¡Primera llamada, primera…!

0
Anuncio

Análisis a Fondo

Ya va a sonar la hora de la simulación de la democracia

Uno de los tres aspirantes tendrá que irse a “La Chingada”

Por Francisco Gómez Maza

Y ahora, señoras y señores, comienza el teatro de la simulación para ver quién se queda, por seis años, con los beneficios del erario y hace los mejores negocios – fast business – desde Los Pinos o desde Palacio Nacional.

Ya están en la línea de arranque con sus sueños sudándoles por los poros de su alma ambiciosa, tracalera, mentirosa, corrupta. Todos coinciden en un punto. Son barones, padrinos de las familias de la partidocracia, que buscan el poder (ya los estoy viendo y oyendo contradecirme, pero no deja de ser la verdad lo que les escribo), como lo han buscado siempre con el pretexto de “servir a México”, pero como México es una palabra inexistente, fantasiosa, pues terminan sirviéndose a sÍ mismos, a sus familiares y a sus amigotes, muchos de los cuales terminan en la cárcel por ladrones.

Son tres los, digamos, más importantes, pero va a ganar el de siempre, porque es el que tiene la sartén por el mango, a pesar de que pudiera obtener la mayoría de votos el otro, ya que el de en medio no tiene ninguna popularidad ni entre sus correligionarios. Es el candidato de la derecha panista-perredista-chuchista.

Se llama Ricardo Anaya Cortés, mexicano de nacimiento (Querétaro), pero estadounidense (gringo, mejor dicho) de corazón. Dice que ama a los mexicanos, pero no es cierto. Él se ama a sí mismo y lo que quiere es brillar tan sólo con ser candidato, pues no logrará los votos suficientes para sentarse en La Silla, aunque mucha gente este súper encabronada por los priistas por el pésimo comportamiento del actual tlatoani, tanto en política, como en el respeto a los derechos humanos, como en la guerra del narcotráfico, como en la cada vez más creciente ola de violencia fatal, que ha dejado miles de muertos, como en el asesinato de mujeres (llamados feminicidios), como en las desapariciones forzadas, como en el fracaso de la economía, como en la enorme concentración de la riqueza en pocas manos, como en la entrega del petróleo a extranjeros (Si el general Lázaro Cárdenas del Río videsse), como en el empleo muy mal pagado, entre otros gravísimos desaciertos.

El segundo se llama José Antonio Meade y es panista de corazón, aunque represente a la familia de Atlacomulco, que no se tienta el alma para robarse la elección, tan hábiles que están en esos menesteres de la robada desde su maestro, el profesor Carlos Hank González, cacique de Santiago Tianguistengo. Pero tampoco estos, llamados priistas, ganarán los votos suficientes para que Meade se agandalle el presupuesto de la nación para beneficio de los mexicanos que son sus amigotes y beneficiarse a sí mismo. Que dice que va a acabar con la pobreza, con la corrupción. Exactamente eso han dicho todos. Para no irnos tan atrás en esta historia de corrupciones, traiciones, vendepatrias y estoy hablando de los López de Santana, de los Díaz Mori y tantos bandidos que han pasado por este escenario del burlesque mexicano, muchas veces rallano en la tragicomedia, Lo dijeron Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo (el que salió ganando con la muerte de aquel sonorense taciturno, callado, que despertó cuando se dio cuenta de que los mexicanos estaban sedientos y hambrientos de justicia y que yo creo que por eso lo mandaron asesinar, como el Chacal mandó a eliminar a Francisco I. Madero y Pino Suárez, y eso que estos no eran comunistas.)

El tercero, que va por el momento en el primer lugar de las preferencias de quienes van a ir a las urnas a legitimar la simulación “democrática”, es posible que sea al final del día de las elecciones, el ganador, pero no se lo van a reconocer y le van a dar el gane al priista, como siempre, porque los amos del mundo – principalmente los dueños del Club Bilderberg, – no van a permitirlo, pues creen que con él (ya habrán dádose cuenta de que me refiero a Andrés Manuel López Obrador), van a resurgir los gobiernos antiyanquis, proclives al socialismo cubano.

En fin, que estamos a punto de empezar a ver la pachanga de la simulación, del fraude, del robo, de la corrupción de conciencias, de la compra de votos, del empleo de millonadas de pesos, de extracción nada sancta, para lograr corromper a los votantes, y vaya que muchos se corrompen por hambre, para legalizar un triunfo que no es triunfo sino remedo cibernético de las ganancias y pérdidas que ocurren en el casino, que casinos pululan por toda la geografía, como lavaderos de dinero sucio, muy bien cobijados por la ley y por las autoridades creo que de la secretaría que maneja el chino Chong.

Pero ya estaremos comentando los nuevos sucesos que se tendrán que ir presentando de ahora hasta el día de las elecciones el primer domingo de julio del año que está por iniciarse.

Ah, y como no pudieron con Anaya (claro, el PRD no es ni la sombra del Verde), ahora empezaron, precisamente este domingo, a preparar su presentación teatral, ésta sí cómica, con tres o cuatro aspirantes a la candidatura a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, que siempre ha estado en manos perredistas pero que ahora es muy proclive al Morena, la propiedad del señor López Obrador, quien se presenta como un luchador social en favor de los desprotegidos, como el padrino de los que se dicen demócratas, pero que tampoco cumplen lo que prometen, (¿Verdad, Silvia, que te prometieron un terrenito para levantar una humilde vivienda y de eso ya pasaron muchísimos años, y no te han cumplido?)

Se inició el teatro sexenal, pues. A ver quién se sienta en la Silla en la que ahora pontifica y ordena sus negocios, Peña Nieto.