Varela dice que la historia les dio la razón de protestar por el fraude del 2006; con victoria de AMLO echamos andar un proyecto de izquierda

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Por Javier Ramírez

A doce años de que diputados perredista y aliados tomaron la tribuna de la Cámara de Diputados por un supuesto fraude electoral e impedir la “usurpación” del panista Felipe Calderón Hinojosa, el diputado federal morenista, Víctor Varela López, uno de los principales actores de aquellos hechos, dijo que la historia les dio la razón de tomar esa medida,  y ahora con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, echamos anda un proyecto de izquierda, enarbolado desde hace décadas.En aquellos tiempos convulsos, en que criticaron duramente a López Obrador y sus aliados por el plantón cierre, desde el zócalo capitalino hasta el Auditorio Nacional —Madero, Avenida Juárez, Reforma— por protestar del presunto fraude electoral en las elecciones del 2006 y que los perredistas terminaron su inconformidad con la toma de la tribuna en San Lázaro para intentar impedir que Calderón, quien entró por la puerta trasera de la Cámara de Diputados, para rendir la protesta de ley en una ceremonia republicana muy accidentada.

Bueno pues ahora, parece que con el pretexto de que viene Nicolás Maduro, presidente venezolano, a la toma de protesta del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, los panistas quieren cobrárselas a los ahora morenistas y han amenazado que se verán las caras el primero de diciembre.

En entrevista con Vorágine, el diputado federal morenista, Varela López opinó que la actitud de los legisladores panistas son “más bien los coletazos de la derecha, que creen que haciendo este tipo de acciones podrán sobrevivir tal vez, no en la aceptación popular, mediáticamente puede obtener alguna vida”.

Al preguntarle qué lectura le daba a este tiempo con lo que ocurrió en el 2006, comentó que se respeto la voluntad popular, es la primer diferencia que hay del fraude del 2006 y la toma de posesión legítima y legal de (Andrés Manuel López) Obrador.  Ese es el fondo, que por primera vez desde hace muchas décadas se respeto la voluntad popular y otras de las diferencias es que no mandaron los grupos fácticos, que los grupos de poder económico y mafiosos, de todo tipo, y que el pueblo eligió al primer mandatario del país”.

Dijo que sí valió la pena esas movilizaciones que llevaron a cabo en aquel tiempo. “Son momentos históricos y triunfos que se postergan, pero que obviamente son parte de una misma lucha, si en ese entonces hubiéramos negociado, transado con el poder, recogido migajas que ofrecía el poder se hubiera ido el movimiento la basura de la historia.

“Afortunadamente tanto Obrador como el movimiento decidieron por la no sumisión ante los poderes fácticos y se logró esto (la victoria del 2018) como parte de un mismo proceso histórico”.

El ex perredista indicó que “claudican personas, y algunas siglas, pero el movimiento y el principal dirigente no, obviamente que sí en todos lados hay claudicaciones y el PRD no fue la excepción, y en sí en los tres partidos que apoyaron las dos veces anteriores a Obrador hubo claudicación. Por eso, era mejor formar algo nuevo, que no dependieran de dirigencias ni grupos que tenían otros intereses, y lograr verdaderamente arribar al poder federal y comenzar la transformación”.

Destacó que en una alianza tan amplia que logró Morena, “no hay traidores, pero sí son gentes que tienen ciertos intereses, el riesgo es mucho y sin poner nombres ni prejuicios, es eso, dentro de Morena, el proyecto jale a la par, que no haya compañeros, gentes, grupos que quieran quedar bien con el poder y volver a hacer  cosas, como dar privilegios”.

Recordó que hay compañeros que han tenido coincidencia con la derecha y que ahora entiendan “que el cambio debe acabar con los privilegios y por esa línea se vayan, y haya quien te diga que muy izquierdista y claudiqué como el caso de (Mario) Di Costanzo. Quién iba a pensar que con su radicalidad, iba acabar de busca chambas con Peña Nieto”.

Cuando se le pregunta qué escenario ve para el primero de diciembre, a doce años de distancia de la toma de protesta de Calderón, precisó que “no tienen ninguna razón, ningún grupo ningún partido, tendrían ninguna justificación de manifestar ninguna inconformidad contra una elección legítima y también legal.

“Con 30 millones de votos y una diferencia enorme y limpia. No recurrimos ni a la coacción ni a la compra ninguna artimaña para ganar”, añadió.

Apuntó que las manifestaciones de los panistas previas a la toma de protesta de López Obrador, “son los coletazos de la derecha, que creen que haciendo este tipo de acciones podrán sobrevivir tal vez, no en la aceptación popular, mediáticamente puede obtener alguna vida”.

Cuando se le recuerda la toma de tribuna que hicieron en San Lázaro, aclaró: “No. Yo evidencie un fraude, y ellos lo que estarían dando es un coletazo, una derecha a punto de desaparecer”.

“Comparar una acción de ellos, y la acción que tuvimos nosotros fue la única forma de mostrar al mundo que había habido un fraude, un golpe de Estado preventivo que quitó de la pelea al presidente electo en aquel momento y que todas las instituciones y todos los medios se pusieron del lado de la usurpación, eso fue lo que estaba en juego en 2006, eso fue lo que protestamos”.

A sus críticos de aquel tiempo les dijo: nosotros protestamos porque había un fraude y un golpe de Estado.

–Y Madrazo les dio la razón de que en el 2006 sí hubo fraude, se le refiere.

–Así son los delincuentes cuando empiezan a perder el botín, empiezan a soltar la lengua, empiezan a caer sus cotos de poder, empiezan a soltar la lengua y eso va a seguir pasando. Dijimos en ese entonces y la historia nos ha dado la razón, por la toma de tribuna, el proyecto de izquierda que hemos enarbolado, desde hace décadas, y que ahora lo estamos echando andar. En lo absoluto no acepto la comparación.

Cuando se le cuestiona si no estuvo en riesgo su integridad física en el momento que estaba en la mesa de trabajo de la tribuna de la Cámara de Diputados, puntualizó: “hasta mi gobierno perredista me hizo cosas peores como Rosario Robles que nos reprimió; ha habido cosas peores ante la menor manifestación que le hacíamos, arriesgar la vida (por tomar la tribuna), eso fue poca cosa. Todavía en la Constituyente de 2017 volví a ser golpeado y secuestrado por policías de investigación de la Ciudad de México en plena campaña de la Constituyente”.

“Uno no se acostumbra a esas cosas, pero sabemos que es parte de los grupos de poder que desgobiernan en cierto momento”.

Así los ex perredistas y ahora morenistas junto con sus aliados llegan al poder por seis años y con un capital político que les puede duran mucho tiempo.