole; globalización es  el triunfo de los capitales sin patria por sobre específicamente las economías periféricas como México y las ya desaparecidas BRIC. La República Popular China, gracias a sus salarios de miedo, es la economía más globalizada, muy por encima de la de Estados Unidos.

Así que, salvo una que otra trasnacional asentada en el país, yo no veo dónde están los beneficios del libre comercio y la globalización. El empleo está muy mal remunerado¸ el desempleo crece, la pobreza crece, la extrema pobreza y el hambre se enseñorean.

No veo dónde están los beneficios del libre comercio y la globalización, esos beneficios de  los que alardeaban los seudo neoliberales mexicanos como Carlos Salinas de Gortari y ahora Enrique Peña Nieto.

Ni siquiera del neoliberalismo, en toda su extensión, sólo se ha aplicado para mantener pobres a los pobres y crear mayor número de pobres, para mantenerse en el poder, mediante dádivas como una sopa maruchan o una tarjeta de Soriana. En vez del neoliberalismo se ha aplicado la chapucracia, la raterocracia, y actualmene la tolucocracia y la tolucocracia, para obtener negocios ilícitos de fácil manejo, como los centros comerciales. Y los beneficiarios, supinos beneficiarios, son los de Atracomucho y sus ad lateres de la vientocracia.

Por eso digo que tanto Hillary Clinton como el alocado güerejo, Donald Trump, a quien nadie debe menospreciar, desplieguen un discurso anti apertura comercial que refleja el mismo ánimo que existe a nivel global en el que se cuestiona el libre comercio, que lamenta el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría.

En Estados Unidos, como en las grandes potencias, se ve una “pérdida de liderazgo”, producto de problemas económicos que generan aumento de desempleo y de desigualdad, lo que lleva a discursos extremistas y a una fragmentación política.

José Ángel Gurría Treviño pinta muy claramente la situación mundial al afirmar que estos mensajes se escuchan y observan en muchas partes del mundo, porque por la situación económica hay surgimiento de partidos políticos de extrema izquierda o derecha, debilidad en el liderazgo de las grandes potencias y muchas dificultades para lograr la gobernabilidad.

Y es que, en realidad las maldiciones del libre comercio y la globalización han sido mayores que sus beneficios. “Estamos perdiendo la batalla de para qué sirve el libre comercio y de por qué tener un comercio abierto ayuda. Porque en el caso de México se ha multiplicado en más de seis veces el intercambio comercial, de cómo por el libre comercio se tienen los mejores sueldos en el sector exportador”, principalmente, expuso. Mentira.

La globalización, advirtió, pierde espacio entre la opinión pública, como se vio en el referéndum de Reino Unido, donde después de 40 años de integración se decidió dejar la Unión Europea, el llamado Brexit. Si hubiera elección en Francia las encuestas dicen que ganaría la extrema derecha; está la decisión de Colombia de rechazar el acuerdo de paz, dijo. “La elección americana en particular es un reflejo de lo que pasa a nivel global, en donde los candidatos y funcionarios en funciones les parece políticamente correcto sembrar dudas porque parece que es políticamente caro defender el libre comercio”, dijo Gurría.

Lo cierto es que, pese a lo que afirme José Ángel Gurría, cuyo papel es defender libre comercio y globalización, por mandato y no por iniciativa propia, estos fueron un fiasco, un engaño, y no sólo para los países periféricos sino para las grandes potencias, como los Estados Unidos, la Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Rusia.

Por ejemplo este año no habrá Acuerdo Trasatlántico entre Estados Unidos y la Unión Europea. Además están los “dos accidentes mayúsculos”: el Brexit y la negativa al acuerdo de paz de Colombia. Pero qué tiene que ver el no de la derecha a la firma de la paz del gobierno colombiano con las FARC-EP.