Ciudad de México, México.— En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) chocan PRD y Morena, en algunos casos llegaron a los golpes dos diputados de esas organizaciones políticas, por las diferencias en un dictamen que pretenden los perredistas y aliados entregar a la empresa Veolia un contrato por 30 años de 109 mil millones de pesos en detrimento de los capitalinos, argumentan morenistas.
La validez legal de una moción suspensiva y la misma discusión del dictamen ocasionó la gresca entre ambas bancadas parlamentarias en el recinto de Donceles. Los perredistas acusaron a la presidenta de la Mesa Directiva, la morenista Flor Ivone Morales Miranda de no respetaba los procedimientos parlamentarios, por lo que fue destituida del cargo e impusieron en el cargo al legislador del PVEM, Fernando Zárate. En ese momento los morenistas ocuparon la tribuna con pancartas que hacían referencia a la corrupción del asunto.
Para los morenistas el dictamen no fue aprobado con todas las formalidades legales del caso, mientras que para los perredistas el asunto está avalado por ese cuerpo legislativo.
La discusión entre ambas bancadas parlamentarias subió de tono y los reclamos en contra Morales Miranda, señalándola de favorecer en el uso de la palabra a Morena en detrimento de los legisladores de los otros grupos y de no llevar la sesión conforme al Reglamento.
Morales Miranda todavía presidenta de la Mesa Directiva dio por terminada la sesión, aunque faltaba votar el dictamen que se iba a discutir y estaba pendiente la comparecencia del consejero jurídico del gobierno capitalino, Manuel Granados.
Por la destitución de su compañera, los morenistas tomaron la tribuna con mantas alusivas a supuestos actos de corrupción, pues alegaban que la construcción de la planta sólo representaba un negocio, al tiempo que demandaban que los remanentes fueran canalizados a la reconstrucción de la ciudad.
La respuesta no se hizo esperar y diputados del PRD subieron a increpar a los legisladores de Morena, quienes forcejeaban para impedir que les arrebataran las mantas que tenían preparadas en contra de la planta.
Las diputadas Francis Pirin del PRD y Citlalli Hernández de Morena se trenzaron de los cabellos y empezaron a forcejear, mientras los demás se empujaban unos a otros.
Rebeca Peralta del PRD y Nury Ruiz Ovando de Movimiento Ciudadano se abrían paso entre los morenistas que resistían los embates y se defendían como podían, tratando que no les arrebataran sus mantas.
En la discusión del dictamen, el coordinador de la bancada de Morena en la Asamblea Legislativa, César Cravioto Romero, presentó una moción suspensiva en contra de la aprobación del asunto.
El legislador sostuvo que ante la situación de emergencia en la que se encuentra la Ciudad de México por el sismo del pasado 19 de septiembre, la Asamblea Legislativa no puede comprometer recursos para ningún otro tema que no sea la de atender a la reconstrucción.
Y menos aún, subrayó Cravioto, cuando se obligaría al Metro a comprar a sobrecosto la electricidad por 30 años, además de pagar un sobreprecio para trasladar la basura a la planta y un sobrecosto para la propia construcción de la planta.
En suma, estamos haciendo un Odebrecht para la Ciudad de México.
Esta soberanía, destacó el coordinador, no puede someter a discusión y aprobación un dictamen que implica la operación financiera más cuantiosa que jamás haya sido aprobada para la Ciudad de México.
Subrayamos que esta Asamblea ni puede ni debe aprobar dictámenes que contienen graves vicios legales, señaló Cravioto, quien agregó:
“El dictamen carece de la autorización del Órgano Colegiado del Sistema de Transporte Colectivo Metro, único autorizado legalmente para decidir sobre el destino de los recursos remanentes del fideicomiso f/1509provetren”.
En el dictamen, aseguró el diputado de Morena, no obra ni se cita el acta correspondiente a la sesión del Consejo de Administración.
Además, hizo hincapié en que el contrato entregado a la empresa Veolia olvida que ésta enfrenta denuncias por corrupción y por ser muy contaminante.
Si votamos a favor estaríamos siendo cómplices de un proyecto que compromete las finanzas de la capital en los próximos 30 años. Y seríamos corresponsables de un acto de corrupción de tal magnitud que no tiene antecedentes similares en la entidad, explicó Cravioto.
En este marco, el diputado José Alfonso Suárez del Real advirtió que en 30 años la tecnología puede cambiar de manera radical. No nos vaya a pasar, manifestó, lo que ocurrió con la adquisición de autobuses de doble piso que resultaron inútiles para las circunstancias de la ciudad.
Hoy es el tiempo de la reconstrucción, y cualquier remanente de recursos financieros debe destinarse a esta tarea, enfatizó el legislador de Morena, quien concluyó: “Cuando hablo de reconstrucción también me refiero al Sistema de Transporte Colectivo Metro porque todos sabemos que la línea 12 enfrenta serios problemas.
Al terminar la intervención de Cravioto, los legisladores de otros partidos, sobre todo del PRD, afirmaron que la moción suspensiva no tenía validez puesto que, según ellos, no se había presentado la versión escrita a Servicios Parlamentarios, como establece el reglamento de la Asamblea.
Al respecto, Suárez del Real aseguró que él, de manera personal, entregó el documento a la oficina de Servicios Parlamentarios. Decir que no existe el documento no es otra cosa que una “vulgar chicana a la cual ni yo, ni Morena, nos prestaremos”.
