Peña Nieto protesta como presidente en medio de reprobación de diputados opositores

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 “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y la prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande”.

Una vez que Felipe Calderón, le entregó la banda presidencial al presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Murillo, éste se la dio a Peña Nieto, quien se la colocó y posó para los presentes en el recinto legislativo. Después se entonó el himno nacional. El nuevo presidente salió rumbo a Palacio Nacional.

Antes de iniciar la sesión de Congreso General, en un recinto legislativo completamente sellado por un operativo militar—policiaco con cooperación de las fuerzas policiales del Distrito Federal, a cargo de Marcelo Ebrard, ya había reportes de enfrentamientos entre esos elementos y manifestantes, uno de ellos seriamente lesionado, a las afueras de San Lázaro.

Media hora después de la convocatoria para la sesión de este sábado, el lado derecho de la tribuna estaba ocupado técnicamente por un grupo de diputadas, que se distinguían con una bufanda roja, con el propósito de impedir que los diputados del PRD, PT y Movimiento Ciudadano ocuparan la tribuna.

El presidente de la Mesa Directiva, Jesús Murillo Karam hizo casi oídos sordos a los reclamos de los legisladores de esas bancadas, y les hizo saber que era tolerante, pues, a ellos también les había permitido poner, en la pared derecha del salón de plenos, una manta que decía: “Imposición Consumada, México de Luto”.

Así inició la sesión solemne. En los posicionamientos, el priísta el diputado Heriberto Galindo Quiñones destacó que esta ceremonia solemne marca el inicio de una etapa nueva en la vida de México. Los electores, dijo, mandataron al nuevo Presidente de la República a recuperar la paz y disminuir la violencia, y a lograr un crecimiento económico que multiplique la creación de empleos formales y modifique la distribución del ingreso.

También, agregó, a combatir la pobreza y la desigualdad, a innovar y a mejorar la educación, acabar con los privilegios fiscales, defender y modernizar el patrimonio nacional, ampliar la seguridad social y los derechos políticos y recuperar el liderazgo de México en el concierto internacional.

Aseguró que los mayores retos residen en formar nuevos, vigorosos y duraderos consensos, y en particular, con visión de futuro las transformaciones inevitables y las grandes reformas. “Quienes no abracemos el cambio transformador corremos el riesgo de quedarnos a la zaga del progreso y de la historia. Por ello, saludamos y respaldamos el Pacto por México, que está por firmarse entre las diferentes fuerzas políticas”.

Galindo Quiñones convocó a todas las fuerzas políticas a dejar atrás las tensiones de la competencia electoral y superar las confrontaciones, así como dar prioridad a los intereses de la nación antes que los personales o lo partidistas. Se pronunció por un cambio en las políticas públicas en materia energética, económica y de seguridad pública entre otras.

Por su parte, el senador Francisco Domínguez Servién (PAN) hizo votos porque el Congreso General, en esta toma de posesión del Presidente de la República, marque el inicio de una nueva era en la vida política de México en la que se salvaguarden los avances conseguidos en los últimos 12 años.

“Más que una oposición seremos una fuerza política que apostará por la construcción de acuerdos, para impulsar las reformas y leyes que conduzcan a México hacia un mejor futuro”, afirmó.

Recalcó que apoyarán las causas y proyectos del gobierno entrante, cuando así se amerite, “pero no renunciaremos a nuestros principios, ni daremos cheques en blanco. Vigilaremos estrechamente el desempeño del Poder Ejecutivo, lo que hará valer, hasta ahora, una auténtica división, equilibrio y colaboración de Poderes”, dijo.

Se pronunció por mantener un diálogo abierto para alcanzar acuerdos con todas las fuerzas políticas, a fin de concertar las reformas estructurales que requiere el país, “siempre con respeto a la democracia, a la transparencia, la rendición de cuentas y los derechos humanos”.

Por su parte, el senador Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta (PRD) mencionó que el interés superior de la República requiere del diálogo, pues la integración de una agenda nacional implica trabajo conjunto de gobierno y sociedad.

“Las prioridades no pueden definirse desde un partido o un poder; se requiere de un verdadero acuerdo que permita la reconciliación de las mexicanas y mexicanos con las instituciones del Estado e identifique las grandes tareas como país y que sume a la sociedad a estos esfuerzos y sobre todo que incida positivamente en el bienestar”, afirmó.

Mencionó que el PRD dedicará todos sus esfuerzos para convertirse en una alternativa socialmente útil y abierta a la sociedad; un partido que haga propuestas, que sea promotor del diálogo, de la discusión seria, fuerte y responsable; de la construcción de acuerdos con todas las fuerzas políticas, con el gobierno y, sobre todo, con la sociedad.

Dijo compartir la visión que considera que la política debe ser una herramienta útil para alcanzar el bienestar de la sociedad. “Hablamos de trabajar para las personas y no para las estadísticas. Me refiero a alejarnos de las frías cifras y concentrarnos en las aspiraciones, en las esperanzas de las mujeres y hombres de carne y hueso que habitan en nuestro país”, subrayó.

El diputado Ricardo Monreal Avila, del Movimiento Ciudadano, señaló que termina un gobierno espurio e inicia la pesadilla de la imposición y la ilegitimidad”. Hoy inicia es “la restauración, la vuelta al pasado, el regreso en ‘U’. La etapa que hoy se inicia en el país está lejos, muy lejos del ánimo nacional que despertó el Movimiento de Independencia de 1810”.

Monreal Avila dijo que “hoy se respira en el país es regresión, reversión, involución. Este primer evento político es ilustrativo y premonitorio”, y se refirió “al Estado de sitio a la sede del Poder Legislativo”.

Responsabilizó al PRI y al PAN de “elevar a rango constitucional la corrupción, la deshonestidad y la impunidad. PRI y PAN han sido una portentosa fábrica de pobres. El priismo heredó el PAN 13 millones de mexicanos en pobreza extrema. El PAN le entrega hoy al PRI 12 millones de nuevos pobres. 25 millones de mexicanos que sobreviven con dos dólares al día, es decir, el PRIAN produce un millón de nuevos pobres por año”.

Luego, añadió, “en 25 años los gobiernos del PRI y del PAN dispusieron de la renta petrolera más alta en la historia económica de México. Más de 15 billones de pesos, equiparables sólo con la riqueza que extrajo la corona española de la Nueva España. En qué lo gastaron. En una sola expresión se los digo: corrupción y dispendio”.

En un cuarto de siglo, aseveró, la democracia no se ha traducido en progreso y bienestar para el país por una poderosa razón: PRI y PAN hicieron de la transición una transacción cuando se promueven reformas que benefician a las elites políticas y económicas, no a los ciudadanos.

Indicó que continuarán con su lucha de transformar a México. “Seguiremos señalando con razón y argumentos que la justicia en México se vende al mejor postor. Que los ministros, consejeros y magistrados son nombrados por cuota política, despreciando la honestidad y talento de jueces y académicos rectos, que es una justicia putrefacta la que ustedes encabezan”.

En su turno, el diputado Ricardo Cantú Garza, del Partido del Trabajo, acusó al gobierno que hoy inicia de ser “ilegítimo de origen, en virtud de que el candidato del Partido Revolucionario Institucional no ganó la elección el 1 de julio sino que la compró. A lo largo y ancho del país se dio la compra del voto con la entrega de monederos emitidos por diferentes empresas privadas, que de por sí mismos constituyeron una aportación ilegal a los partidos y al candidato.

El gobierno que hoy inicia será representante de los poderes fácticos en la titularidad del Poder Ejecutivo, su actuación corresponderá a la defensa de los intereses económicos que lo llevaron a la Presidencia de la República y no al interés superior del pueblo de México, añadió.

Al referirse al cerco impuesto al Palacio Legislativo de San Lázaro, comentó que “los diputados y los habitantes de las inmediaciones de este Palacio hemos vivido la magnitud del miedo que tiene el nuevo gobierno a la población. Este cerco es inconstitucional, pues viola una de las más elementales garantías individuales, la libertad de tránsito”.

Consideró “urgente dar respuesta a las demandas de los mexicanos que están sumidos en la pobreza y en la marginación. Estamos a tiempo de promover una transformación pacífica que renueve las instituciones y que brinde oportunidades a los mexicanos que han sido excluidos de la riqueza social por 30 años de neoliberalismo”.

Lucila Garfias Gutiérrez, del Partido Nueva Alianza, quien dijo que la segunda alternancia abre un nuevo horizonte político para la nación. Nos ofrece la oportunidad a todos los actores de catalizar los esfuerzos y energías sociales paralizadas por la decepción y darles un nuevo cauce que apunte hacia el desarrollo y el bienestar social.

La legisladora observa “claras muestras de hartazgo y cansancio social, con la situación en la que vivimos, pero también lo es que se percibe un ambiente de cambio y deseos de transformación para construir juntos el México próspero, libre y plenamente democrático al que aspiramos”.