Ciudad de México, México.— En México, sin jueces no hay paz social, no hay gobernabilidad, no hay justicia y no hay democracia, afirmó el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, quien, añadió, “mandamos el mensaje de que nuestra actividad es de la mayor importancia para la vida pública, social y personal de quienes integramos este país”.
En el marco de la ceremonia del día del juzgador mexicano y entrega de reconocimientos a administradores de justicia, aceptó que todavía no hay una paridad de género en todos los órganos de representación y técnicos del Estado mexicano, por lo que necesario seguir impulsando medidas legislativas, administrativas y de todo tipo, hasta lograrla.
Señaló que los jueces y juezas de México, reunidos este día, estamos mandando un mensaje a la sociedad de la importancia de la función jurisdiccional. “Sin jueces no hay paz social, no hay gobernabilidad, no hay justicia y no hay democracia. Mandamos el mensaje de que nuestra actividad es de la mayor importancia para la vida pública, social y personal de quienes integramos este país”.
Señaló que la justicia cotidiana, que es la que más lastima en su ausencia a las personas de las clases más desprotegidas, la justicia familia, la justicia civil, la justicia laboral, en donde se ve la lucha por la justicia social todos los días; la justicia mercantil que da seguridad jurídica a las transacciones, y que invita a invertir porque las reglas del juego están claras y hay jueces que vigilarán que estas se cumplan.
“La justicia electoral, que nos garantiza que la voluntad popular en los procesos electorales sea respetada, hasta la justicia constitucional, propiamente dicha, donde el fenómeno democrático es mucho más amplio porque nos corresponde la defensa de todo el marco constitucional, de manera mucho más importante, los derechos humanos de todas y de todos”.
Apuntó que hoy todos los jueces de este país “somos jueces interamericanos y constitucionales, porque todas y cada uno de nosotros debemos estar comprometidos con el nuevo paradigma de la Constitución mexicana convencionalizada.
Dijo que hoy todos los juzgadores aplicamos derechos humanos, hoy todos los juzgadores aplicamos Constitución. “Por ello hoy, más que nunca, si nuestro país aspira a un futuro mejor, a una mayor justicia social, a una mayor igualdad, a una menor discriminación, todo esto pasa necesariamente por poderes judiciales honestos, confiables e independientes”.
Todos los juzgadores del país confirmamos el compromiso, por una mejor nación, con mayor justicia, con mayor igualdad, con menos pobreza y, por supuesto, con confianza y cercanía de los jueces con su gente, aseveró el titular de la SCJN.
Refirió que con los premiados “renace la confianza de que así como ustedes fueron dignos de portar una toga, real o simbólica, porque da lo mismo, lo importante es la función, quienes los seguimos en el camino, seremos también dignos de responder a las necesidades del pueblo de México en esta coyuntura, sin duda que presenta grandes retos pero también enormes oportunidades”.
