¡Urge parar la militarización del país!

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Con el retintín de la guerra contra el narcotráfico, más falsa que cualquiera de sus promesas, Calderón Hinojosa desató una más de las tormentas históricas que los mexicanos creíamos superada, toda vez que, si nos llevó un siglo zanjar las intromisiones de la Iglesia en la vida civil, ahora nos llevará todo el que resta del presente para poder deslindar las canonjías y establecer la separación entre el Ejército y el Estado.

Y como no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre… en esas estamos, pasando las de Caín, amenazados por la creciente hegemonía de los verdes entorchados, que lo mismo jefaturan caravanas de protección a los poderosos capos del trasiego y a sus ayudantes por todas las carreteras y brechas del país… que cavan las fosas comunes de los ejecutados, torturados y desaparecidos. Justificando todo lo que sea extrajudicial, pues para eso fueron soltados a la calle, sin mecate.

Presidente espurio, ayudado por su cuñado

 

Sangre fue el costo del gigantesco fraude perpetrado por el hermano de Margarita, Diego Hildebrando Zavala Gómez del Campo con su nefando algoritmo, que este creador cibernético –apoyado por los gabachos del golpista ex embajador Jeffrey Davidow y del mercachifle José Antonio Aznar– operó para que su cuñado ocupara militarmente la Presidencia de la República, se enjaretara la usurpada y vejada banda presidencial en lo oscurito, por la puerta de atrás de San Lázaro, gracias a los acuerdos con el PRI.

Eso, más los ubérrimos contratos multimillonarios petroleros de Pemex a Hildebrando, más los favores y perdones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a sus empresas, urgidas de una inspección a fondo, por los descarados desfalcos a nuestros impuestos y a la confianza ciudadana.

 

La Calderona, jefa de la banda de atracadores

 

Tal fue la razón de que Margarita, la hoy taimada dama del rebozo mordido, ponderada hasta la exaltación en los foros televisivos de comentaristas paniaguados y encuestadores comprados a precio de oro, se la haya pasado, desde entonces, farfullando una serie de inconsecuencias y mentiras que tienen a la población hasta el cogote.

“No soy una extensión de mi marido”, tartamudeaba hasta sin pregunta expresa la del rebozo. No, claro que no. Era la auténtica jefa de una banda de atracadores que contó con los jefes de compras de todo el gobierno a su servicio, de la Cocoa, del Licenciado Traguitos ‎que fungía como su papi, de la prima asesina Marcia dueña de la guardería ABC, y del insoportable hermano Juan Ignacio, entre otros, que hoy retornan como los “margaritos” blanquiazules.

 

Y, para nuestra desgracia, soltó al Ejército a las calles

 

‎Soltar al Ejército a la calle, con el pueril pretexto de que “no llegue la droga a nuestros hijos”, se convirtió en la consigna del naciente gorilato. Hoy están aquí los aguerridos verdes, nuestros antiguos juanes de la paz –así bendecidos por el misal priísta–, ante un pueblo indefenso e incapaz. Ellos, los verdes, ponen ya las reglas de las leyes de la selva y del asfalto.

Aunque urge detener la embestida, es casi imposible pararlos, pues han establecido una serie de complicidades con sus custodiados capos del narco, tienen residencia en todas las plazas importantes del país para el trasiego, y cuentan con una estructura jurídica de Estado que alcanza proporciones dantescas.

¡Ya la quisieran las dictaduras sudamericanas, africanas y asiáticas para cualquier domingo de fiesta! El Estado se ha rendido ante sus exigencias demenciales.‎ Los culiempinados diputados y senadores no dejan pasar un día sin obsequiarles inmunidad y blindaje legislativo. Claro. Es el único apoyo “popular” con el que cuenta la corrupción gubernamental generalizada.

 

Peña creó a un monstruo que ahora lo posee

 

Queriendo construir el sueño de los dictadores, el peñanietismo ha creado un monstruo que lo posee y más temprano que tarde, a la vuelta de la esquina, se convertirá en el contralor político y social de las estulticia, antes de dar el golpe definitivo que los castrenses verde olivo sueñan, pero ellos sí en serio, para su santo, con fornituras o sólo con pistolas de alto registro, de las que se estrenan entre la población inerme de las rancherías y de las concentraciones urbanas.

Acotados por el fracaso absoluto del gobiernito en todos los órdenes, reprobados por la opinión pública de 99 de cada 100 mexicanos, sostenidos por el voto de una tercera parte del 50% de electores, toluquitas y pachuquitas con títulos apócrifos han recurrido a expedientes de la peor calaña para, según ellos, perpetuarse en el poder, con el apoyo de los verde olivo entorchados, que se prestan hasta ahora para un barrido y un trapeado.

 

Con la partidocracia, ahora arrasan con la legislación civil

 

‎Las llamadas reformas estructurales –¡uff!– a los Códigos de Justicia Militar y de Procedimientos Penales castrenses, aprobadas por la exigua aplanadora PRI-PAN-PVEM-PANAL –por escaso margen de tres votos– empezaron por arrasar con todo vestigio de legislación civil. Abrieron la puerta para violar cualquier derecho fundamental, sin importar sexo, edad, condición, color, ideología u ocupación.

Incorporaron las figuras de Fiscal General de Justicia Militar y Juez Militar de Control para ejercer, juntos, acciones contra civiles, como intervenir a la legalonacomunicaciones privadas, cateos sin orden ministerial ni previo aviso, invasión discrecional de cualquier recinto legislativo y dependencias u organismos descentralizados y desconcentradas que pudieran estorbar las indagaciones de la tropa.

A partir de ahí, en cualquier supuesto ilícito en el que participe un militar y un civil, podrá ser éste de inmediato trasladado a comparecer ante la Procuración Militar. A contrapelo de la opinión de los tribunales internacionales, que dan a las autoridades civiles la preeminencia en cualquier confrontación de este jaez.

 

$o$pecho$o silencio de la prensa “institucional”

 

Un Estado de Sitio administrado por una claque de fruncionarios y bribones malnacidos. El panteón exacto para la modernidad, según la entienden los reptilianos depredadores. En espera del embute, del chayote y del cochupo, ningún medio impreso ni radioeléctrico alzó la voz, excepto la revista Proceso.

Las redes sociales fueron las portadoras de la única inconformidad que se registró en el yermo político. Todos se hicieron eco de un desierto de complicidad, que siempre prefiere ir sola que mal acompañada, usted lo ha comprobado. Enterraron toda una historia de luchadores sociales y emblemáticos de esta Nación.

 

Ahora quieren un sitial en la Corta de Justicia

 

No conformes con eso, los verdes entorchados quieren ahora participar con todo en el control, la supervision y el ejercicio del control de la política interna, poniendo como única condición la incapacidad del gobierno para resolver sus entuertos. ¡Ya estuvo que se llevaron tooodo!‎ Hicieron a un lado cualquier potestad y prerrogativa del Estado civil. Muera el pensamiento crítico y cualquier derecho a la divergencia.

Además, sueñan con tener representación, a través de sus ministros designados en el pleno de la Suprema Corta de Justicia.‎ Los verdes entorchados quieren tener la voz de mando en cualquier resquicio de la sociedad, anidar en sus entrañas, dirigir sus expresiones, acallar la disidencia ante la incapacidad manifiesta del narco Estado.

 

El General Cienfuegos ya se metió a la grilla

 

Y todavía, los paniaguados de la dichosa Academia Nacional de Historia y Geografía, a través de su presidente, Luis Maldonado Venegas –alférez del ambicioso Rafita Moreno Valle–, les aplaude a rabiar. Los colma de nombramientos de número, mucetas, tonsones, sitiales y esclavinas de lujo, rindiéndoles pleitesía adelantada e inconsulta, como se hace todo en este país.

‎La desconocida Academia de marras –subsidiada entre otros por el “presidenciable” (jejeje) José Narro Robles– no es otra cosa más que un club de grillos de la tercera y cuarta edad, que se enganchan a cualquier clavo para no quedar fuera del presupuesto, y así rinde honores a Salvador Cienfuegos, “por sus invaluables servicios a la patria”. Los verdes en la grilla, a campo raso.

‎Una sociedad de elogios mutuos, donde el grillo Maldonado Venegas aparece como” reconocido intelectual, dirigente social y político mexicano” (?), el masiosaresco hipócrita, aplaudidor y culiempinado de siempre, rinde honores, con nuestros impuestos, a quien hoy representa la encarnación del huevo de la serpiente.

 

Usurpa el Ejército atribuciones del Estado

 

Como siempre, nadie alza la voz, nadie exige ni protesta, ni siquiera disiente de este nuevo golpe a la sociedad civil.‎¿ Quién deberá iniciar la lucha para separar las atribuciones del Ejército de las del Estado?

‎Nadie sabe qué espera. Creen que llegará Godot. No saben que acecha la tiranía y la desesperanza.

 

 

Índice Flamígero: Una agencia de relaciones públicas hizo llegar ayer al buzón de varios periodistas la siguiente información: “Más estados mejoran sus índices de seguridad, de acuerdo con datos del Semáforo Delictivo al cierre de octubre; las entidades que lograron consolidarse con el mayor número de verdes son Nayarit con 7 y Sinaloa, Yucatán y Coahuila con 5. En todas estas evaluaciones se compara a cada estado contra sí mismo, contra su media histórica mensual respectiva. Otras entidades como Guerrero, Oaxaca y Puebla pasaron de 3 a 4 verdes, al sumarse a las acciones de prevención del delito y reducir sus índices delictivos. De acuerdo con el Semáforo Delictivo, los resultados en verde reflejan que la estrategia de los gobiernos en prevención de delitos es correcta, por lo que el reto de las autoridades será mantenerla y reforzarla para contribuir a la paz; mientras que el amarillo indica que hay avances, pero pueden mejorar. Rojo significa que la estrategia no está funcionando y que se deben llevar a cabo cambios de fondo.” Usted que lo vive a diario, ¿lo cree? + + + Los especulólogos ya encontramos una nueva posición a la que Enrique Peña Nieto puede enviar al dueño de su oído Luis Videgaray: la gubernatura del Banco de México que, a mediados del próximo año, dejará vacante Agustín Carstens, quien ayer presentó su renuncia a EPN. El mismo camino ya trazado por La Perica Guillermo Ortiz Martínez, quien aspirando a La Grande, tuvo que conformarse (¡vaya conformismo!) con dos periodos sentado al frente del principal escritorio del edificio Guardiola. ¡A falta de pan, tortillas! + + + Demoledora la encuesta de Reforma sobre la percepción de la ciudadanía al ¿trabajo? del inquilino de Los Pinos. Sigue, como el tango, “cuesta abajo en su rodada”, por creer que el poder era sólo un “Cambalache”. ¡Y todavía faltan 729 días!… o menos.

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