La legisladora denunció que en los últimos cuatro años, en la Ciudad de México se han derribado 11 mil 166 árboles para darle paso a proyectos de construcción públicos, privados, y públicos–privados. Criticó que el gobierno encabezado por el doctor Miguel Ángel Mancera ha priorizado el negocio antes que el bienestar de la población, y viola con ello el derecho a un medio ambiente sano garantizado en el Artículo 4° de la Constitución que nos rige.
Ejemplo de ello, son los proyectos que benefician a los grupos políticos enquistados en la política nacional como el Grupo Atlacomulco, el Grupo Hidalgo y los Grupos del Norte del País, precisó en su momento la diputada Ana Juana Ángeles Valencia, quien señaló que la construcción del Tren Interurbano México-Toluca, busca terminar con los bosques de agua y 16 manantiales de San Lorenzo Acopilco, en la delegación Cuajimalpa.
En ese mismo tenor, su homóloga Juana María Juárez López, subrayó la necesidad de establecer un equilibrio entre lo urbano y lo ambiental, donde recobra especial importancia el suelo de conservación, pues dijo, éste ofrece diversos servicios ambientales entre los que destacan el mejoramiento de la calidad del aire, la captación de agua y la producción rural; por lo que hizo un llamado a las autoridades competentes a defender el suelo de conservación, mismo que representa el 59 por ciento del suelo de la capital y se encuentra principalmente en las delegaciones de Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta.
Al hacer uso de la palabra el urbanista Adalberto Pino Hidalgo, expresó que el derecho a un medio ambiente, debe además, garantizar que éste sea sano, equilibrado, armonioso y saludable, sin embargo, explicó que el urbanismo es una práctica que ha estado ligada al poder, lo que impide diseñar proyectos que respondan a esas características.
Por su parte, los vecinos de Coyoacán denunciaron la construcción de un helipuerto en Copilco y la instalación de tres tanques de combustible en la zona, a pesar de que en ningún reglamento de uso de suelo se permite el establecimiento de los mismos. La edificación del helipuerto, señalaron, provoca problemas de contaminación, vialidad y daño a construcciones aledañas.
A manera de conclusión, Lozano Torres lamentó que hoy en día nos encontremos en un ambiente lleno de polvo, ruido, y entre trascabos y pilas de concreto en lugar de árboles y áreas verdes. Y reconoció la labor de los vecinos afectados, que se organizan, y encabezan la defensa de un derecho constitucional, al ejercer un contrapoder ante los negocios entre desarrolladoras y el gobierno.
