Lo que quedó de aquella generación

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Echeverría
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El inicio de los 70 fue una promesa para muchos jóvenes mexicanos.

Llegaba entonces al poder un personaje aparentemente atípico en la política nacional: Luis Echeverría era un torbellino y venía marcado por su rompimiento con Gustavo Díaz Ordaz, a quien su físico y duro carácter no le ayudaba para nada, y su participación y decisiones en el movimiento del 68 con  el epílogo de la masacre de Tlatelolco, menos.

De ese escenario y entorno surgieron aquellos jóvenes que hoy, 45 años después, están sumidos en el escándalo y la ignominia.

Los 4 principales personajes de aquella generación cumplieron sus sueños políticos y de poder, y todos llegaron a gobernar a sus estados.

En el camino fueron premiados con otros espacios como diputaciones, senadurías, las coordinaciones y dirigencias en sus cámaras, la presidencia de su partido y decenas de delegaciones y representaciones de todo tipo. El dinero fluyó al parejo de todo eso.

Los 4 rondan en edades similares. Y en algún momento actuaron juntos y fueron amigos.

Al resto de aquella generación tampoco le fue mal: no pocos fueron embajadores, directores de paraestatales, asesores principales. Sólo pongo 2 casos para ejemplificar: César Augusto Santiago y Humberto Hernández Haddad.

El que menos logró de aquel grupo, la suerte lo dotó con premios de la lotería: él es Humberto López, exsecretario del exdirector de la Federal de Seguridad, el hidalguense José Antonio Zorrilla quien luego fue encarcelado como autor intelectual del asesinato de Manuel Buendía. Humberto, a salvo de todo aquello (de los 4 y de Zorrilla), trabaja ahora de rico y como personaje de Facebook en comidas en restaurantes caros acompañado de periodistas también de aquella época.

LOS 4

Los 4 principales personajes de aquella generación que surgió bajo el impulso de la era de Luis Echeverría son Roberto Madrazo, José Murat, Fidel Herrera y Beatriz Paredes.

En mayor o menor medida cada uno de los 4 ha vivido su escándalo y denigración. Son, se podría decir, un reflejo del descrédito que sufre el PRI en lo general.

Todos se afiliaron al tricolor a inicios de los 70 dentro del entonces incipiente movimiento juvenil revolucionario, y de ahí arrancaron para ascender en la escala del poder político (y económico) de México.

Originarios de diferentes estados de la república, el factor común entre ellos fue la UNAM.

Fidel Herrera, José Murat y Roberto Madrazo egresaron de la facultad de Derecho mientras que Beatriz Paredes estudió sociología.

Nacido en Nopaltepec, Veracruz el 7 de Marzo de 1949, Fidel Herrera es el decano del grupo con 65 años de edad (dentro de 20 días cumplirá 66); le sigue José Nelson Murat Casab, quien nació en Ixtepec, Oaxaca, el 18 de octubre de 1949; el tercero es Roberto Madrazoquien nació en el DF el 30 de julio de 1952 y cierra Beatriz Paredes quien nació en San Esteban Tizatlán, Tlaxcala el 18 agosto de 1953.

Cosas de la vida… y la política, el rol de sus vidas se invierte en cuanto al reparto de posiciones.

Así Beatriz Paredes, la de menos edad dentro de los 4, toma posesión como gobernadora de su natal Tlaxcala a los 34 años de edad.

Le sigue Roberto Madrazo quien con 43 años cumplidos toma posesión como gobernador de Tabasco.

El tercero fue José Murat quien llega a la gubernatura de Oaxaca a los 49 años de edad mientras que Fidel Herrera lo hace con 55 años de edad a la gubernatura de Veracruz.

Los 4 pasaron por la Cámara de Diputados y el Senado:

–       Beatriz Paredes fue 4 veces diputada (una en su estado y 3 en San Lázaro) y Senadora en una ocasión;

–       Fidel Herrera la iguala con 4 diputaciones federales y una vez en el Senado;

–       Murat llegó 3 veces a la Cámara de Diputados y una al Senado y;

–       Madrazo fue dos veces diputado y una Senador.

Beatriz y Madrazo fueron presidentes del CEN del PRI y ella ha sido embajadora 3 veces, una en Cuba y dos en Brasil (cargo que ocupa todavía en una especie de exilio luego de perder por segunda ocasión en las elecciones para Jefe de Gobierno del DF) mientras que Madrazo fue Delegado en La Magdalena Contreras.

Paredes ha sido además líder de la CNC, subsecretaria de Gobernación 3 veces, secretaria de la Reforma Agraria y presidenta de la Cámara de Diputados en dos ocasiones.

De los 4 el que aspiró a los mayores niveles fue Madrazo, quien llegó a ser candidato del PRI a la Presidencia de la República en los comicios de 2006.

En esas elecciones llegó en un lejano tercer lugar, luego de vivir la mayor ofensiva interna nunca vista en el PRI contra uno de sus dirigentes, primero por la abierta guerra en su contra desarrollada por el Tucom y después por su confrontación con Elba Esther Gordillo y finalmente por la conjura de una decena de gobernadores del PRI que operaron en su contra y a favor del candidato del PAN, Felipe Calderón.

Entre esos gobernadores que lo traicionaron estaba uno de su camada inicial, el veracruzano Fidel Herrera.

Todos ellos pasaron por todas estas posiciones de poder, y por las gubernaturas de sus respectivos estados sin que se les recuerde ni obra ni acción sobresaliente alguna.

Roberto Madrazo carga aún las secuelas del embate de Andrés Manuel López Obrador, quien con documentos que le fueron entregados por instrucciones del entonces presidente Ernesto Zedillo, mostró gastos de su campaña a la gubernatura de Tabasco que rebasaron por 20 veces los topes de aquella campaña. A partir de ahí, con la malquerencia a cuestas de Zedillo, sus contendientes internos en el PRI (especialmente los Tucomes y Elba Esther) le alimentaron una fama de mentiroso y corrupto que lo seguirá siempre.

Fidel Herrera por su parte deambula hoy con el estigma de haber ligado a su gobierno con los Zetas y por haber dejado a Veracruz hundido en una de las mayores deudas estatales. Corrupción y abuso de poder sin límites.

José Murat Casab carga más o menos con lo mismo, a lo que agrega el escandaloso caso de aquella balacera al salir del Hotel Victoria luego de un encuentro con un grupo de señoras del espectáculo con muy buena figura, que en un principio se “vendió” a los medios y al pueblo como atentado, y luego derivó en un lío de faldas en que además estuvo implicado su propio jefe de escoltas. Murat ha sido acusado de actuar contra el PRI y su sucesor, Ulises Ruiz, y por ello algunos han pedido su expulsión de este partido. La semana pasada fue exhibido por The New York Times como dueño de varios inmuebles en EU y de tener a sus propios hijos como prestanombres de los mismos.

Del grupo quien más o menos salva la cara es Beatriz Paredes, quien ha mantenido perfil bajo y menos conflictos, aun cuando su estilo de dirigir al PRI y a su fracción de diputados motivó quejas internas de autoritarismo y poca flexibilidad.

Nada, pues, de que alegrarse con esta generación de exjovenes priístas hoy sumidos en el desprestigio y la exclusión política. Salvo Paredes que ocupa la embajada de México en Brasil en una especie de envidiable exilio dorado.