Dicen que no es crisis… ¡pero cómo se le parece!

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El secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray duerme bien. Todas las noches. A él no le altera que los precios del petróleo y del dólar coincidieran ayer en la cifra de 18.90.

El precio de la mezcla mexicana llegó ayer ya a los 18.90 dólares por barril y el precio del dólar en México llegó a los 18.90 pesos.

La coincidencia de las cifras, que provoca angustia en más de un mexicano, tiene que ver con la percepción social de que el alza del precio del dólar y la baja del precio del crudo mexicano significa sólo una cosa: crisis económica.

Y saben bien los mexicanos que las crisis representan de inmediato mayor desempleo o recortes en empresas y gobierno, encarecimiento de productos esenciales y zozobra social.

El desconcierto de no pocos ciudadanos surge porque apenas el 20 de junio pasado el precio del dólar andaba sobre los 102.41 dólares por barril y el dólar era comprado aquí en no más de 13 pesos.

Pero desde esa fecha a hoy el barril del crudo se ha depreciado 81.55% y el dólar se ha disparado a casi cerca de los 20 pesos.

Si ocurre eso y el gobernador del Banco de México, el muy robusto Agustín Carstens sale a decir que las cosas se están acercando al momento en que los bancos centrales del mundo desarrollado podrían tener que asumir medidas extraordinarias, entonces la inquietud pasa de los simples ciudadanos a los analistas y expertos financieros.

Es por ello que desde Davos, Suiza, donde anda junto al presidente Enrique Peña Nieto en el Foro Económico Mundial –que reúne a grandes empresarios y los más conspicuos y poderosos jefes de Estado del mundo-,Luis Videgaray salió a precisar varios puntos:

–       Que está seguro que no habrá crisis económica ni financiera como la de 2008 y que este momento de inquietudes y desajustes económicos y financieros se origina en la baja del yen chino y la caída de los precios del petróleo.

–       Que nada de eso repercutirá en un recorte presupuestal o del gasto previsto para el sector público del país.

–       Que está casi seguro que las subastas de dólares por el Banco central continuarán para darle estabilidad al peso.

–       Que no hay muchas empresas que corran riesgos por sus deudas en dólares.

–       Que el momento que vivimos es algo que viven todos los demás países en el mundo.

–       Y que todo ello puede representar una oportunidad para México y otras naciones a fin de agilizar y potenciar su comercio internacional porque a menor precio del peso hay mayor posibilidad de venta de productos en lo internacional.

Y como si Luis Videgaray está convencido de todo lo anterior y por ello duerme bien todas las noches, y por eso mismo también duermen bien desde el presidente Enrique Peña Nieto y el resto de su equipo, pues entonces quizá nosotros dejemos también de preocuparnos.

De entrada Videgaray afirma que hoy el peso está subvaluado. Es decir. No está devaluado lo cual quiere decir que así como subió el dólar, va a bajar.

Entrevistado allá, el titular de Hacienda considera que los descreídos mexicanos deberían ver primero que los mecanismos de estabilización funcionan.

Y que además no se plantean nuevos recortes presupuestales.

Entonces ¿de qué tamaño es el problema que vive el mundo y México?, se le cuestiona.

“Hoy, los inversionistas no toman riesgos de ningún tipo. Y hay movimientos muy abruptos en los mercados. Sobre todo en el precio del petróleo. Este es uno de los principales factores generadores de este contexto.

“Lo cual tiene efectos importantes en los mercados financieros de México y el mundo. La depreciación del peso también afecta a otras monedas.

“Hay ya una sobrerreacción del mercado y estamos seguros que el peso retomara su nivel siempre y cuando seamos disciplinados respecto de la macroeconomía. Cuando regrese la calma los inversionistas van a diferenciar. Siempre ocurre así”, precisa tranquilo, sonriente.

Pero, ¿entonces de qué tamaño es el problema?, se le insiste.

“No hay riesgo de que sobrevenga una crisis como las del pasado. Los mecanismos de estabilización en México funcionan. El tipo de cambio flexible… es de esperarse depreciaciones de monedas de exportadores de materias primas, en México por el petróleo.

“La caída del peso no se traslada a precios. La inflación es baja. Crecen el empleo, los salarios y la economía, especialmente la no relacionada con el petróleo, la que genera el 95 por ciento del PIB.

“Pero hay que ser muy disciplinados: sobre todo Banco de México y Hacienda. Actuar con enorme prudencia. Los mercados van a retomar las aguas. La sobrerreacción habrá de disiparse y los mercados reconocer a los países con fundamentos sólidos como México”.

Oiga, pero Agustín Carstens habló de aplicar medidas “no convencionales”… se le insiste.

“Creo q se refería –lo he conversado con él- a escenarios extremos. Como en 2008 cuando el Banco de México compraba títulos de largo plazo y vendía títulos de corto plazo para estabilizar la liquidez. Los bancos centrales deben estar listos para aplicar estas medidas. Pero no se ve en el escenario en el caso de México.

¿Habrá ajustes al gasto público?, se le repregunta.

“No. No vemos la necesidad de hacer ajustes adicionales al gasto público. Ya los hicimos desde el año pasado. Hemos tomado medidas a tiempo y lo seguiremos haciendo”.

En fin, Videgaray es todo un hombre tranquilo, como si la convergencia de costos de 18.90 entre petróleo y dólar no significara nada.

Incrédulos, los periodistas insisten: ¿Hay riesgo de recesión mundial?

“No, la caída de los precios del petróleo significan un estímulo económico para algunas economías, particularmente para EU, y eso ha generado un crecimiento sano pese a los mayores precios del dólar. Lo que sí tenemos son algunos países del mundo que están enfrentado retos de crecimiento”.

Así que a tomar té de azahar y a confiar en lo que dice Videgaray. Bueno, no tanto. Yo ayer pasé a comprar mis medicinas y me costaron 100 pesos más cada una que hace 10 días… cuando pregunté por qué extrañado a la dependienta de la farmacia, me respondió: “¿Qué no está enterado que subió el dólar?”, y como yo seguía con mi mirada de what?, ella respondió: las medicinas que Usted lleva son de importación…

LA MONEDA EN EL AIRE

La diputada Mariana Benítez Tiburcio, el licenciado Alfonso Gómez Sandoval, el licenciado Samuel Gurrión Matías, el maestro Alejandro Murat Hinojosa, el senador Eviel Pérez Magaña, el doctor Martín Vázquez Villanueva y el licenciado Javier Villacaña Jiménez, todos ellos aspirantes del PRI a la gubernatura de Oaxaca, llegaron ayer a tiempo frente a Manlio Fabio Beltrones para firmar el acuerdo de unidad que los obliga a convenir un candidato de unidad y a no romper con el partido y además apoyar al ganador.

A diferencia de otros acuerdos de aspirantes en otros estados, en el de Oaxaca no se ve cómo vayan a sacar un candidato de unidad. Todos la quieren y dicen que  deben ser cada uno de ellos.