En política corre un dicho: el gobernante opera para la siguiente elección… el estadista para la siguiente generación.
Si es cierto el dicho, como al parecer lo es, el presidente Enrique Peña Nieto pertenece a la segunda especie.
De lo que no hay duda es que México fue uno al asumir el mandato, y ya es otro luego de 2 años en que encabezó e impulsó 11 grandes reformas que cambiaron de fondo al Sistema Político, Económico y Social.
Cierto, muchos mexicanos, quizá la mayoría, aún no sienten ni viven ese cambio a pesar de que todo hoy es diferente, se mueve bajo normas, leyes y mecanismos distintos que hace apenas unos meses.
Hoy Enrique Peña Nieto inicia su tercer año de mandato. Y la bulla y el escándalo que dominan sobre todo las redes sociales y algunos medios de comunicación, las percepciones desesperanzadoras y de inconformidad que corren en amplios segmentos de la población sin saber bien a bien de dónde vienen y por qué ocurren, no dirigen la acción del Gobierno.
Es obvio que Peña Nieto aprovecha este contexto para retomar proyectos y convertirlos en motivo de salida a esa desesperanza y esa inconformidad social y darles un sentido productivo, una razón para avanzar y unificar esfuerzos.
El decálogo anunciado apenas hace algunos días por él y que gira sobre tres elementos básicos –obtener paz y seguridad, consolidar y reforzar la justicia y acotar la impunidad… e iniciar decididamente el rescate y desarrollo del sureste mexicano tan olvidado por décadas y décadas y centro de la injusticia y la marginación de millones de mexicanos-, es apenas un elemento de su personalidad e intencionalidad como gobernante.
Lo interesante aquí, como en otros casos anunciados e impulsados por él, casi todos sus proyectos, es que cada uno rebasa su gestión. Las reformas, el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México, la apertura de tres cadenas nacionales de televisión, la apertura y operación de 3 o 4 trenes de alta velocidad, la rehabilitación del puerto de Veracruz para transformarlo en uno de los más modernos y avanzados del mundo y ahora la transformación estructural del municipio así como la creación de 3 polos de desarrollo que lanzarán al sureste hacia su desarrollo económico y social, no son para ser terminados en su sexenio.
Apenas alcanzará a ver las primeras etapas de todo eso.
Pero eso al parecer no lo ven sus absurdos detractores, quienes–como los perros de rancho, esos que sólo el primero sabe por qué ladra-, un día sí y el otro también, se dedican a lanzar injurias y pronósticos sin sustento, y a subir su tono de denuestos contra el Presidente que luego terminan por tomar como verdades irrefutables.
Este segmento, que afortunadamente no es predominante aunque sí peleonero y escandaloso, ni escucha ni toma en cuenta nada. Con los ojos y los oídos cerrados, terminan por ser una especie de autistas obcecados frente a los mensajes y proyectos presidenciales.
RUTA NI CORTA NO FÁCIL
En un avance de lo que podría ser hoy su mensaje de inicio del tercer año de gobierno, el presidente Peña Nieto dijo a fines de la semana en referencia su decálogo y al anuncio del rescate del sureste mexicano:
“Lo que este Gobierno busca, es precisamente -en este proyecto de ampliar la infraestructura, de ampliar servicios, de mejorar los que actualmente tenemos-, es asegurar que cada mexicano, no importando en dónde viva, pueda tener acceso garantizado a los servicios de salud.
“Y esto implica un gran reto, que se suma a los esfuerzos que se han hecho en el pasado, pero que ahora estamos acelerando el paso. Y más cuando tenemos delante de nosotros importantes desafíos.
“El día de ayer (el jueves pasado) compartí con todos los mexicanos algunas medidas tomadas en el marco de buscar una mayor seguridad, una mayor procuración de justicia y, sobre todo, emprender medidas mucho más eficaces para el combate a la corrupción y a la impunidad.
“Dejé muy claro que no habíamos tomado una ruta corta ni fácil, que era un proceso que comprometía el esfuerzo del Gobierno.
“Que varios de los temas que el día de ayer anuncié, pudieron haber sido postulados en el pasado. Se habían debatido sobre ellos ya, también anteriormente, sobre algunos de ellos.
“Sin embargo, lo que es una realidad, es que ninguno de estos elementos, ninguno de estos proyectos anunciados el día de ayer son hoy una realidad. Hasta hoy no se han materializado; sea porque no estén inscritos en ley, o simplemente porque el debate no permitió llegar a la consolidación de estos proyectos.
“Hoy nos hemos trazado una ruta verdaderamente desafiante, pero comprometida para asegurar que esos postulados, que las medidas anunciadas, realmente se materialicen, se vuelvan una realidad en beneficio de todos los mexicanos.
“Y esto se suma a los esfuerzos que el Gobierno viene desplegando en otros ámbitos, como el de la salud, precisamente para elevar la calidad de vida de todas las familias mexicanas.
“El reto es mayor, sobre todo porque compromete un esfuerzo de Gobierno y de sociedad.
“No estamos avanzando por una ruta unilateral, sino que estamos convocando a la participación de las fuerzas políticas, de la sociedad y de sus distintas representaciones para que aporten los mejores elementos, que nos permitan hacer un camino y un andamiaje que lleve a México a mejores condiciones.
“Es claro que tenemos que acelerar el paso y en eso estamos comprometidos.
“Estamos comprometidos realmente a hacer realidad, no sólo un postulado, no sólo una medida anunciada, sino hacer de todas ellas realidades que los mexicanos tengan y puedan disfrutar de estos beneficios. Ese es el reto”, subrayó.
NADIE SE PUEDE EVADIR
Al mismo tiempo, en la cámara de Diputados, el sonorense Manlio Fabio Beltrones consideró que nadie podía dejar de reconocer que el presidente Peña Nieto está proponiendo alternativas reales a la crisis.
“Estoy seguro que nadie puede alejarse y estar ausente de una decisión como la que se está tomando, de tal manera que no pueden ser omisos ante lo que el Ejecutivo propone de cómo resolver los problemas.
Beltrones, presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador de diputados del PRI, aseguró que diputados y senadores no pueden estar pensando en irse de vacaciones ante que cumplir con su responsabilidad de sacar adelante las reformas y cambios que ahora propone el mandatario federal.
“Nos debemos dar el tiempo con responsabilidad para aprobar las iniciativas que el Ejecutivo está planteando”, indicó.
Y eso incluye no cerrarse a realizar uno o más períodos extraordinarios a finales de este mes de diciembre y en enero.
Por lo demás Beltrones consideró que las ejecuciones y decapitaciones de los últimos días en Guerrero, son un evidente desafió que lanza el crimen organizado en contra del Estado mexicano.
