Quebrantan autoridades de Central de Abasto compromiso de seguridad con 500 mil usuarios; cada dos días ocurre un atraco

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Ciudad de México
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En el mercado mayorista más grande del mundo con 327 hectáreas y la concentración de casi medio millón de personas, la Central de Abasto ( CEDA) de la Ciudad de México inaugurada hace 35 años sufre las inclemencias de la delincuencia organizada y común casi de manera permanente, pese al compromiso de las autoridades de garantizar con tecnología de punta y presencia policiaca la seguridad de clientes y usuarios.

En las últimas semanas, por ejemplo, la ola de atracos en CEDA, a cargo de Sergio Palacios Trejo, se dejaron sentir casi en cadena. En la zona conocida como “subasta”, sujetos armados hasta los dientes robaron, en dos acciones y días diferentes, a dos comerciantes dedicados a la venta de champiñones.

En otro hecho más, una persona dedicada a prestar dinero a los comerciantes fue objeto de asalto, pero los maleantes fueron neutralizados por los mismos vendedores y casi linchados en el lugar, y hasta hubo un helicóptero sobrevolando la zona, y poco tiempo después entregado a las autoridades. Sin embargo, la CEDA niega estos hechos.   

Pero esto de la inseguridad en la Central de Abasto es muy viejo, tan viejo como el tiempo que lleva operando ese mercado, y cuando los maleantes se deciden a actuar con impacto en la opinión pública trasciende ese mercado de abasto, pues, las mismas autoridades reconocen que cada dos días ocurre un delito y este aumenta con la “cifra negra”.

Los comerciantes y participantes de la CEDA manifiestan su inconformidad por la falta de seguridad en su centro de trabajo y a los oídos sordos de sus autoridades que no llevan a cabo un trabajo permanente en esta materia para bajar al máximo los asaltos a la población y el mismo robo de autopartes.

Por información proporcionada por autoridades, comerciantes, proveedores y consumidores, se sabe que la Central de Abastos está asolada por la delincuencia de las zonas adyacentes como las colonias San José Aculco y la Ramos Millán, y de otras partes de la Ciudad de México y de Ciudad Nezahualcóyotl y Chimalhuacán, estado de México.

El coordinador de Seguridad, Vialidad y Protección Civil de la Central de Abasto, Felipe Rosales Gamboa, dijo que dar seguridad en la CEDA es un “enorme reto” y consideró que  100 elementos por turno son insuficientes para dar confianza en 327 hectáreas con una concentración de 500 mil personas, entre comerciantes, proveedores, carretilleros y consumidores.

Entrevistado en sus oficinas, explicó que el trabajo realizado en la materia lo apoyan con monitoreo de las 333 cámaras movibles del Centro de Monitoreo y el trabajo de inteligencia que coadyuva a que la incidencia delictiva vaya a la baja, la percepción día a día es mejor y los fines de semana apreciamos que vienen muchas familias a hacer sus compras a este gran centro de abasto.

De acuerdo a su información, Rosales Gamboa informó que en lo que va del año se han presentado 112 delitos con un promedio de que cada dos días ocurre un delito denunciado, no obstante que la cifra negra la incrementa a entre dos y cuatro delitos por semana.

Desmintió los hechos denunciados por los mismos comerciantes de que en la zona de subasta se registren asaltos a mano armada.

“Todo eso es falso, le puedo decir que eso no está ocurriendo de manera inmediata, principalmente en subasta tenemos un monitoreo constante, tenemos gente ahí, nuestra problemática ahí inicial es la robo de autopartes no como delitos como el que le mencionaron y hemos hecho 15 remisiones en lo que va del año y hemos detenido sujetos que se dedicaban al robo de autopartes que es la principal problemática.

“Ahí no tenemos robo a transeúnte y no tenemos ese tipo de robo que usted está refiriendo, por supuesto que la Central estamos hablando de un corredor comercial y que diario llegan entre 350 mil y 500 mil personas, y entran 52 mil vehículos y que el delincuente busca esos corredores comerciales para incidir en sus  (propósitos), sin embargo, el trabajo que se hace ha tenido como fin la desarticulación de la delincuencia, y a la fecha se hace un buen trabajo…”

La actual administración trabaja con tecnología de punta y a la salida se construye un nuevo centro de monitoreo con fibra óptica y se tendrá una mejor calidad en cuanto a las cámaras y esto se sumará al trabajo de policía.

Dijo que la actual administración de la CEDA trabajo de cerca con los participantes para servirles y hacemos “código” con la policía en cada una de las 5 mil 800 bodegas.

Al preguntarle cuántas bandas tienen ubicadas en la CEDA, refirió que el grupo delictivo de los “king kones”, provenientes de Chimalhuacán, estaba lacerando desde hace algún tiempo y en abril pasado se detuvieron a dos de sus integrantes.  Otra de las bandas, que había era la de los “oaxacos” que llegaron a CEDA cuando se inició el mercado y se organizaron para delinquir, pero algunos están detenidos y otros cayeron muertos, prácticamente está extinguida esa banda, añadió.  

Cuando se le hizo referencia de que si se necesitaba un ejército para brindar seguridad a la población de la CEDA, respondió que antes había 400 elementos, pero, ahora con el Centro de Monitoreo y el trabajo de inteligencia se hace eficiente el trabajo de campo, pues “(sabemos)  dónde les están robando, cómo les están robando, quién les está robando y salen a buscar objetivos y se van monitoreando desde esta área”. Desconoció cuánto dinero se destina para pagarle a la policía auxiliar por dar ese servicio y tampoco supo cuánto costó el C4, porque otras áreas se encargan de eso.

Por su parte, Higinio Cuesta, participantes de la Central de Abasto, y de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes y Centros de Abasto, opinó que la inseguridad es un punto muy sensible en la Central de Abasto y es necesario que las autoridades den esa protección a los comerciantes y consumidores para que cada quien venga hacer su trabajo a este gran centro de abasto.

Recordó que a raíz de los asaltos en los últimos días en la CEDA los policías “andan en rondines” y en estos últimos días ha estado tranquilo, pero esa situación, “quien sabe cuánto nos dure”.  

Señaló que desde el sexenio pasado se “implementó un C4, pero a la mejor le ponemos C2, con algunas cámaras de seguridad, y por cada cámara de seguridad quitas un poco de personal, porque tenemos células de respuesta inmediata de las cámaras, lo mejor sería tener cámara y cuerpo policiaco suficiente, pero también cuesta”.

Indicó que sea un fideicomiso de CEDA público o privado, el Estado tiene la obligación en darnos la seguridad a todos los mexicanos y sobre todo a los mexicanos que nos dedicamos al comercio y que tenemos y manejamos dinero, y por eso deberían de mandar 200 policías de la policía preventiva con turnos de 12 horas. Sin embargo, aquí en CEDA tenemos que contratar a la policía auxiliar o bancaria.  

Desconoció cuánto dinero se destina para el servicio que presta la policía auxiliar en la Central de Abasto, pero, refirió que a cada “participante le cobran una cuota de mantenimiento y la cuota de mantenimiento es en base a los metros cuadrados que tengan en tu bodega, porque hay bodegas chicas y bodegas grandes, y en base a los metros cuadrados pagas el mantenimiento. Yo pago por una bodega de 280 metros cuadrados casi 9 mil pesos mensuales”.

Y cuenta una de sus malas experiencias en materia de inseguridad: “A mi ya me tocó que al salir de la CEDA, rumbo al poniente por Canal de Churubusco me asaltaron dos jóvenes en motocicleta y el de atrás portaba un arma uzzi con silenciador y lo único que hice fue entregarles todo lo que traía de valor en el momento en que me lo pidieron, y ese tipo de nombres los tiene las gentes que se dedican a la seguridad y saben cuáles son esas bandas, detienen gente y las meten a la cárcel y luego saen también, porque no integran bien a averiguación”.

Así se vive los días en la Central de Abasto desde hace 35 años, la más grande del mundo, y poco o nada se hace en materia de seguridad, pese a lo que dicen las autoridades.