Ha trascendido en medios y cuartos de baños una meada a la Doctrina Estrada que profesaba don Isidro Fabela, como es la urgencia escatológica de que fuese designada por el canciller Pepe Meade a la señora Gabriela Rojas de Pascual, como agregada del CiSEN en la embajada mexicana en Washington DC.
Que doña Gabriela es hija del destacado mexiquense Francisco Rojas Gutierrez, que con gobiernos del PRI dirigió la secretaria de la Contraloria de la Federación (SECOGEF) y el organismo público Petróleos Mexicanos (PEMEX); y durante el sexenio de la tonta y cruenta guerra calderónica, la señora Rojas estaba casada con Antonio Tony Vivanco siendo el coordinador de asesores del comandante supremo de esa guerra desde la presidencia, quien luego hizo al Tony director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Que la señora Gabriela Rojas se divorció del panista Vivanco tras enamorase del fisico-culturista cubano-americano Carlos Pascual, siendo éste embajador estadunidense en México; habiendo trascendido que por ese affaire con dicha dama, lo expulsó el presidente Calderón del País.
Que como quiera que sea, ha trascendido que ya señorita otra vez la traviesa Gabrielita Rojas se casó en segundas nupcias con el Pato Pascual nacido en Cuba y quien ahora en Washington DC es el encargado de los asuntos energéticos de la cancillería norteamericana; ah, su suegro el priísta mexiquense Paco Rojas, hoy dirige para la presidencia peñista la CFE, o sea, la poderosa empresa pública de energía eléctrica; y ha trascendido que el matrimonio Pascual-Rojas viene al DF con el presidente Barack Obama, que va a cenar con el presidente Enrique Peña este 2 de mayo, para re-estrenar la residencia oficial de Los Pinos, no es visita de Estado. Uff
