Designaciones convenientes

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Peña Nieto
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Los cambios presidenciales de casi fines de la semana anterior, y el inicio de labores sabatino de la nueva Cámara de Diputados con la sorpresiva elección del perredista-chuchista Jesús Zambrano como nuevo presidente de San Lázaro no fueron del menor interés de la mayoría de los mexicanos.

Quienes brincamos y de inmediato hicimos análisis, proyecciones y ecuaciones de todo tipo fuimos quienes de alguna forma estamos ligados a ese mundo. Peeero de ahí, pues a nadie más.

Por lo pronto habrá que abordar el caso del nombramiento de Zambrano.

¿Por qué fue que El Chucho menor (el mayor, como todos sabemos, es Jesús Ortega), fue elegido presidente de la Cámara de Diputados cuando ese puesto le correspondía a uno del PRI e Ivonne Ortega seguida de su coterráneo Jorge Carlos Ramírez Marín ya estaban muy puestos a ocuparlo?

Bueno, dicen por ahí que el nombramiento vino desde Los Pinos y es porque existe el interés de fortalecer a Los Chuchos, uno de los muros de contención de Andrés Manuel López Obrador desde la llamada izquierda.

Ese interés se extiende porque Los Chuchos ya han probado su nivel de negociación y al equipo del presidente Enrique Peña Nieto no le gustaría tener que iniciar una nueva negociación con actores impredecibles luego del proceso de supuesta renovación de poderes internos en el PRD.

El mensaje de la designación de Zambrano como nuevo presidente de la Cámara de Diputados es que su corriente podría no tener la dirigencia formal de su partido, pero que tiene la interlocución con el Poder Ejecutivo Federal –Presidente de la República y Gabinete-.

La designación de Zambrano es todavía más importante por la llegada de Francisco Martínez Neri a la coordinación de diputados del PRD.

El ex rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez, de Oaxaca, además de ser quien involucró a esta universidad con el movimiento de la CNTE y la APPO en el conflicto de 2006 –del cual salió pésimo esta casa de estudios-, cuenta con estudios de inteligencia que lo ligan con el EPR.

Miembro de la corriente Alternativa Democrática Nacional, ADN, segunda en número de diputados en el grupo perredista, su coordinación es muy débil porque depende de quedar bien con Los Chuchos –que con 25 de 55 diputados son la fracción más gruesa-, frente a los 16 de IDN de Bejarano-Padierna y otros tantos de Vanguardia Progresista leales al jefe de Gobierno capitalino Miguel Mancera.

Nieto del legendario activista Felipe Martínez Soriano, quien fue encarcelado por sus levantamientos sociales, Martínez Neri es repudiado por amplios sectores de su estado.

Por eso Guadalupe Acosta Naranjo quedó como vicecoordinador del grupo, que en buen español significa ser la cuña por si Martínez Neri se pasa de la raya.

El otro elemento importantísimo por el que quedó Zambrano como presidente de la Cámara, es porque entonces al PAN le tocaría presidirla en 2007 y al PRI en el 2008, año de las elecciones presidenciales.

Es decir, el equipo de Peña Nieto hizo su tarea y no sólo fortaleció a quienes le convenía, sino que sembró ya su interés para lo que viene.

Esta pinza se cierra con la designación del panista Roberto Gil Zuarth como presidente del Senado. Con ello se fortalece al grupo del recientemente electo presidente del PAN el queretano Ricardo Anaya, quien tiene todo el apoyo de Los Pinos.

Así en 2017 un perredista volvería a ser presidente del Senado y en el 2018 lo sería un priísta con lo cual el partido del presidente Peña Nieto controlaría el trabajo parlamentario y el foro del Congreso de la Unión.

Nada de cabos sueltos, pues.

Sobre todo ahora que vienen una fila de asuntos muy importantes para el Presidente de la República:

Primero, lo del Presupuesto de Ingresos y Egresos reestructurado para hacer frente a la crisis financiera internacional y la caída del precio del petróleo que no tiene fin y con el agravante del desbocamiento del dólar. En este contexto no sería para nada conveniente enrolarse en disputas innecesarias y desgastantes entre las fracciones parlamentarias y sus partidos, con tomas de tribunas, declaraciones tronantes a la prensa y movilizaciones en las calles.

Otra tarea por delante es la adecuación a la reforma Anticorrupción y Transparencia y una más a la de Seguridad.

En fin, el asunto no pinta para andar con vaivenes.

EL ENGAÑO DE LA DUPLA

No pocos columnistas y otros analistas, nos dicen, se han ido con la finta de una supuesta ruptura entre Ricardo Anaya y Gustavo Madero.

Hay quienes desde el corazón del blanquiazul afirman que eso no existe, que Ricardo Anaya y Gustavo Madero caminan juntos y que todo esto lo planearon desde mucho antes.

Que la nominación de Marko Cortes –un personaje muy cercano  Madero-, fue para restarle presión a ambos, a Madero y a Anaya, como ciertamente ha ocurrido.

De ahí también surge la designación de Roberto Gil Zuarth a la presidencia del Senado. Gil Zuarth, quien fuera secretario particular del entonces presidente Felipe Calderón, miembro del grupo calderonista de Ernesto Cordeero, contendiente por la ese grupo a la presidencia del PAN y uno de los coordinadores de la campaña de Josefina Vázquez Mota, ya se distanció de todo eso y ahora camina al lado del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle quien buscará la candidatura del PAN a la Presidencia de la República.

Para el grupo de Peña Nieto y la dirigencia del PRI dentro y fuera de la cámara, lo importante es que Gil Zuarth ya no es parte del calderonismo, corriente que obstruyó y complicó el paso de todas las reformas por el Congreso.

Hoy Anaya dará a conocer al nuevo coordinador de la fracturada fracción del PAN en el Senado y, no sería sorpresa, que ante la falta de acuerdo interno se diera la ratificación del aguascalentense Fernando Herrera.

Anaya dijo que su decisión se dará en relación a quien pueda cumplir con 3 elementos:

“Tener la capacidad de unir y cohesionar al grupo parlamentario; la capacidad de establecer interlocución constructiva con otras fuerzas políticas, de generar acuerdos en beneficio del país y, tercero, la capacidad de ejercer una oposición critica frente a un gobierno que le está fallando a los mexicanos”.

Herrera ya ha cumplido con eso.

En este contexto y con la apertura de la Comisión Permanente a la inclusión de Margarita Zavala, la esposa del expresidente Felipe Calderón, a la Comisión Permanente del PAN, se habla de un alejamiento total de Anaya con Madero.

La verdad es que tanto en el PAN como en el PRD los cambios y la designación de algunos antiguos contendientes en cargos directivos, no han modificado la estructura del poder en ambos partidos.

En el PRD Los Chuchos siguen dominando, siendo mayorías en los órganos de dirección y en las estructuras territoriales y en el PAN los maderistas -ahora también anayistas- son los predominantes en sus estructuras.

Bien, en la Comisión Permanente ya quedó Margarita, pero igual quedaron Miguel Ángel Yunes, Rafael Moreno Valle, Santiago Creel, Josefina Vázquez Mota, Federico Döring y otros muchos anticalderonistas, si bien no considerados maderistas, si más cercanos al chihuahuense que al expresidente Calderón.

En fin, hay quienes dicen que en el PAN se está jugando a la perfección un engaño. Detrás de la presidencia y toma de decisiones de Ricardo Anaya están los viejos y sólidos compromisos de Gustavo Madero con Los Pinos y un juego de futuros en el que predominan la consolidación de las reformas aprobadas y el fortalecimiento de un México más institucional y más transparente.

El juego es para todos, pero dentro de acuerdos muy precisos, afirman y todos los involucrados los están cumpliendo a pesar de las apariencias y percepciones.

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