El PRD, no el PRD

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Análisis a Fondo

En su debacle electoral, los perredistas ¿se arrimarán a AMLO?

Pero tienen que darse cuenta de que ya no los quiere la mayoría

Por Francisco Gómez Maza

El septuagenario PRD afronta lo que podría ser su peor división, tras haber superado seis anteriores, en los 74 años que acaba de cumplir, ya que actualmente carece de grandes propósitos y de un líder en capacidad de reunificarlo y devolver la vida a sus órganos atrofiados…

No. No estamos hablando del Partido de la Revolución Democrática, sino del Partido Revolucionario Dominicano, antecedente de la formación mexicana. A quien no sólo le faltan grandes propósitos y un líder capaz de rehacerlo, sino que está en fase terminal, al borde de la muerte y, por tanto, de la desaparición.

De acuerdo con información publicada en La Política Online, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se encuentra al borde del abismo luego de una elección desastrosa, por lo que buscaran reagruparse para seguir existiendo con el gobierno a cargo del virtual ganador Andrés Manuel López Obrador. Además de que ya no tendrán gobernadores, el Sol Azteca tendrá una bancada de máximo cinco senadores y menos de 25 diputados en San Lázaro. En ese contexto, se han realizado reuniones entre los históricos caciques que controlan las principales tribus del partido y Juan Zepeda y Héctor Bautista tendrán a cargo el futuro de lo que queda del PRD

“El discurso de ADN es pragmático porque viene a decir que el PRD no puede ser oposición de un gobierno que traerá un programa de izquierda. En todo caso, la mejor opción es acompañar desde el buen diálogo y así ganar tiempo para resurgir.” señala LPO. Asimismo, ADN ya ha conservado con Marcel Ebrard que, aunque no se le ha pedido nada en concreto, se pide que no exista persecución judicial y se le dé un poco de aire al PRD para que éste vea cómo seguir existiendo.

” Desde ADN habrá un pedido interno de que aquellos que no jueguen en la regeneración partidaria desistan de la idea de crear nuevos partidos. Tiene sentido porque estaba el rumor de que esto podía suceder con los Chuchos. Zepeda y Bautista creen que el año que viene habrá por lo menos tres partidos nuevos a nivel nacional y que tampoco sirve seguir pulverizando la oferta electoral” añadieron.

Lo grave es que, de la euforia de la construcción de una coalición partidaria con el PAN y MC, con la ilusión de que mantendrían la jefatura de Gobierno de la CDMX, los perredistas se hundieron en el fango del fracaso, de donde les será imposible salir y levantarse. Y no les queda más que aceptar el fracaso, la derrota, ante un personaje que se llevó todo lo mejor, e incluso mucho de lo peor, del PRD. A Jesús Zambrano no le queda la soberbia de insultar gratuitamente a López Obrador. Éste esta en la gloria del triunfo arrasador. Chucho se quedó a la orilla, madreado, hecho trizas, sin posibilidades de levantarse solo, y ni siquiera ayudado por los otros Chuchos, quienes en última instancia son los factores perversos de la debacle del partido. Nadie, en las filas del partido que fundaron grandes luchadores sociales, se dio cuenta de la Quinta Columna, el Caballo de Troya, que fueron Los Chuchos, que pudieron al partido al servicio de las clases dominantes y se arrodillaron a los pies del priista Enrique Peña Nieto con una indignidad supina. No les queda ahora ir de rodillas ante Andrés Manuel para no perder sus privilegios personales y de partido. Tienen que reconocer que el ciclo del perredismo llegó a su fin y que ellos fueron los artífices de la destrucción del partido.

Y perdonen lo que voy a decirles. A estos próceres, si es que quieren levantarse y recobrar la dignidad, la cordura, lo único que tienen que hacer es fruncir el culo y seguir adelante. Comenzar de cero. Si piden asilo en Morena, ahí será su tumba, porque el muerto y el arrimado a los tres días apestan.