Avalan diputados con cambios reforma política del DF; regresa al Senado

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Cámara de Diputados
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El presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva, dijo que ésta es una reforma histórica, expresó sus felicitaciones al Pleno y estimó que este periodo ordinario de sesiones se va cerrando “bastante bien”.

El documento, aprobado con 386 votos a favor, 33 en contra y una abstención, en lo general, se devolvió al Senado de la República para sus efectos constitucionales.

El dictamen a la minuta establece el cambio del nombre del Distrito Federal por el de Ciudad de México, la cual tendrá su propia Constitución Política que regirá la conducción del estado y proporcionará estabilidad a las reglas que determinan la forma en que se ejerce el poder público por parte de los Órganos Legislativo, Ejecutivo y Judicial de la capital.

Asimismo, dotará a la ciudad de una herramienta política para reconocer y proteger los derechos fundamentales, preservar las libertades y dotar de seguridad a la sociedad del aún Distrito Federal.

Se precisa que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se convertirá en un Congreso Local, por lo que adquirirá la facultad para aprobar o rechazar reformas constitucionales, a la vez que democratizará su forma de gobierno, debiendo establecerse para ello en la Constitución Política de la ciudad las normas para garantizar el acceso de todos los grupos parlamentarios a los órganos de gobierno del Congreso Local y a los de mayor representación, como la presidencia de los mismos.

El Pleno aceptó las modificaciones propuestas por la Comisión de Puntos Constitucionales al artículo 41 de la Carta Magna, para establecer que el financiamiento público para el sostenimiento de las actividades ordinarias de los partidos políticos permanentes se fijará anualmente, multiplicando el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por el 65 por ciento del valor de la Unidad de Medida y Actualización.

Asimismo, estuvo de acuerdo con cambiar el Artículo Séptimo Transitorio del dictamen para señalar que el Consejo General del Instituto Nacional Electoral emitirá la convocatoria para la elección de los diputados constituyentes a más tardar dentro de los siguientes 15 días a partir de la publicación del decreto.

Al fundamentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, diputado Daniel Ordoñez Hernández (PRD), explicó que este proyecto propone la modificación de 54 artículos de la Carta Magna.

Destacó que entre los aspectos más importantes del dictamen está el que la Ciudad de México tendrá su propia Constitución Política; la eliminación de la figura jurídica de las jefaturas delegacionales y la creación de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, las cuales serán encabezadas por un alcalde y por concejales.

Por otra parte, agregó, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se convertirá en Congreso local, por lo que adquirirá la facultad de aprobar y rechazar reformas constitucionales, como ocurre con el resto de los Congresos de los estados, y así va a formar parte del Constituyente Permanente.

El Ejecutivo local, dijo, podrá nombrar y remover libremente a su titular de la Secretaría de Seguridad Pública y a su procurador general de Justicia. Por lo tanto, se elimina la facultad del Senado para remover de su cargo al jefe de Gobierno o designarlo en su caso.

En lo referente a la administración pública de la Ciudad de México, se establece que será centralizada y paraestatal, en tanto la Hacienda Pública de la Ciudad y su administración serán unitarias, detalló el diputado.

Al fijar el posicionamiento de su grupo parlamentario, el diputado Braulio Mario Guerra Urbiola, del PRI, mencionó que la reforma es “categóricamente democrática y profundamente legítima”, porque la Ciudad de México tiene dos dimensiones: es el asiento de los poderes federales, pero al mismo tiempo ocupa a las autoridades locales que requieren de su competencia y de sus facultades en materia política y administrativa.

Hizo énfasis en la transformación de la asamblea legislativa a un órgano soberano, que participará en las grandes transformaciones y modificaciones del país. Reconoció también el trabajo de la Comisión de Puntos Constitucionales para llegar a la reforma que requiere la Ciudad de México, “con la participación legítima de los Poderes de la Unión, del Congreso y de la Presidencia de la República, en el ejercicio de la soberanía”.

El diputado Héctor Barrera Marmolejo, del PAN, reconoció que la reforma constituye un hecho histórico, porque será la última ocasión que el Congreso de la Unión legisle sobre el tema. Se trata, dijo, de ampliar los derechos políticos de los habitantes, sin soslayar las responsabilidades como sede de los poderes federales.

Lamentó que las facultades de las alcaldías queden limitadas, lo que irá en detrimento de los capitalinos. Además, agregó, a diferencia de los municipios, las alcaldías tendrán un papel muy restringido para mejorar vialidades, construir infraestructura y concesionar servicios públicos.

A nombre del PRD, la diputada Cecilia Soto González afirmó que la reforma saldará una deuda histórica con los capitalinos, a quienes se les negó desde 1928 ejercer sus derechos políticos básicos. “Resulta irónico que a la concentración humana de ciudadanos más politizados, más informados, mejor organizados, más progresistas y libertarios, se les hayan negado derechos de los que el resto de los ciudadanos gozan”, comentó.

Avalar el dictamen con mayoría calificada, refirió, demostrará al ciudadano, que mira con escepticismo, que “está por delante el interés de 9 millones de capitalinos por sobre las diferencias políticas de los partidos”.

La diputada Lorena Corona Valdés (PVEM) indicó que se trata de una de las reformas constitucionales más importantes de los últimos años, con la cual se crea la figura de las alcaldías dentro de la Ciudad de México, integradas por un alcalde y concejales, que serán de los partidos políticos que resulten vencedores en los comicios, lo que permitirá tener un contrapeso real de las fuerzas políticas en las demarcaciones territoriales.

“Con esto se da un paso firme para la supervisión de la Función Pública, así como del uso y destino de los recursos públicos al ser transparentados mediante el sistema de contrapesos políticos. Atrás quedarán los años de corrupción, la falta de transparencia e inequidad en la distribución de recursos, que tanto daño le ha causado a la ciudadanía del Distrito Federal”, abundó.

El diputado Virgilio Caballero Pedraza (Morena) opinó que con la reforma política el Distrito Federal pasará a ser la Ciudad de México, pero continuará siendo una entidad federativa de segunda, toda vez que el artículo 122 constitucional le mantiene un trato de excepción.

“Si se pretendiera generar una verdadera reforma política, se le daría el mismo trato que a las demás entidades federativas y se le incluiría en el artículo 116 constitucional que regula la estructura orgánica de todas y cada una de ellas. Asimismo, contraviene el principio de soberanía para definir y elaborar su Constitución, ya que se privilegian las facultades del Ejecutivo y del Legislativo”, detalló.

René Cervera García, de Movimiento Ciudadano, señaló que su bancada aspira a la auténtica transformación de la Ciudad de México, a la recuperación de sus libertades y a la suma de derechos para quienes nacieron y viven aquí, así como a un nuevo andamiaje institucional que le dé gobernabilidad democrática, funcionalidad y visión de futuro.

Consideró que la reforma tiene como pieza central la modificación al 122 constitucional que, como está planteada, es el acotamiento autoritario a la facultad soberana de la ciudad, en beneficio de quienes representa. Asimismo, añadió, el Constituyente se integrará con un método mixto, que no es completamente democrático y refleja el veleidoso acuerdo de los partidos políticos de siempre.

El diputado José Bernardo Quezada Salas, de Nueva Alianza, consideró que la minuta representa un trabajo de concordancia que implica la reforma de 50 artículos constitucionales, que reconocen a la Ciudad de México como entidad federativa autónoma concerniente a su régimen interior y su organización política y administrativa.

Aprobar esta reforma constitucional, dijo, permitirá construir el nuevo proyecto de ciudad que se requiere para afrontar los grandes retos que enfrenta la capital. “Creemos que el Congreso Constituyente que se erija, deberá observar también equidad de género en su composición, tanto en los diputados que se van a designar, como en las listas que propongan los partidos”.

El diputado Hugo Eric Flores Cervantes, de Encuentro Social, destacó a la reforma política como el cambio institucional administrativo y de diseño en el gobierno de la capital, con la transformación de las delegaciones en alcaldías que dota de mayores herramientas a la autoridad para atender demandas y necesidades ciudadanas.

Consideró que el debate debe centrarse en un nuevo esquema de representación que termine con el último reducto de las decisiones unilaterales: delegaciones políticas. “Tenemos que revisar también la facultad que se le quita al Senado en torno a la remoción del Ejecutivo local por causas graves, así como un sistema de reemplazo inmediato en caso de ausencia, considerando las figuras de provisional, interino o sustituto”.

Durante la discusión, el diputado Jorge Álvarez Maynez (Movimiento Ciudadano) se pronunció por una reforma profunda y consideró que los ciudadanos del Distrito Federal tienen el derecho de votar en un referéndum si quieren o no esa constitución. Adelantó que plantearían el tema de la revocación de mandato.

En su turno, el diputado Rodrigo Abdala Dartigues (Morena) consideró una buena noticia que los ciudadanos de la Ciudad de México tengan su propia constitución; sin embargo, malo que ésta sea elaborada por personajes ajenos a la dinámica progresista de esta gran ciudad. Propuso que las cien personas que integren el Congreso constituyente, sean electos por mayoría.

Del PAN, el diputado Santiago Torreblanca Engell indicó que esta minuta logra la democratización de lo que hoy es la Asamblea Legislativa, en un congreso local, plural, con reglas claras para la integración de su mesa directiva que dejará de ser Comisión de Gobierno. Asimismo, abre la posibilidad de que se ciudadanicen tanto la Contraloría como los órganos autónomos.

La diputada Ariadna Montiel Reyes (sin partido) dijo que la reforma política está inacabada y no incluye a la gente. “Esta es una reforma de los partidos políticos, de acuerdos políticos. No se ha entendido que en la Ciudad de México nos gusta, y es una convicción que se nos pregunte, hasta para construir una calle o un edificio”.

Por el PRI, la diputada Gloria Himelda Félix Niebla subrayó que la reforma “es realmente histórica, estructural y de gran calado”. Precisó que uno de los grandes aportes es reconocer a la Ciudad de México como una entidad federativa, que cuente con su propia Constitución y que le garantice autonomía en todo lo concerniente a su régimen interior y forma de gobierno.

Por su parte, la diputada Ernestina Godoy Ramos (Morena) expresó su desacuerdo con la integración de la Asamblea Constituyente en la Ciudad de México. “Es una fórmula pinochetista, para acotar la voluntad de los ciudadanos, para poner un dique a la expresión libre de las y los ciudadanos de la ciudad”.

La diputada Sharon María Teresa Cuenca Ayala (PVEM) sostuvo que esta reforma trae la tan anhelada autonomía presupuestal, suprime el nombre del Distrito Federal por el de Ciudad de México, y como consecuencia, se equiparará a un estado de la Federación. Deroga la facultad del Senado de remover al jefe del Distrito Federal, además de que establece que la Ciudad de México sea la sede de los Poderes de la Unión y capital de los Estados Unidos Mexicanos; por ello, que se pronunció a favor.

De Morena, el diputado Vidal Llerenas Morales mencionó que la Constitución no será hecha de acuerdo con lo que piensan los capitalinos. “Solamente 60 de los 100 constituyentes serán electos por los que vivimos y fuimos electos en esta ciudad”. Esto pone en riesgo la política social de la capital, “que es la única que quiere constituir un estado de bienestar que garantice a todos, a los pobres el mínimo para vivir”.

La diputada priista María De La Paz Quiñones Cornejo anunció su voto a favor en virtud de que la reforma política de la Ciudad de México será la guía para que la capital del país alcance la autonomía plena que demandamos todos los mexicanos.

En su participación, diputado Jesús Emiliano Álvarez López (Morena) estimó que la reforma en realidad es un retroceso, ya que se habla de un Constituyente que será conformado por el 40 por ciento de diputados designados por dedazo, es decir, “serán impuestos desde arriba por los gobiernos federal, local y el Congreso de la Unión”. Por ello, dijo, es necesario que todos los constituyentes sean elegidos por la gente, lo que daría como resultado un órgano plural, reflejo de la composición política actual de la ciudad.

Por el PAN, diputado Federico Döring Casar señaló que esta reforma es la más importante para la ciudad en 19 años. El concepto del constituyente en la asamblea es el idóneo, porque es el que garantiza la Constitución de la Ciudad de México y es la carta jurídica garante de la coordinación entre los poderes federales y el gobierno de la ciudad.

El diputado Juan Romero Tenorio (Morena) consideró que si se quiere que la ciudad crezca, se debe dejar que el ciudadano decida y determine quién lo representa en el Congreso constituyente y “no cúpulas políticas que van a usurpar y van a robar y van a mancillar la voluntad libre de los ciudadanos”.

En su intervención, el diputado Jesús Salvador Valencia Guzmán (PRD) afirmó que esta reforma impedirá que los poderes federales intervengan en la designación o remoción del secretario y del procurador general de Justicia. Asimismo, permitirá que lo que hoy es la Asamblea Legislativa, pueda ser parte de las modificaciones constitucionales.

La diputada Araceli Damián González (Morena) sostuvo que es inaceptable que el Presidente de la República quiera entrometerse y el jefe de gobierno, pretenda decir quiénes son y no son nuestros miembros constituyentes. “Deberían aprender de la historia de cómo se formó la Constitución de este país, en donde quien era Presidente simple y sencillamente optó por no participar en el nombramiento de ese constituyente”.

Evelyn Parra Álvarez, diputada del PRD, expresó que no es posible que en pleno 2015 se cuente con una verdadera exploración jurídica en la Ciudad de México basada en la doctrina constitucional. “No es posible que sea incierto el estatus jurídico del Distrito Federal. La reforma tiene años analizándose, y el país no pierde su capital, al contrario, gana una capital más consolidada”.

La diputada Alicia Barrientos Pantoja (Morena) argumentó: es un atentado contra la ciudadanía “que vengan externos por los que nadie votó y que no han podido en las urnas vencer la vocación democrática de los habitantes del Distrito Federal a decidir sobre su régimen. Aprobar con esta composición un Congreso constituyente es antidemocrático, contrario a la voluntad mayoritaria de los ciudadanos que representamos”.

En rectificación de hechos, participaron los diputados del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo y Arturo Santana Alfaro, quienes precisaron que la reforma permitirá a la capital de México convertirse en el estado 32 y beneficia a la ciudadanía. También intervino la diputada Rocío Nahle García (Morena) quien demandó respeto a la designación de cómo se elige a los dirigentes en Morena.

Reservas

En la discusión en lo particular se presentaron 58 reservas a los artículos 2, 27, 40,103 y 122, así como los transitorios sexto, séptimo, octavo, noveno y décimo cuarto.

El dictamen fue avalado en sus términos con 329 votos a favor, 53 en contra y una abstención.