Las reformas estructurales son para el desarrollo de todo el país, de todos los mexicanos y no podemos permitir que se siga ensanchando la brecha entre el norte y el sur, por lo que estamos seguros que el Congreso de la Unión sacará adelante esta iniciativa de alto contenido social para combatir la pobreza que persiste en estas tres zonas del país y que servirá como catalizador de las legítimas aspiraciones de progreso de quienes habitan en ellas.
Los senadores del PRI nos sumamos a la propuesta del Ejecutivo federal para enfrentar con éxito uno de los desafíos más importantes que tiene nuestra nación, convencidos de que esta generación ha tenido la capacidad de encontrar los acuerdos que paulatinamente harán la diferencia, subrayó el coordinador del Grupo Parlamentario del PRI.
En ese sentido, el Gobierno de la República está cumpliendo con su obligación de brindar más herramientas, al facilitar la creación y el fortalecimiento de empresas en estos estados del sur-sureste, beneficios fiscales para la generación de empleos y la inversión, así como una infraestructura moderna y competitiva que permitirá interconectar a las zonas especiales con el resto del país.
Ahora corresponderá a los emprendedores encauzar su talento y su trabajo a este gran proyecto nacional, en el que todos saldremos ganando, además de ser vértice de una transformación económica a fondo.
El proyecto de nación que encabeza el Presidente Enrique Peña Nieto se caracteriza por romper cartabones e inercias que nos anclaron durante décadas en el conformismo, por lo que las Zonas Económicas Especiales, aunadas a programas como el sur-sureste, nos permitirán aplicar medidas efectivas contra la injusticia social, ya que sólo así dejará de ser una tierra de oportunidades para convertirse en una de realidades.
