Amas de casa se quejan de aumento de precios; huevo se cotiza en 30.00 pesos en CEDA

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Ciudad de México, México.— Las amas de casa en la Central de Abasto (CEDA) de la Ciudad de México, se quejaron del aumento de precios en los productos de primera necesidad sin que ninguna autoridad de la Secretaría de Economía, a cargo de Graciela Márquez Colín, intervenga en el equilibrio del mercado.

Y es que este fin de semana, los consumidores se llevaron la sorpresa de que el kilogramo de huevo se elevó un peso al pasar de 29.00 a 30.00 pesos cuando hace unas semanas valía 27.00 pesos. En el andén de la “I” “J”, en uno de los comercios que venden ese producto, una ama de casa pegó el grito en el cielo, cuando se enteró de que se había incrementado un peso el huevo. “Ahora ni eso vamos a poder comer. Antes un huevo y un chilito nos podíamos comer. Ahora ni eso”.

La escalada de precios en ese centro de abasto capitalino, mercados públicos y tiendas de auto servicio nadie los frena. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), brilla por su ausencia en esos centros de abasto, mientras el incremento de los precios van al alza.

En la CEDA este fin de semana, el manojo grande de espinaca se vende hasta en 100.00 pesos; el ciento de nopales cambray con espina se cotizó en 80.00, es decir, un nopal cuesta 80 centavos. Los comerciantes atribuyeron su encarecimiento a las granizadas.

La pieza de coliflor grande se vendió en 35.00 pesos. De plano la berenjena no se encontró por ningún lado en la zona de subasta de la CEDA, porque, según los comerciantes está cara.

Cada semana, los consumidores de los productos perecederos se llevan una sorpresa en los precios. Por ejemplo, el kilogramo de fresa y manzana roja está en 40.00 pesos; la pieza de piña se ubicó en 35.00 pesos; el kilogramo de papaya maradol corrió a 18.00 pesos. El kilogramo de naranja se compró en 13.00 pesos, y el kilogramo de sandía rayada costó 7 pesos.

Es decir, no hay semana en que los precios de los productos perecederos en la CEDA se muevan al alza, y la Profeco, ni suda ni se acongoja, y la Secretaría de Economía sin intervenir, a fin de equilibrar el mercado de los productos y evitar su aumento.