Viene la elección más complicada…

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INE
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Con el inicio de este año comenzó en este, nuestro México de angustias y urgencias, una de las competencias electorales más complejas y definitorias de la vida política y democrática en la historia del país.

Y eso es porque estos comicios se realizarán dentro de nuevas normas y son organizados, vigilados y regulados por nuevas instituciones, y un complejo entramado de nuevos consejeros electorales en toda la república.

Es decir, nada de lo que operará está probado.

Este contexto se complica si sabemos que la lista nominal del Registro Federal Electoral lo componen casi 83 millones de mexicanos. Esta es la cantidad de mexicanos que tiene credencial para votar y que por lo tanto puede presentarse a las urnas el domingo mencionado.

Y será definitorio porque el proceso electoral del domingo 7 de junio del 2015 en curso, no sólo será uno de los más concurridos de la historia sino uno de los más peleados.

El caso es que unos 250 mil aspirantes contenderán internamente en cada uno de los 10 partidos registrados, a fin de obtener la candidatura que les abra las puertas para ser candidato a uno de los  2 mil 179 cargos en juego.

Y sí, usted leyó bien… en este proceso electoral podríamos estar hablando de 250 mil aspirantes si se toma en cuenta que para cada cargo de los 2 mil 179 que serán votados el 7 de junio, competirán internamente en cada uno de los 10 partidos registrados un promedio de 10 políticos por cada candidatura.

Si tomamos como media 10 aspirantes por cargo, de un solo partido sumarían 21 mil 790 los políticos que creyeran tener méritos y capacidades para competir por esas posiciones.

Si hay 10 partidos registrados, pues la cantidad se multiplica para llegar a los 250 mil personajes que podrían creer tener posibilidades de jugársela el 7 de junio.

MOMENTO CRÍTICO

Aclarado este punto, hay que decir que lo más importante sin embargo es que el país vive hoy mismo uno de los momentos más difíciles y más riesgosos para su democracia y su sobrevivencia como nación.

Los problemas son muchos y no pocos amenazan con desbordarse en rompimientos sociales.

Uno de los mayores retos para el Estado mismo está en la CENTE -penetrada evidentemente por el EPR- que todos los días escala y aumenta su desafío en contra del Estado y del Gobierno.

Apoderada del movimiento de los normalistas, con la manipulación de los padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, la CENTE y sus filiales en Guerrero y otros estados, ha pasado de las tomas del Zócalo y el monumento a la Revolución, y las marchas masivas en la Ciudad de México con tomas de Paseo de la Reforma y otras importantes arterias capitalinas, sino que ha regresado a sus estados para crear caos en prácticamente todo el sureste mexicano.

Sin encontrar resistencia ni acción alguna de parte de ningún gobierno ni autoridad contingentes de la CNTE –que quien sabe si estén formados por maestros-, recorren las ciudades de Oaxaca, Guerrero y Michoacán y otros estados donde han tomado autopistas y carreteras; asaltado, quemado y destruido edificios públicos y de partidos; han saqueado comercios; han bloqueado supermercados, han secuestrado y retenido a funcionarios y ciudadanos; se han apoderado de aeropuertos y ya decidieron confrontar al Ejército y la Marina, cuyas instalaciones y contingentes ya sufrieron el asalto y el asedio de esos presumibles maestros –no se sabe si realmente lo son, insisto, porque aparecen embozados como los anarquistas-, y amenazan con intentar impedir el proceso electoral de 2015 en varias entidades.

Los de la CNTE realizan hoy, en su debida dimensión, una confrontación como la iniciada el primer día de enero de 1994 cuando con el subcomandante Marcos a la cabeza, el EZLN integrado por indígenas chiapanecos lanzó una ofensiva militar contra instalaciones y contingentes del Ejército Mexicano.

Hoy, tomando como pretexto el asunto de la búsqueda de los 43 normalistas de Ayotzinapa –que ellos bien saben están muertos y desgraciadamente incinerados y sus cenizas esparcidas en el Río Iguala-, y colocando a los padres de estos muchachos como escudos humanos, han decidido los de la CNTE intentar tomar las instalaciones del Ejército y la Armada en varias zonas del país.

Se aduce que dentro de estas instalaciones podrían estar los normalistas. Lo que realmente intentan es vulnerar y humillar a los militares y colocarlos bajo sospecha pública de ser cómplices del crimen organizado en la desaparición de los normalistas.

Quieren evidentemente provocar la represión para poder lanzar una campaña de descalificación contra las fuerzas armadas.

PROVOCACIÓN Y ENGAÑO

Pero ni el Gobierno ni las fuerzas armadas cayeron en el engaño y la provocación. Ya anunciaron que abrirán las puertas de sus cuarteles y zonas militares para que sean visitadas por los padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos.

En este contexto al que se suman otras muchas complicaciones –desempleo, baja del precio del petróleo, debilidad gubernamental, enojo social, crisis del sistema de partidos, etc, etc-, se disputarán el domingo 7 de junio 2 mil 179 cargos.

Esta elección será la primera prueba del Instituto Nacional Electoral y de la reforma política y con ello se reabre la reelección en México, abolida desde la Revolución de 1910. A partir de este proceso los diputados y alcaldes se podrán relegir hasta por 9 años. Y es el proceso para que luego del 2018 se apruebe otra reforma para que puedan relegirse gobernadores y el Presidente de la República.

En esta elección podrán participar hasta 82.5 millones de ciudadanos inscritos en la Lista Nominal y con credencial electoral en mano.

El 7 de junio se disputarán: 500 diputaciones federales (300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional).

En 17 estados habrá elecciones concurrentes –y en 9 se renovarán gubernaturas-, salvo Chiapas, cuya elección está programada para el 19 de julio.

Además se elegirán 641 diputaciones locales (387 de mayoría relativa y 254 de representación proporcional) y 993 alcaldías (de las 2 mil 445 que hay en el país), así como 20 juntas municipales (en Campeche), además de las 16 jefaturas delegaciones en el Distrito Federal y toda la plantilla de la Asablea Legislativa capitalina.

Los 9 estados que elegirán gobernador son: Baja California Sur, Sonora, Guerrero, Colima, Campeche, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí y Querétaro.

El INE aplicará en este proceso 18 mil 572.4 millones de pesos, 4.0 por ciento más que en 2012, que fue de 17 mil 900.1 millones de pesos. Y los partidos recibirán un total de 5 mil 357 millones de esos pesos.

Por primera vez primera habrá Casilla Única que procesará los votos locales y los federales y se instalarán 152 mil 512 casillas -9 mil más que en las presidenciales y federales del 2012; de estas, 92 mil 42 operarán en los estados con elecciones concurrentes. Las 60 mil 470 restantes estarán en donde únicamente se elegirán diputados federales.

Un total de 10.5 millones de ciudadanos serán insaculados para definir al millón 251 mil 668 que serán funcionarios de casilla; de estos 152 mil 512 serán presidentes de casilla; 397 mil 66, escrutadores; 244 mil 554, secretarios y 460 mil 526, suplentes.

Antes del 7 de junio, día de la elección, el INE habrá revisado 75 mil informes de gastos de precampaña y campaña. Nunca antes ha ocurrido cosa igual.

Los candidatos independientes tienen hasta el 27 de febrero para buscar las firmas de apoyo que respalden su nominación y deberán respetar un tope de 112 mil 037.36 pesos para gastos; no tendrán acceso a programas de radio y televisión.

Como habrá 10 partidos en disputa, la boleta electoral será por esta vez tamaño oficio.

¿Cómo la ve Usted, salimos adelante o no?