Esta repercusión negativa por el mal manejo económico “lo confirma nuevamente es el más reciente gasolinazo, que vuelve a afectar la actividad económica, aunado a un tema mucho más delicado como lo es el descenso de los precios del petróleo en el mercado internacional, lo que está fuera del alcance del gobierno federal, pues está más preocupado por la implementación de políticas económicas que traen una supuesta estabilidad macroeconómica, pero cuyos resultados no se reflejan realmente en el bolsillo de las familias mexicanas”, señaló Huerta.
Lamentablemente, dijo, vivimos un mundo al revés, pues a la par de la baja en las estimaciones en los precios del petróleo, nos preparamos para adquirir a Estados Unidos más de cien mil barriles de petróleo ante la incapacidad de procesar nuestros propios hidrocarburos”.
En ese contexto, recordó el secretario de la Comisión de Gobernación, “el gobierno actual no tuvo el mínimo empacho para reformar las leyes para que las compañías internacionales, Exxon, Chevron, British Petroleum, Shell, entre otras, accedan libremente al petróleo que era de los mexicanos, pues como sabemos el gobierno no se tomó la molestia de consultar a la ciudadanía si estaban de acuerdo o no y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por su parte, desechó acciones judiciales que trataban de revertir esa equivocada decisión mediante un argumento baladí”.
Ahora bien, sugirió que lo deseable es que el recorte en el gasto púbico, por la merma de los ingresos del petróleo, se aplicara a reducir los enormes salarios de alta burocracia del gobierno federal, de los Ministros y Magistrados del Poder Judicial Federal, así como de los órganos autónomos, quienes ganan salarios que superan a sus pares a nivel mundial y quienes sí le subió el salario en el Presupuesto 2015 aprobado por el Congreso.
Asimismo, resultarán afectados también los gobiernos locales y del Distrito Federal, ya que al disminuir los ingresos petroleros, por disposición legal disminuirán las participaciones federales para los gobiernos de los estados, lo que afectará severamente a aquéllas entidades que tienen una alta deuda pública y presionará sus finanzas.
Aunado a lo anterior, se debería aplicar restricciones a todos aquellos programas innecesarios, “como lo es el gasto público del gobierno federal en publicidad gubernamental, pues la prensa reporta cientos de millones gastados en medios de comunicación al cierre del año anterior y en “estos días para tratar, inútilmente, que la sociedad le crea a la gestión que encabeza Enrique Peña Nieto, titular del Ejecutivo que gobierna recluido desde terreno virtual y en ambientes controlados, ante el temor a ser cuestionado por la ciudadanía inconforme”, comentó.
Manuel Huerta concluyó que: “ sabemos que el Ejecutivo Federal es insensible, tomando en cuenta que en su reciente visita a Washington hasta Barack Obama se mostró más preocupado por el destino de los estudiantes de Ayotzinapa frente a un Presidente Enrique Peña que ni se refirió a ellos. Entonces, nada podemos esperar en otro tema sensible, como la economía, y en modo alguno aplicará restricciones a programas sociales en tiempos de elecciones; continuará con la difusión insultante de los resultados inciertos de sus reformas estructurales, y menos aún decidirá reducirse el salario, por lo que no queda más que seguir protestando activa pero pacíficamente”.
