El lunes próximo será de recuento no sólo de votos, sino de hechos.
Los votos definirán la renovación de 9 gobernadores, 500 diputados federales (300 de mayoría y 200 pluris), 16 delegados en la capital del país, 66 asambleístas, 1,009 alcaldes y 387 diputados locales.
Los hechos dirán si el país está o no realmente en una crisis de gobernabilidad que requiere de cambios y acciones mayores.
De los resultados electorales los expertos y autoridades prevén una saturación sin precedentes en número y alcances, de recursos judiciales que se presentarán ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Los constantes señalamientos, disputas, cuestionamientos de partidos y candidatos en prácticamente todos los procesos en curso, prevén una judialización casi total de estos comicios.
Los hechos señalan que de las 32 entidades que integran la república, en 2 –Oaxaca y Guerrero-, podría presentarse por primera vez la anulación parcial o total del proceso electoral en estas entidades debido a las acciones de violencia y vandalismo escaladas al extremo por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la temible CNTE.
Asimismo suman en este recuento de hechos las acciones cada vez más acotadas del crimen organizado, y la consecuente ejecución de al menos 21 políticos durante el proceso electoral, entre ellos candidatos, coordinadores y activistas de campaña, funcionarios o exfuncionarios, militantes, familiares o acompañantes de estos.
RECLAMO
Lo primero que habrá que revisar el lunes próximo, es el reclamo ciudadano de un cambio profundo de actitudes, políticas y visiones.
En el país hay un inocultable e ineludible hartazgo ciudadano. No pocos mexicanos reclaman cambios, acciones contundentes del presidente Enrique Peña Nieto y de las instituciones, todas las instituciones y su sociedad.
De entrada nadie entiende por qué frente al crimen organizado el Gobierno Federal despliega operativos contundentes y deja hacer y deshacer a la CNTE. Los ciudadanos no comprenden por qué caen los más reconocidos y temibles capos sin disparar un tiro, luego de un amplio trabajo de inteligencia, y el Gobierno no detiene a los responsables de la anarquía y constantes delitos, destrozos y ataques a ciudadanos, empresas e instituciones dirigidos y ordenados por la dirigencia de la CNTE.
Es simplemente bochornoso repasar las escenas del desalojo del Ejército de instalaciones del INE en Oaxaca. Es un acontecimiento inaceptable.
LA CNTE
No sé si alguien en el INE lo dijo, pero de repente surgió brutal, la frase: la CNTE es peor que el crimen organizado.
Surgida en el 17 de diciembre de 1979 en Chiapas como una respuesta a la antidemocracia que había en ese momento en el SNTE bajo el liderazgo de Carlos Jonguitud Barrios, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones Democráticas, la CNTE se ha convertido en uno de los peores instrumentos de la antidemocracia.
Corrompida al extremo por líderes que la usan para acumular grandes fortunas mientras que la masa de maestros que pertenecen a ella continúa en la miseria y el atraso, la CNTE es el principal elemento del rezago en las entidades donde mantienen su influencia: Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán.
El rezago educativo en esas entidades es el peor en el país y en el mundo esencialmente a causa de los paros e inasistencias de los maestros. Cuenta también que ellos mismos viven en el atraso al resistirse a todos los programas de capacitación y evaluación educativa.
Así durante los últimos 36 años en estos estados han surgido generaciones de alumnos poco preparadas lo que repercute en el rezago, la marginación y la pobreza en estas entidades.
La CNTE ha creado un círculo vicioso de paros, marchas, mítines, plantones con los cuales presionan para obtener aumentos salariales, prebendas, bonificaciones y una negociación con los diferentes gobiernos en las que han echado abajo todas reformas y actualizaciones educativas.
Trabajan poco y ganan mucho. Son todos sus miembros profesionales de la protesta, el vandalismo y la violencia.
Hoy mismo, a través de sus presiones y violencia, destrucción y agresiones, vuelven a mantener bajo estado de sitio a Oaxaca y a Guerrero.
Algo habrá de ocurrir a partir del lunes próximo alrededor de la CNTE. No es posible que Oaxaca y Guerrero y el país entero, sigan secuestrados por este grupo que como una mancha aceitosa igual se expande hasta las principales arterias y plazas de la Ciudad de México.
REFORMA POLÍTICA
En las reflexiones y recuentos del día después, a partir del lunes las dirigencias y militantes de los partidos políticos que sean ratificados por el voto, tendrán que hacer una revisión profunda al sistema político y decidir si van a oootra Reforma Política y Electoral.
Lo único cierto es que ninguno de ellos está conforme con el sistema político y electoral que ellos mismos crearon y bajo el cual corrieron y se calificarán estas elecciones.
De entrada la mayoría de ellos descalifica o cuestiona la actuación del INE y de sus consejeros. Y al hacer sus reclamos eluden la autocrítica. Simplemente no reconocen que fueron ellos quienes crearon este instituto y quienes escogieron a estos consejeros, igual que las normas y leyes electorales vigentes.
Pero no sólo eso. Las dirigencias de los partidos y sus cuadros dirigentes en todo el país deberán entrar en una profunda autorevisión y autocrítica a partir de reconocer que el rechazo a partidos, políticos, legisladores y gobernantes es ya una ola de la cual no pueden escapar.
Gane o no Jaime Rodríguez, El Bronco, en Nuevo León, lo cierto es que este expriísta ya triunfo y logró su pase a ligas mayores.
Demostró que en adelante los candidatos independientes o ciudadanos podrían aspirar a todos los cargos de elección con grandes posibilidades de triunfar.
Hay quienes dicen que lo mejor que le podría pasar a El Bronco es que no gane en Nuevo León, porque –cierto o no-, quedaría la percepción de que le robaron la elección y entonces estaría ya, desde ahora mismo, colocado en el primer lugar de las presidenciales de 2018.
Si gana la gubernatura neolonesa entonces estaría en riesgo no sólo el sistema de partidos sino todo el sistema político. Ese triunfo obligaría ahora sí a una profunda reforma electoral y política, una reforma al Estado, para regular el reparto del poder por la vía institucional, a través de candidatos independientes y no bajo el predominio de partidos.
Con seguridad los ojos del mundo entero estarían en México y sus cambios.
Sobre todo luego de lo que ocurre hoy mismo en España, donde los partidos emergentesPodemos y Ciudadanos no ganaron las elecciones municipales de hace unas semanas, pero impidieron que las ganaran los dos grandes partidos tradicionales: Partido Popular (similar al PAN mexicano) y el PSOE.
Podemos y Ciudadanos están hoy en el centro de la atención de España y el mundo, porque de ellos depende que formen gobierno en las casi 9 mil alcaldías españolas o el conservador PP o el izquierdista PSOE.
Los porcentajes que Podemos y Ciudadanos tienen, son esenciales para que PP o PSOE formen gobiernos municipales en las principales ciudades de España, con vistas a las elecciones generales de las cuales saldrá un nuevo Presidente de España, previstas a realizarse a fines de este año.
No hay que olvidar que Podemos y Ciudadanos, con apenas un año de haber nacido, surgieron del hartazgo ciudadano y del movimiento de Indignados de hace apenas 3 o 4 años.
Un hartazgo muy similar al que se vive hoye mismo en México en contra de partidos, legisladores y gobernantes.
Eso es parte de lo que nos espera a partir del lunes.
