Según PRD falló a mujeres el gobierno de Peña Nieto  

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Ciudad de México, México.– A pesar de la conquista de espacios y el reconocimiento a sus derechos, las mujeres mexicanas tienen poco que celebrar en su día internacional debido a que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto han sido víctimas de extrema violencia e impunidad, afirmó el diputado federal del PRD, Rafael Hernández Soriano.

A unos días de conmemorarse el Día Internacional de la Mujer, el parlamentario perredista valoró los avances alcanzados en el país en materia de oportunidades para las féminas, pero también lamentó que, a unos meses de concluir esta administración, las agresiones contra ellas se multipliquen y alcancen niveles de brutalidad, lo que es otra evidencia del fracaso de este gobierno en cuanto a seguridad y justicia.

Reconoció el hecho de que 212 de las 500 curules de la Cámara de Diputados sean ocupados por mujeres y que hoy nadie o muy pocos sostengan, como se hizo cuando el General Lázaro Cárdenas propuso que se les reconociera el derecho al voto, que era contraproducente porque serían manipuladas por los curas, pues ellas demostraron que no es así y han conquistado sus espacios con esfuerzo propio.

“Brillan cada vez más las mujeres por sí mismas en diferentes profesiones, disciplinas, deportes, la academia, la investigación y otras áreas. Hay un avance importante en las últimas décadas en el país, pero lo negativo es el escenario de violencia que inmiscuye al conjunto de la sociedad”, remarcó.

Refirió que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) recién reportó que en uno de cada dos hogares se ejerce violencia contra las mujeres y que la Encuesta Infantil y Juvenil 2015 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reveló que casi 90 por ciento de esta población ha sufrido algún tipo de violencia, ya sea verbal, salarial, sexual o física, hasta llegar al extremo del feminicidio.

Lo anterior –dijo- no es sino el reflejo de un ambiente de inseguridad, criminalidad y violencia existente en el país y que en 2017 se tradujo en más asesinatos que los registrados en cualquier otro año posterior a la Revolución Mexicana.

“Esto es lo que nos deja el sexenio de Peña Nieto: el recrudecimiento de la violencia contra la ciudadanía, en general, y contra las mujeres, en particular, pero también una negación sistemática de esta realidad. Si no hubiera medios de comunicación, el gobierno seguiría diciendo que no hay muertas, asesinadas ni violencia laboral o doméstica contra las mujeres”, agregó.

En este contexto, consideró que no hay mucho que conmemorar este próximo 8 de marzo, pues además de que el gobierno renuncia a su función de prevenir la inseguridad y la violencia, también se dedica a disminuir y desviar presupuestos como los destinados a la atención de víctimas, la mayoría de ellas mujeres.

Lo peor –continuó- es que estos desvíos de recursos son en la mayoría de casos por corrupción cobijada de impunidad, con lo que además de generarse enojo social por la desatención de necesidades de la población, también se pone un mal ejemplo al resto de la sociedad en el sentido de que, quien tiene algo de poder, tiene permiso de actuar contra los más vulnerables o débiles sin temer castigo alguno.

Así, gobernantes como Javier Duarte, César Duarte, Roberto Borge, Gerardo Ruiz Esparza, Rosario Robles, Antonio Tarek Abdalá –hoy diputado federal- y otros pueden desviar miles de millones de pesos sin que “pase nada”. Éste es el ambiente que están generando Enrique Peña Nieto y quienes con él mal gobiernan; un ambiente de que no pasa nada, que puedes portarte mal o delinquir no importa contra quien –niñas, niños, mujeres o quien sea- porque al final impera la impunidad.

En este ambiente de inseguridad, de frustración social por logros económicos inexistentes, en donde los trabajadores mexicanos ganan 15 o 20 veces menos que sus contrapartes estadounidenses y canadienses, Hernández Soriano llamó a no caer en la trampa discursiva de Peña Nieto, según la cual la corrupción “es algo cultural” entre los mexicanos y entonces los más fuertes pueden abusar de los demás.

Al contrario –insistió- particularmente los varones deben darse cuenta de que no es así y que la violencia contra niñas, niños y mujeres se puede prevenir y evitar, entre otras cosas con conciencia y educación, pero también con una buena selección de gobernantes. En este sentido, insistió en que no hay mucho que celebrar, pero sí mucho qué hacer.