Hoy, con el caso Ricardo Monreal enfrente, me viene a la memoria aquel diálogo postrevolucionario en que un caudillo, pistola al cinto y rodeado de los suyos armados con sus máuseres, pistolas y cuchillos, pregunta a otro:
“Compadre, ¿es usted honesto?…
Con cara de what el otro responde:
“¡Que pregunta es esa compadre!”… Claro que soy honesto…”
“Pero, ¿honesto, honesto, honesto compadre?”, insiste el primero.
“Bueno… lo que se dice honesto, honesto, honesto, pues la verdad no, compadre”, revela el segundo.
Y esto viene a cuento porque a Ricardo Monreal, el más fiel escudero de ese Estado Islámico mexicano llamado Morena que encabeza el califa tabasqueño Andrés Manuel López Obrador –a quien le encantaría decapitar aunque sea mediáticamente a quienes considera La Mafia del Poder-, fue pillado en una intercepción telefónica haciendo negocios sucios, malos, con su jefe de campaña.
Afiliado a Honestidad Valiente –ya sabe usted, esa corriente ideada por AMLO para engatusar a incautos y que sugiere que todos sus miembros vienen del mismísimo nirvana donde no hay espacio para malos pensamientos ni (¡dios lo quiera! –o sea AMLO mismo-), corruptelas-, Monreal pide a su coordinador de campaña Néstor Núñez –hijo del gober de Tabasco-, simular contratos de publicidad para evadir la ley y hacerse de una lana para otras cosas.
Monreal, ex diputado expriísta, exgobernador de Zacatecas, exsenador, experredista y candidato de Morena a Delegado en la Cuauhtémoc –desde donde más que presumiblemente buscaría competir por la Jefatura de Gobierno del DF en 2018-, dice a Núñez hijo:
“Lo que me interesa mucho Néstor es lo de la situación financiera de la campaña… hay que hacer un contrato simulador, porque tiene que haber cuenta, pero yo no sé qué tanto, hay que hacerlo bien y todo”.
Núñez responde a Monreal:
“Ya estoy en eso doctor… ya estamos Acosta, Jazmín y yo metidos en ese tema”.
A lo que Monreal comenta:
“Ok, un contrato y los mupis (siglas de muebles urbanos para la presentación de información ) que vamos a sacar y las bardas para ques’que simulado, ¿no?”.
El coordinador de campaña reitera:
“Ya, ya está platicado con Juan Luis doctor, así es”.
“Órale… ahí te lo encargo”, reitera Monreal.
“Así es… ya estamos en eso… no se preocupe, ya incluso estamos platicando con los otros candidatos para el tema de prorrateos”, precisa Núñez hijo.
Para concluir el zacatecano le insiste: “que todo salga exacto para no meterse” en problemas…
Fogueado en el juego de las duras patadas bajo la mesa de la política, caradura profesional, Monreal dijo que la llamada era cierta… pero editada.
Acusó al secretario general de Gobierno del GDF Héctor Serrano de ser el autor intelectual de esta intercepción y la tergiversación de la llamada y adujo que lo atacan con porque va arriba en las encuestas.
Reconocido por interponer denuncias penales contra todo, hasta por tropezarse con la banqueta, Monreal –doctor en derecho constitucional-, rápido fue a la PGR a levantar su querella contra quien resulte responsable por esta intercepción.
¿CANDIDATURA EN RIESGO?
Lo dicho e interceptado reconocido está.
Por eso a su vez el PRD en el Distrito Federal ya le levantó denuncia contra Monreal ante las autoridades electorales capitalinas, para que se audite todas las facturas de la campaña del zacatecano y se vea cuales son reales y cuales simuladas, y se determine sí hubo captación de fondos indebidos y cuantos millones de pesos ha aplicado por fuera de los topes de campaña, independientemente del origen comprobable o no del dinero.
Si se confirmara el rebase de topes, el siguiente paso podría ser la anulación de la candidatura de Monreal en la delegación Cuauhtémoc.
Falta ver si el Instituto Electoral del DF tiene tiempo y voluntad para tramitar una denuncia de tales consecuencias.
Por lo pronto el zacatecano va presumiblemente arriba en las preferencias electorales y es muy posible que triunfe el domingo 7 de junio.
MUY AMBICIOSO
En los hechos Ricardo Monreal tiene ya al menos unos 6 años o más que ha logrado colocarse como el “hombre de las confianzas y operación política de AMLO”.
Y es que López Obrador se ha ido quedando solo desde que estuvo a décimas de ganar la Presidencia en 2006.
Primero tuvo que desechar a René Bejarano quien fue pillado y filmado recibiendo una maleta rebosante de billetes de parte del empresario constructor el argentino Carlos Ahumada.
No sé si alguien tenga dudas todavía que ese dinero era para AMLO y su operación política. Bejarano había sido el secretario particular del Jefe de Gobierno del DF Andrés Manuel López Obrador y en el momento de recibir el dinero y ser filmado era ya asambleísta y coordinador de su bancada, la del PRD en ese órgano legislativo.
Bejarano era el principal operador político de AMLO y por lo que se supo también financiero. Era el que hacía el trabajo sucio de pasar no la charola, sino la maleta entre los empresarios y otros para AMLO.
Bejarano iba libre por su predominio en la Asamblea de representantes del DF y, con López Obrador en Palacio Nacional (nadie de ellos dudaba que el tabasqueño sería Presidente de la República), el “profe” sería el siguiente Jefe de Gobierno capitalino.
Todo cambió radicalmente aquella mañana en que Televisa a través de Brozo lo exhibió simple y llanamente como un corrupto más. Y a través de él, a su Jefe.
De nada valieron aquellos cuentos de que el dinero se lo había dado a Rosario Robles y a Leticia Robles, delegada de Álvaro Obregón.
Incinerado políticamente, Bejarano pidió licencia en el PRD y también en la Asamblea de Representantes y se sometió al escarnio y a la cárcel para salvar a su jefe de la hoguera. Espero ver esa historia escrita en primera persona por el “profe”.
Luego AMLO se encargó de echar de su lado a otros, como Los Chuchos, golpeó y persiguió a Cuauhtémoc Cárdenas y a Rosario Robles –sin quienes no pudo haber llegado donde llegó-, uso en el camino al PT y a Convergencia convertido luego en Movimiento Ciudadano y terminó por salirse del PRD y crear su propio partido, Morena.
Ahí ya llegó con Monreal a su lado.
Y Monreal cobró cuota por eso, por hacer lo que quería AMLO que hiciera en el Senado primero y luego en la Cámara de Diputados.
A su hermano David lo hizo alcalde de Fresnillo y luego intentó dejarlo como gobernador de Zacatecas a la salida de Amalia García. Todo por el PRD y PT y bajo el paraguas de AMLO. Hoy David es senador de la República de minoría por el PT.
A su hermana Susana la hizo diputada federal y a su hermano Rodolfo, lo colocó como alcalde de Fresnillo (2004-2007), y le consiguió chamba en la alcaldía de Acapulco, donde despacha hoy.
A Saúl lo hizo líder del PT en Zacatecas y hoy opera en aquel estado como diputado local y ya compitió por la presidencia municipal de Fresnillo, la cual los Monreal consideran suya por ser de ahí.
Así que con esa familia ya fogueada en lides políticas, Ricardo espera enfrentar su paso por la delegación Cuauhtémoc con cargos para algunos de sus hermanos.
Y tiene más, son en total 14 los hermanos Monreal. Hay para dar y prestar.
Si es que no le anulan la candidatura con lo de los contratos amañados de los que habla en la intercepción telefónica.
