Por José Vilchis Guerrero
Ciudad de México, México.– Yeidckol Polevnsky, dirigente nacional de Morena, y Miguel Barbosa, candidato a gobernador de Puebla, demandaron al Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF) la anulación de la elección del primero de julio en Puebla, debido a las múltiples irregularidades que hubo antes, durante y luego de la elección en Puebla, donde concluyó el recuento de votos sin que haya un resultado numérico.
“No esperamos que haya un número que favorezca a Morena ni que se reconozca el triunfo del candidato a gobernador en ésa que fue una elección de Estado, donde se impuso por la fuerza y la violencia a Martha Erika Alonso, esposa del ex gobernador Rafael Moreno Valle, porque después de tanto tiempo en que los paquetes electorales estuvieron bajo resguardo de los mismos que hicieron el fraude, fueron igualmente manipulados por segunda ocasión con el beneplácito del Instituto electoral local”, afirmó la lideresa morenista.
En conferencia de prensa en el Club de Periodistas en el Centro Histórico de la Ciudad de México, Polevnsky y Barbosa expusieron en principio las contradicciones de las autoridades electorales federales y estatales que reconocieron el triunfo de Morena de 22 diputados locales en el congreso estatal, dos senadurías y 14 de los 16 distritos electorales, menos el de gobernador, que en el caso de Barbosa iba ganando con 15 puntos de ventaja, comentó éste.
“Dos semanas antes del 1 de julio hubo una reunión de los candidatos panistas con el gobernador José Antonio Gali Fayad y Rarfael Moreno Valle para informales que las encuestas no les favorecían y Moreno Valle les dijo que no podría apoyarlos, porque todo el apoyo iba a ser para su esposa Martha Erika”, relató Barbosa, quien dijo que antes y durante la elección hubo violencia del gobierno estatal, pues hubo policías armados intimidando a los electores.
Hubo cinco homicidios durante la jornada electoral y once a lo largo del proceso; para el recuento de voto por voto y casilla por casilla todos los paquetes estaban abiertos; el 80% cerrados con cinta canela, no con el material especial que especifica la Ley Electoral; había boletas nuevas, recién impresas, sin doblar; hubo exceso en el tope de campaña, se aplicaron programas sociales para comprar votos; hubo balazos el día de la elección y robo de urnas. Todas estas pruebas, dijo Barbosa, se han ido constituyendo a los ojos de la autoridad.
Los abogados de Morena interpusieron 26 impugnaciones gracias a las cuales el 29 de septiembre el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal determinó el recuento de los votos, pero lo que exige Morena es la anulación de la elección, porque la que hubo el primero de julio no generó confianza, afirmó el abogado de la coalición Juntos haremos historia, Pablo Cortés, representante de Morena ante el Instituto Electoral estatal.
Polevnsky y Barbosa acusaron a los panistas de haber pactado con los magistrados del Tribunal Electoral estatal y con el TEPJF la imposición de Martha Erika Alonso “porque invirtieron mucho dinero del gobierno de Puebla y del ex gobernador Moreno Valle para robar el triunfo electoral con el mismo sistema que utilizó el PAN en la elección de 2012”, afirmó la dirigente nacional de Morena.
Polevnsky consideró que –igual que en Puebla- los reveses del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a ese partido en los casos de Querétaro, Ciudad Juárez y Coyoacán se deben a un posible cabildeo del PAN con los Magistrados.
En el momento procesal actual, ya se concluyó el recuento ordenado por la Sala Superior, que le enviará copia al instituto electoral local y hasta el 10 de este mes es el plazo para una nueva impugnación que tiene lista Morena y sería hasta finales de octubre cuando la Sala Superior decidirá si habrá una nueva elección, pues el gobierno actual concluirá el 14 de diciembre. El congreso local tendría que convocar a una nueva elección, pero “preferimos que sea el INE y no el instituto electoral local que realice una nueva elección, pues no genera confianza”, dijo Barbosa.
Polevnsky afirmó que los testimonios de observadores extranjeros serían suficientes para anular la elección en Puebla, pues uno de ellos, un eurodiputado, relató que en la casilla donde le tocó estar, hubo actos de intimidación por parte de los policías estatales, que hicieron varios disparos para amedrentar a los electores y en camionetas del gobierno se robaron más de 70 urnas con lujo de violencia. En el hotel MM se descubrió un laboratorio donde se produjo el fraude, dijeron ambos.
