Ciudad de México, México.— Los empleados de la Deportiva Francisco I Madero, molestan a los usuarios para entrar a esas instalaciones y también al salir con la puerta semiabierta como si fuera de su propiedad. Amenazan a los ciudadanos de impedirles el acceso por supuestamente incumplir un reglamento sin estar a la vista en la entrada de la calle 3 y Emilio Azcárraga.
Ante tal situación, la alcaldesa Clara Brugada pone oídos sordos para evitar la actitud de esos empleados públicos. Tal parece que no hay autoridad para decirles a esos empleados de que deben respetar a la ciudadanía.
De acuerdo a quejas de los mismos vecinos, los empleados intentan sentirse dueños de la instalación pública que pertenece a la población de Cabeza de Juárez, sin embargo, esos trabajadores se comportan como auténticos cancerbero cuando se ingresa o se sale a la deportiva.
Sin tener un reglamento a la vista los usuarios, los empleados dicen que se deben de cumplir con esa normatividad, y amenazan con impedir el ingreso sin tener ninguna facultad para impedirlo. Las cosas en Iztapalapa no tienen remedio por lo que se ve, y Brugada muestra desinterés en que se respete a los ciudadanos iztapalapenses, denunciaron los vecinos.
Los empleados llegan a tal extremo que aseguran estar protegidos por Brugada y nada ni nadie los va corregir sobre la actitud prepotente en contra de los usuarios del deportivo.