Un pobre, un voto

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La aritmética puede ser demasiado simple, escribió el internauta Noé López Vázquez en su página de Facebook: Un pobre es un voto seguro. ¿Habrá otro factor que nos explique por qué los pobres están aumentando en este país?

Velo así, querida Rosario. No digas que la pobreza aumenta porque aumentan los pobres. Es un silogismo falso. Eso es un sofisma.

Lo dicho por don Noé es muy creíble. Es como un axioma. Y axioma es una verdad evidente que no necesita comprobación. Al PRI y  al Verde les conviene que haya más pobres, por supuesto. Son más votos para mantenerse trabados en el pezón de la Gran Ubre.

No hay que extrañarse, pues, ni llamarse a escándalo por los fraudes electorales. Sólo mediante fraudes pueden mantenerse en el poder. La diferencia con los fraudes del pasado está en que ahora son legitimados por un órgano jurisdiccional reformado, libre de toda duda; es decir, se constitucionalizó el chanchullo al nacionalizar al IFE con el nombre de INE.

El ejemplo más inmediato es el “triunfo”, casi carro completo, del Verde-tricolor en Chiapas.

Allá, las recientes elecciones de diputados locales y alcaldes, simuladas el domingo 19 de este julio, fueron un cochinero totalmente aritmético.

Los pobres, los muertos de hambre, los que no tienen en qué caerse muertos, por un platito de lentejas, fueron los que decidieron el destino de todos los chiapanecos, que tendrán que soportar otros tres años el saqueo de los verdes en el congreso local y en las presidencias municipales. Más de un centenar. 122 centros de negocios. Dentro de tres años Chiapas tendrá una nueva camadita de nuevos ricos.

El culmen de ese estercolero fue la decisión del instituto electoral local (IEPC) de otorgarle la constancia de mayoría al mozuelo del gobernador Manuel Velasco Coello. Y ese “triunfo” fue producto de las elecciones más amañadas, más corrompidas, más ilegales, más tramposas, organizadas para simular la democracia en la capital del estado. Y en todo el estado.

En el caso de Chiapas, escribió este martes el doctor Sergio Saldaña Zorrilla, los consejeros del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) han sido los autores de quizás el más insultante fraude electoral de la historia de Chiapas dada la sociedad más despierta que hoy tenemos.

Aunque aún hay instancias para impugnar el proceso y la jornada electorales, esas instancias son igualmente dudosas y muy probablemente ratifiquen el fallo del IEPC. O sea que los defraudados no tienen a dónde arrimarse, no tienen quién los defienda, ni el Chapulín Colorado. Manuel tiene toda la autorización presidencial para actuar con manga ancha.

O sea, como me dijo Miguel Alonso Raya, coordinador de los diputados perredistas, en Chiapas reapareció, como el paludismo y la chikunguña o el dengue, la sífilis o la gonorrea, la patología electoral que se creía erradicada. El conductor de la televisión comercial, Carlos Loret de Mola, lo dijo en otras palabras:

Un INE local amaestrado, golpeadores, dobles actas, boletas impresas por los dos lados, folios de boletas encontradas en casillas que no les correspondían, se cayó el sistema y el PREP no funcionó, la persona que registró el dominio del sitio web del candidato del PRI-Verde es ¡el de Sistemas del INE local!, un derroche en gastos de campaña apenas comparable con el derroche desde el gobierno del estado (que hasta pintaditas de verde tiene todas las escuelas, como si no hiciera falta ponerles baño primero), urnas robadas, pase de lista de votantes, transporte público exclusivo para el acarreo el día de la elección, propaganda política disfrazada de “informes legislativos”, casas de seguridad donde daban dinero a quienes llegaban con una foto en su celular con la boleta marcada a favor del candidato oficial.

Vaya angelitos. No cabe duda que los verdes deberían de estar todos juntos en la celda donde dormía el Chapo Guzmán, en el Altiplano. Pero no pasará eso. Las autoridades del ministerio público (la Fepade) es una fiscalía a modo, en este caso del priverde. El estado seguirá pintado de verde corrupción e impunidad. Al fin, Chiapas es la finca del abuelo, aquel médico cómplice de Luis Echeverría con quien se enriqueció saqueando las maderas preciosas de la otrora selva lacandona en donde actualmente sólo crecen acahuales.

Y los panistas, perredistas, los del movimiento ciudadano y las mayorías de votantes están indignados por el atropello de las huestes de Velasco.

Eso no se va a quedar así, dice la dirigencia nacional del PAN, que tenía seguro el triunfo de mi tocayo Rojas en Tuxtla. El fraude ocurrió en todo el estado, en los 122 ayuntamientos y en todos los distritos en que se compitió, aunque hizo énfasis en Tuxtla donde, como lo hacen los ladrones a las 3 de la mañana del lunes pasado, los del IEPC entregaron la constancia de mayoría fraudulenta al candidato a esta alcaldía, del priverde, dijo Gustavo Madero.

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