Congresista observa niveles inaceptables de violencia política contra mujeres

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Mujeres
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Ciudad de México, México.– Los partidos políticos deben abrir mayores espacios de participación para las mujeres, así como incrementar las medidas de seguridad cuando busquen ocupar un cargo de elección popular, ya que el año pasado durante el proceso electoral fueron asesinadas 17 candidatas, dijo la diputada independiente Luz Estefanía Rosas Martínez.

Manifestó que este panorama revela la situación por la que atraviesa el sector femenino en la política, “hemos visto cómo quienes detentan el poder han resistido con todo para que las mujeres accedamos a los espacios de toma de decisiones, esta violencia ha alcanzado niveles inaceptables”. 

Rosas Martínez, afirmó que en estados como Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Colima, Zacatecas y Sonora la violencia política contra las mujeres es considerada como delito.

Destacó que el estado de Guerrero encabeza la lista de las entidades donde hay mayor riesgo para las mujeres que hacen política, seguido de Puebla y tercero de Oaxaca. Además de la Ciudad de México, Veracruz y Michoacán que se ubicaron en el cuarto, quinto y sexto lugar respectivamente.

Señaló que el principal tipo de violencia que se vive son expresiones discriminatorias (41 por ciento), amenazas (20 por ciento), desprestigio (16 por ciento), suplantación o robo de identidad (siete por ciento) y difusión de imágenes íntimas sin consentimiento (dos por ciento).

También víctimas de acoso (dos por ciento), extorsión (dos por ciento), difusión de información personal sin consentimiento (uno por ciento), así como monitoreo y acecho (uno por ciento). En el ocho por ciento de los casos se desconoce el tipo de violencia reportada.

Ante este panorama, la diputada por la Ciudad de México, pidió a las autoridades de seguridad comprometerse a reforzar las acciones de investigación para esclarecer los casos de violencia política y que se sancione a los responsables.

Agregó que a pesar de los avances en los últimos años en cuanto al reconocimiento y ejercicio de los derechos político-electorales de las mujeres, continúa siendo un problema insertado estructuralmente, reflejo de la discriminación y los estereotipos.