Independientes calientan elecciones de 2016

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Ya no se sabe bien a bien quienes fueron los primeros en alzar la mano, pero para el registro histórico electoral, los expanistas veracruzanos Gerardo Buganza Salmerón y Rafael Acosta Croda quedarán apuntados como los inmediatos sucesores de Jaime Rodríguez, El Bronco, quien compitió como candidato independiente y ganó la gubernatura de Nuevo León.

Ambos, Buganza y Acosta Croda, son apenas dos de quien sabe cuántos candidatos independientes que seguramente surgirán en cada uno de los estados donde habrá elecciones el próximo año.

La tendencia de la participación de los independientes es alta y las condiciones de que de ahí surjan otros gobernadores, alcaldes o diputados locales no es baja.

Basta ver que el más reciente sondeo levantado por Parametría el 24 de junio, donde a la simple pregunta de “estaría Usted a favor de que sigan las candidaturas independientes en las elecciones en México”, el 65 % de los interrogados dijo que sí mientras que apenas un 14 % afirmó que no. El otro 21 % o supo que responder o afirmó no estar ni en pro ni en contra.

Con ese 65% asegurado cualquiera va a buscar ser candidato independiente. Es como un triunfo anunciado.

Hay que recordar que en las elecciones de hace un mes participaron y ganaron otros independientes: Manuel Clouthier a una diputación federal por Culiacán, Sinaloa; José Alberto Méndez Pérez, candidato a la Alcaldía de Comonfort, Guanajuato; Alfonso Martínez, contendiente a la presidencia municipal de Morelia; Pedro Kumamoto aspirante a diputado de Zapopan, Jalisco y desde luego Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, como candidato a gobernador en Nuevo León.

Todos triunfaron sin el apoyo de ningún partido.

Estos triunfos tuvieron una inmediata reacción en 4 estados: Chihuahua, Veracruz, Sinaloa y Tamaulipas donde los gobernadores -¿quién más?-, promovieron de inmediato reformas a sus leyes electorales para imponer candados y mayores requisitos a quienes quieran competir como candidatos independientes.

En Chihuahua por ejemplo se aprobó una reforma fastrack para que quienes quieran ser candidatos independientes en las elecciones de 2016, tengan que demostrar que no han sido militantes ni dirigentes de ningún partido en los 3 años anteriores al día de la elección.

En Veracruz, Tamaulipas y Sinaloa se aumentó el número de firmas de apoyo en hasta el 3 % de la lista nominal en cada estado, para que se puedan inscribir como candidatos independientes.

El problema en todos los casos es que las candidaturas independientes están establecidas en el Artículo 35 de la Constitución General de la República y las reformas hechas al vapor en los 4 estados antes citados, podrían echarse abajo por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Como se sabe, ninguna norma local puede ir en contra de una constitucional.

Esto ya lo apuntó en el seno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión el senador perredista Armando Ríos Piter.

EN 12 ESTADOS

Como usted seguramente sabe, en 2016 habrá elecciones a gobernador, alcaldes y diputados federales en al menos 12 estados, a saber:

Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.

En esta ronda PAN y PRD prácticamente no tienen nada que perder y sí mucho que ganar ya que de los 12 gobernadores salientes sólo 3 son atribuidos a uno y otro partido aun cuando en todos los casos los mandatarios salientes de PAN y PRD son expriístas.

Tal es el caso del gobernador sinaloense Mario López Valdés, conocido popularmente como Malova y quien actúa ahora dentro de las filas del PAN y el del gobernador oaxaqueño Gabino Cué, otro expriísta, quien a su vez prácticamente milita dentro del PRD.

Uno y otro fueron postulados hace 5 años en alianzas de PAN-PRD y fueron una especie de preludio de las candidaturas independientes de ahora.

El gobernador de Puebla, el expriísta Rafael Moreno Valle, fue postulado sólo por el PAN y ahora es, junto con Gustavo Madero, una de las dos cartas abiertas para contender por la candidatura del blanquiazul a la Presidencia de la República en 2018. En este espacio debemos ya empezar a apuntar a Ricardo Anaya, quien compite ahora por la presidencia del PAN y quien de lograrlo podría ubicarse rápidamente como el tercero de Acción Nacional para competir por Los Pinos dentro de 3 años.

Los otros gobernadores que dejarán de serlo el próximo año son los priístas:

Carlos Lozano, Aguascalientes; Cesar Duarte de Chihuahua; Jorge Herrera, de Durango; Francisco Olvera, de Hidalgo; Roberto Borge, de Quintana Roo; Egidio Torre Cantú, de Tamaulipas;  Mariano González Zarur, de Tlaxcala; Javier Duarte, de Veracruz y Miguel Alonso de Zacatecas. Nueve en total.

DE 2 AÑOS

Entre todos los salientes hubo dos que lograron reformar sus constituciones estatales a fin de establecer gubernaturas de 2 años con el pretexto de empatar luego la siguiente con la elección presidencial de 2018.

Ellos fueron Rafael Moreno Valle quien en Puebla promovió desde 2011 esta reforma que ahora permitirá que su sucesor sea sólo gobernador por 2 años.

El otro fue el veracruzano Javier Duarte, a quien acusaron de promover esta reforma para evitar que el siguiente gobernador fuese el expriista y neopanista Miguel Ángel Yunes Linares, el candidato eterno a gobernador, quien ahora ya alcanzó una diputación federal plurinominal y quien desde esa posición pensaba contender una vez más por la gubernatura de su estado.

Yunes es temido por los priistas desde que no logró ganarle hace ya casi 12 años la candidatura a gobernador por el PRI a su eterno enemigo Fidel Herrera.

Como gobernador, Herrera hizo lo imposible por evitar el triunfo de Yunes quien compitió como candidato del PAN contra el priísta Javier Duarte, hoy gobernador de Veracruz.

De ahí que la promoción de la gubernatura de 2 años se asume como una estrategia para desfasar las aspiraciones de Yunes quien, de llegar, seguro promovería una persecución en contra de Fidel y de Duarte y otros muchos priistas quienes se han convertido en sus enemigos.

Yunes, un político acostumbrado a judicializar rodas sus querellas políticas, fue secretario de Gobierno en la administración de Patricio Chirinos como gobernador del estado.

Desde entonces se le recuerda como un funcionario acostumbrado a ejercer espionaje y persecución en contra de sus adversarios.

POR LO PRONTO…

En este contexto prácticamente todos los movimientos que ocurren en Veracruz forman parte de la estrategia o para impulsar la gubernatura de Yunes o para obstruir su ascenso.

Así es que la renuncia del expanista Gerardo Buganza a la secretaría de Gobierno de la administración del priísta Javier Duarte para lanzarse desde ahora como candidato independiente por la gubernatura de 2 años, es observada como una estrategia de Fidel Herrera y de Duarte para evitar la llegad de Yunes.

Buganza renunció al PAN en marzo de 2010 luego de que la jefatura del blanquiazul apoyada por el entonces presidente Felipe Calderón, decidió designar candidato a gobernador por el PAN a Miguel Ángel Yunes.

Gerardo alegó que él tenía mayor antigüedad y derechos para ser el candidato del blanquiazul. A su renuncia al PAN Buganza fue designado secretario de Gobierno por Duarte.

Hoy Buganza renuncia a ese cargo para “buscar la candidatura al gobierno de Veracruz por la vía ciudadana… lo voy a hacer al igual que ustedes, la gente que se esfuerza todos los días. Vemos que las cosas no están bien. Hay que cambiar de fondo si de verdad aspiramos a estar mejor.”

Las dudas sobre su independencia surgieron de inmediato porque Buganza hizo el anuncio de su renuncia al Gobierno y su candidatura independiente desde la sala de conferencias del palacio de gobierno, acto que se transmitió en directo por el canal del estado.

Como sea, con Buganza comienza la ola de independientes para las elecciones de 2016.

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