Los chairos, inmunes. Los demás sí seremos infectados

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ÍNDICE POLÍTICO

Por FRANCISCO RODRÍGUEZ

Hemos llegado al límite de un gobierno incapaz, el que ha exhibido su incompetencia ante el mundo presumiendo estar un paso adelante de las potencias, y siendo objeto de su mofa, cuando aquí sabemos que no hay un quinto para comprar nada, ni para atender las necesidades más elementales de la población en el abismo de una crisis histórica.

La expresión más acabada de un régimen inepto y perverso, la imposibilidad de crecer siquiera arriba del cero por ciento, la pérdida de la confianza y del diálogo con los sectores sociales, víctimas y grupos de presión o de interés, sin posibilidad de acudir a la ayuda internacional. Toda una tragedia.

Un pueblo, el mexicano, asaltado por una dosis letal de políticas insulsas que han paralizado la planta productiva, el empleo, la seguridad, atrapado en el peor de los mundos posibles. La baja estofa potencializada en todos los rubros de la corrupción y de los niveles de mando.

Ha llegado para quedarse por lustros la pavorosa estanflación, una mezcla de lo peor que combina estancamiento, inflación, devaluación, escasez de básicos y retroceso perdurable en todos los niveles que puedan cuantificarse e imaginarse. No hay un solo indicador de la convivencia que esté en manos del gobiernito resolver.

Es la hora en que nadie sabe explicar hacia dónde vamos

Se treparon a la nave de los locos, y los infames ñoños han desarticulado y descompuesto todo. No hay inversión pública, privada, ni gasto social elemental, porque tampoco hay recaudación tributaria: el mexicano está aturdido por tantas amenazas de boquiflojos, lenguaraces y estultos instalados en el poder prestado.

Si para cualquier gobierno en el mundo la solución para abordar fases terminales fuera robar menos y ponerse a trabajar, para aquí esto no opera pues nadie quiere poner mano sobre mano. Si la solución fuera aplicar la ley para castigar a rateros e indolentes, para aquí no es, porque no habría quien cerrara las bartolinas.

Un cúmulo de improvisados, ideologizados fanáticos, ignorantes, miedosos y agradecidos con chambas que no sirven para nada. Es la hora en que nadie sabe explicar hacia dónde vamos, si es que vamos a algún lado. Ningún asunto sustancial del país tiene una repuesta lógica. Todos se dedican a marear la perdiz.

Ahora ya todos los peores del empresariado están adentro.

Ni economía mixta, ni sociedad democrática, ni socialismo criollo, ni Corta Transformación. Simplemente otro gobiernito corporativo ineficaz, en busca de milagros de estampitas religiosas. ¿Para eso fue tanta alharaca y tanto brinco? ¿Para qué tantas encuestas falsas, tantas giras de antojitos provincianos, tanto alarde contra los enemigos del Estado?

Ahora ya todos los peores del empresariado están adentro. Sólo falta escuchar las risotadas de los delincuentes indiciados al saber que los suyos siguen manejado todo el pandero. El jefe Slim a la cabeza y acompañándolo sus recomendados, Larrea, aunque tenga todos los cadáveres bajo la mina de Pasta de Conchos…

… y Coppel, sus cuatachos, aunque el último haya sido el financiero estrella de los enemigos jurados del Caudillo. Desde que Slim lo convenció de que también podían ser filántropos de a diez centavos, el mundo les cambió. Ahora son próceres, halagados en las mañaneras, trúhanes en la cima del pedestal de la patria chusca. Feliz el intermediario Marcos Fastlicht, cobrando a todos –incluido AMLO– por el favor.

De locos, la infeliz decisión de la cervecera gringa en Mexicali

La ley que quiere hacerse prevalecer por encima de la cabeza del Presidente ya no existe en este país; la legalidad y el Estado de Derecho fueron reemplazadas por un concepto ñoño de justicia, donde manda el falangismo de las pocas manos y alzadas. La infeliz decisión de la cervecera gringa en Mexicali es de locos, estúpidos o suicidas.

Han puesto la guillotina en manos del verdugo. Suplican a las empresas y a sus países la sanción inminente que vendrá, pues se han violado todos los principios de tratados comerciales, de leyes, de mínimos de razón. Impera la ley de la selva en los momentos cruciales del país, apesadumbrado y desconcertado.

Y una cosa así que dice ser gobierno eficaz y autosuficiente, no puede ser la base de ninguna forma de mando, ni debe ser llamado gobierno, ni teórica ni prácticamente, bajo ningún punto de vista razonable. Es sólo un descenso diario a la extinción y a todos los ridículos que usted se pueda imaginar.

Barbosa: el portavoz chairo, lambiscón y gobernador de Puebla

No sólo han fallado los secretarios del despacho presidencial –mal llamados secretarios de Estado–, los empleados cercanos y el mismo presidente: han fallado todos juntos, porque se han hecho daño a sí mismos y a todos los demás, a los ciento treinta y seis millones de mexicanos que todavía los padecemos y no sabemos hasta cuándo.

Todos colgados de la esperanza del dinero circulante del narcotráfico, de las remesas de los sufridos migrantes, de las ganancias de los sicarios de cuello blanco en el lavado de dinero y en la creación y usufructo de empresas fantasmas, multiplicadoras del atraco. La única posibilidad de subsistencia, parece mentira, de un país hambriento y explotado.

Pero ellos son pobres, dice el portavoz chairo, lambiscón y gobernador de Puebla, y por lo tanto son inmunes a las desgracias y a las pandemias. Jodidos los ricos, los fifís y los conservadores, porque ellos son los más seguros candidatos a ser extinguidos por la contaminación sanitaria, que jamás han pensado cómo atacar.

Aplican teorías mal aprendidas en todas las decisiones básicas

Están infectados del peor virus que hay en México actualmente: el de la ignorancia y el miedo. Es el mismo pensamiento del titular de la Semarnat que, a pregunta expresa de por qué cancelaron a través de una consulta patito una inversión de más de mil millones de dólares, contestó: es que los de la cervecera son un virus mortal.

Definitivamente, tienen la cabeza más dura que una piedra de moler chile. Y son los mismos argumentos de teorías mal aprendidas lo que se aplican en todas las decisiones fundamentales del sistema, empezando por la ambición descontrolada de la reelección del Caudillo, y la perpetuidad de las todos los demás de su claque.

Son los hombres sin atributos, los mejores representantes de esa casta de apátridas en el poder que han defraudado la confianza de los mexicanos, los que quieren permanecer por siempre para continuar atizando el robo y la miseria ancestral. Los que presumen de leales a un sistema fracasado y torvo.

Refractarios a su incompetencia y a la rebeldía de la Nación

Son las primeras ratas que saltarán del barco cuando se anuncie el naufragio tan anunciado y demoledor. Una fiesta que nunca fue, salvo en el cerebrito de hombres sin estatura ni preparación mínima. Escaladores de pirámides bufas, consumidores de propagandas infames. Los primeros que querrán ofrecer su lealtad no pedida a quien sea el próximo ganador, pues para ello se condicionaron. Siempre lo han hecho, no sería la primera vez.

Pero ellos son inmunes, Barbosa dixit. Son refractarios a su incompetencia y a la rebeldía de la Nación. Son inmunes a la crítica, al desempeño profesional, a la vergüenza.  Ya veremos adónde van a estar cuando se instale la hambruna, que promete ser infernal y despiadada.

¿No cree usted?

Índice Flamígero: La de ayer jueves fue una “mañanera” sin rodeos. El presidente, a través de Hugo López-Gatell, cambió el panorama ante la pandemia y anunció que estos días son cruciales para desacelerar el contagio del COVID-19, aunque alertó que es inminente que México llegue a la fase 3. Pidió a la gente no salir de sus casas y aseguró que el objetivo es no saturar los hospitales; anunció que se no se cerrarán fronteras pero sí se tomarán medidas sanitarias más estrictas. En temas internacionales, ante los países del G-20, pidió no abandonar a los pobres y apoyarse entre todas las naciones para salir adelante, hizo un llamado a la ONU para que intervenga en contra de los monopolios de medicamentos para tratar al virus y los insumos médicos, ventiladores; solicitó no cerrar fronteras y dejar atrás el racismo. En temas nacionales, desacreditó las declaraciones de gobernadores sobre el coronavirus y reafirmó su decisión de escuchar solamente a  especialistas, médicos y científicos. Por último, evitó hablar de las acusaciones de Estados Unidos contra Nicolás Maduro por narcotráfico.

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