TRAS LA PUERTA DEL PODER
Por Roberto Vizcaíno
De nada sirvió que el propio creador del partido, el presidente Andrés Manuel López Obrador haya advertido desde fines de agosto que, si Yeidckol Polevnsky y su banda continuaban con su desmadre dentro de Morena, él renunciaría a este partido.
Ninguno de ellos atendió tampoco que, ante la evidente proliferación de ambiciones e intereses personales que obstruyen la elección democrática de las nuevas dirigencias nacional y estatales de Morena, él sugería se aplicara el “método de las encuestas”.
La respuesta de Polevnsky y su grupo de ayatolas a lo anterior y a otras muchas llamadas de atención de AMLO desvela el tamaño de sus ambiciones. Hasta hoy, diciembre de 2019, luego de prorrogar un año su encargo en la presidencia que le dejó Andrés Manuel López Obrador al irse como candidato presidencial de Morena, ya lleva 2 meses más de agandalle del puesto y se ve que va a acudir a todas las mañas que sean necesarias para quedarse ahí lo más que pueda.
Polevnsky quiere reelegirse. Pero ya no alcanza el apoyo interno ni externo para lograrlo. Aspiran a sucederla la presidente del Consejo Político, Bertha Luján, otra de las preferidas de Andrés Manuel. Pero en la lista también están Mario Delgado y Alejandro Rojas Díaz Durán.
En este contexto Yeidckol no ve la suya. Y entonces acude a todas las argucias para atajar a unos y otros y para extender su permanencia ya ilegal en la presidencia.
Desde ahí, a través de su cómplice en las raterías partidarias, Polevnsky usa a Héctor Díaz Polanco como su sicario político desde la presidencia de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena.
Díaz Polanco ya incluso ha sido reconvenido por el Tribunal Electoral por andarse metiendo en áreas que no le corresponden, como ordenar la reposición de la elección de la presidencia del Senado.
En esa misma línea, esta semana Díaz Polanco le ordenó a Ricardo Monreal que, como líder de la bancada de Morena en la cámara alta, expulsara del grupo a la senadora Lilly Téllez porque esta supuestamente no está en la línea del cambio de la 4ta Transformación.
Del Senado le respondieron que no saben a qué se refiere cuando Téllez no apoya a la 4ta Transformación porque de más de 500 votaciones en el Senado está sólo ha emitido 8 votos fuera de la línea de Morena.
O sea…
Además, Téllez no es militante de Morena, entonces Díaz Polanco no puede siquiera reclamarle nada.
Pero la tontera de Yeidckol y su esbirro el presidente de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia no termina ahí. Resulta que ahora Díaz Polanco emitió una “amonestación” a Ricardo Monreal por supuestamente haber “persuadido” a otros senadores de Morena a votar a favor de Mónica Fernández para la presidencia del Senado y no hacerlo por Martí Batres, quien pretendía reelegirse.
Total, que el tamaño de su estupidez es mayúsculo.
En lo de Lilly Téllez ya le respondieron fuerte los senadores. Monreal no sólo dijo que no la expulsaría, sino que le daría todo su apoyo, incluso el jurídico en caso de ser necesario.
Mónica Fernández, presidenta del Senado a pesar de las maniobras y mañas artes de Martí Batres, su socia Yeidckol y su banda -no tribu- en Morena, salió de inmediato en defensa de Téllez y se dijo honrada de compartir escaños con la sonorense a quien respeta por su independencia y pluralidad.
En este contexto, Ricardo Monreal, líder de la mayoría de Morena en el Senado y presidente de la Junta de Coordinación Política -y si le quiere usted agregar que es uno de los 3 más firmes posibles sucesores de López Obrador en la Presidencia de México-, salió al paso de todos estos embates de parte de Yeidckol, su sicario político-partidario Díaz Polanco y esa banda de rufianes morenos, y reclamó vía Twitter:
“¿Por qué privilegiar el conflicto interno, no la unidad (de Morena)? ¿No sería mejor que se prepararan para la elección de 2021: formar cuadros, capacitar dirigentes, organizar el partido, acompañar al presidente @lopezobrador_, frente a la reacción e intereses opuestos al cambio de régimen?”
Por la misma vía adelantó:
“Se ha acudido al @TEPJF_ para recurrir las resoluciones de la @CNHJ_Morena, contra la senadora @LillyTellez y el propio, por sus arbitrarias e ilegales decisiones. No dejo de preguntarme cuál es la intención de seguir lastimando a Morena, y qué intereses persiguen.
Y por si no hubiera sido claro, agregó:
“Dentro de @MorenaSenadores hay diferentes opiniones e ideas. Siempre defenderemos el derecho a expresarlas: en eso se basa la democracia. Por ello, expresamos nuestra solidaridad a @LillyTellez. El requerimiento de la CNHJ va en contra de los principios del Grupo y del movimiento”.
En buen español a ras del suelo del barrio sería algo así como: “cuál es su pex Yeidckol y Díaz Polanco… par de…”
QUE COMPAREEZCA SEADE
Las bancadas de Acción Nacional en Senado y Cámara de Diputados insistieron ayer, durante la primera sesión de la Comisión Permanente, en su exigencia de que Jesús Seade sea llamado a comparecer para que explique los detalles de la negociación del Protocolo Modificatorio del T-MEC.
Registrada en la Gaceta Parlamentaria, los panistas pidieron además que en la comparecencia el funcionario explique lo relacionado con la legislación estadounidense de implementación del Tratado y sus impactos en México.
Los blanquiazules recordaron que el sábado 14 de este diciembre, apenas dos días después de la ratificación por parte del Senado, informativos noticiosos informaron que el Gobierno de EU envió una iniciativa de implementación del Tratado en la Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos con la inclusión de inspectores laborales que serían enviados a México.
De acuerdo con la sección 271 de la iniciativa H.5.5430, presentada por el presidente Donald Trump, la Secretaría del Trabajo de Estados Unidos contrataría hasta 5 inspectores que realizarían un monitoreo y la supervisión del cumplimiento de las obligaciones laborales establecidas en el T-MEX para México.
El documento señala que esos “agregados asistirían al Comité Laboral Interagencias, encabezado por el representante comercial de Estados Unidos e integrado por las dependencias federales que se consideren convenientes en el ejercicio de este monitoreo”.
Incluso, indicaron los panistas, el propio subsecretario Jesús Seade reaccionó al anuncio rechazando la medida y advirtiendo que esta disposición es fruto de decisiones políticas del Congreso y de la administración del presidente Donald Trump.
Esa decisión, reconoció entonces el subsecretario, “no fue consultada con México ni fue parte del protocolo suscrito”, por lo que viajó a Washington para reunirse con el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, a fin de encontrar vías para superar esta diferencia.
Todo esto, indicaron los blanquiazules, deja en claro que la actuación del Gobierno federal en la negociación respectiva se desarrolló con dolo o bien con ineficacia.
“El gobierno siempre supo que esa exigencia de los demócratas tenía que verse satisfecha puesto que de otra manera el Congreso de Estados Unidos no avalaría el instrumento”, señalaron.
“El gobierno actuó con impericia e ingenuidad, exhibiendo una grave falta de capacidad al acudir el subsecretario Seade, prácticamente sólo, a la negociación respectiva y sin apoyarse del trabajo técnico indispensable tanto de negociadores experimentados de la Cancillería como de los expertos de la Secretaría de Economía que fueron indebidamente marginados en este proceso”, dijeron.
